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Historia secreta - Cuando Ramón Díaz estuvo a punto de ser "bostero"

"Yo no me fui a la B", señaló el DT de River a la tribuna de Boca. Ahora te contamos una historia que jamás trascendió, y que pudo haber sido tremenda para el club de Núñez.

Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser

info@boimvaser.com.ar

Hace unas horas, en el lobby del Sheraton Hotel de Retiro, mientras esperaba a un integrante de la delegación de Nicolás Maduro que visitaba la Argentina (sí, el venezolano se alojó en el hotel emblemático de USA en Buenos Aires, aquel que en los 70 los Montoneros querían convertir en un Hospital de Niños y el mismo Juan Domingo Perón los mandó a... si, ahí) nos encontramos con un personaje muy afín al Planeta Boca. No diremos su nombre, pero sabe todo lo que ocurre en el club de la ribera, desde hace 25 años al menos.

Hablamos varias cosas con él, entre sorbos de buen champú y picaditas criollas. Algunas historias jamás saldrán a la luz, otras, como la primicia que hoy te revela DiarioVeloz.com, puede contarse aunque omitiendo los nombres de algunos protagonistas.

La historia data del 2002. River Plate había obtenido el Torneo Clausura y otra vez Ramón Díaz en la cúspide del éxito, imparable desde su época de jugador y ya como técnico. Ganaría todo lo que hay que ganar.

Pero el insólito presidente de River, José María Aguilar (el mismo que organizó la opereta de distracción cuando fue el accidente de Alejandra Pradón en el departamento de Belgrano donde vivía, cuatro pisos debajo del suyo, el entonces jugador millonario "Pipino" Cuevas), decidió no renovarle el contrato a Ramón Díaz porque quería "otro perfil de entrenador".

Insólito, nadie echa al que triunfa sino al que fracasa. ¿Por qué? Más allá de algún asunto personal, nuestro hombre en el Sheraton nos dice que José María Aguilar estaba siendo manejado como un títere por su asesor en las sombras, Enrique Nosiglia, el Coti, enigmático ex funcionario de Alfonsín que llegó a operar en tres instituciones diferentes y en todas a la vez. En River, en Boca -con su entonces presidente-, y en Independiente, con el frustrado Comparada.

Habría en River compra y venta de jugadores en situaciones turbias, y quizás no convenía que Ramón Díaz estuviera como técnico para que no denunciase ciertas maniobras que pasarían. Al final, Aguilar hizo añicos las finanzas millonarias y si no terminó preso es porque... esto es la Argentina.

"Yamón" se fue mal de Núñez, pero en el plantel quedó su hijo Emiliano. Aguilar y compañía hicieron como una "razia" étnica, nadie vinculado sanguíneamente al técnico riojano debía quedar en River, y Aguilar mismo se encargó de que Emiliano Díaz tampoco continuara en los millonarios.

Por ahí hubo un encuentro reservado de Emiliano con alguien muy vinculado a Boca. Saltó una idea provocativa que la llevaron al Presidente xeneize y al entonces DT.

"Emiliano Díaz, el hijo de Ramón, quedó libre de River y está dispuesto a firmar para Boca... ¿se puede?", le preguntaron al entonces presidente xeneixe, y éste lo habló con el técnico de entonces.

Como marketing y cargada monumental, era una jugada espectacular. El hijo del más emblemático hombre de River jugando en la Primera de su rival histórico era la venganza perfecta contra Aguilar, aunque también los hinchas riverplatenses podían sentirse heridos por la afrenta.

Estaba todo listo para la firma del contrato, sólo faltaba la aprobación -no podía negársele la consulta- de Ramón Díaz. Nos cuentan que su cara de asombro y esa sonrisa pícara no tiene parangón en la historia.

"¿Emiliano en Boca, me están jodiendo?", dijo, y soltó una carcajada que se escuchó hasta en su La Rioja natal.

Pidió un par de días para pensarlo, hasta que finalmente respondió que no, que consideraba una afrenta para los simpatizantes "gallinas"... su hijo "bostero" podía ser una revancha contra Aguilar pero el público de Núñez no merecía algo así.

Le encantó la idea, pero no era momento de mezclar todo. Su adversario-enemigo era Aguilar, y tal vez Nosiglia que estuvo tras la maniobra de despedirlo habiendo sido campeón: el motivo era una administración maliciosa de pases y contrataciones que pusieron al final a River al borde de la quiebra y a Aguilar cerca del calabozo.

He aquí una de las historias secretas del fútbol local, que esta vez te cuenta en primicia exclusiva DiarioVeloz.com.