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Hantavirus: 10 preguntas clave para entender el brote y cómo prevenir su contagio

Los interrogantes respecto de esta enfermedad comenzaron a crecer de la mano de la aparición de nuevos infectados y más víctimas.

Desde que a mediados de noviembre se conoció el caso de la primera víctima fatal de Hantavirus en la localidad chubutense de Epuyén (una adolescente de 14 años que se contagió de un peón rural, quien a su vez es considerado el "paciente cero"), el temor y los interrogantes respecto de esta enfermedad comenzaron a crecer de la mano de la aparición de nuevos infectados y más víctimas.

Ante este escenario, Ricardo Teijeiro, director del Servicio de Infectología del Hospital Pirovano y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Infectología, dialogó con A24.com para responder 10 preguntas clave y así determinar cuán alarmante es la situación.

1- ¿Qué tan común es lo que está sucediendo?

Esto es algo habitual en la Argentina. En el país tenemos más de 100 casos anuales. La única diferencia con el brote de Epuyén es que allí se trata de una cepa de virus que se contagia de humano a humano, que no es lo habitual. Inclusive, la que apareció en Jujuy y en Salta es otra cepa, una cepa tradicional que se contagia por las excretas de los roedores, que cuando se seca y se hace polvo, queda en el aire e ingresa por vías respiratorias en el humano. Por eso, básicamente, el Hantavirus es una enfermedad de los trabajadores de campo.

2-¿Qué zonas del país son habitualmente las más afectadas?

Está localizado en las zonas en donde siempre ocurren estos casos. Claramente, Argentina tiene tres zonas con Hantavirus, que son en el norte (Salta y Jujuy); en la zona del litoral y centro de Buenos Aires; y en el sur, que comprende a las provincias de Río Negro y Chubut. Inclusive, se comparte la zona geográfica con Chile, donde también hay Hantavirus.

3- ¿Qué tan habitual son los casos mortales?

Todos los años tenemos casos mortales y tenemos casos en las distintas zonas que dije. Eso es habitual. Lo que no habíamos tenido, y por eso el alerta, es la gran transmisión de persona o persona. El número de víctimas fatales está dentro de lo que es el promedio, lamentablemente.

4- ¿Existe algún tipo de vacuna? ¿Cómo se lo puede prevenir?

No, no hay vacuna. Pero sí sabemos que la manera de contagiarnos es a través de las excretas de los roedores, lo primero que hay que hacer es no estar en zonas rurales ni acampar en zonas donde no haya campings habilitados. Y si uno está en algunas de estas zonas, nunca hay que dejar alimentos fuera de la carpa para no llamar a los roedores. La carpa, por otra parte, debe estar siempre cerrada. Y después, en la zona de Epuyén, hay que tener en claro que no se debe tener contacto con el enfermo, aunque están todos aislados. Allí, de todos modos, el gran problema no es el turista, sino el que convive con el enfermo.

5- ¿Cuáles son las épocas de contagio?

En la temporada de calor hay más posibilidades. Y también, en el final del verano.

6- ¿Hay casos más graves que otros?

La gravedad está marcada por la evolución. Cuando un paciente empieza con insuficiencia respiratoria, por ejemplo, eso es lo que marca la mala evolución. Porque esta es una enfermedad común, como todas las infecciosas, que empieza con fiebre, malestar general, dolor muscular y dolores abdominales. Ahora, si avanza y el paciente empieza a tener dificultades respiratorias, ahí es donde se empieza a complicar. Cuanto más rápido se haga el diagnóstico, más posibilidades hay de apoyar al paciente. Porque en este caso no hay un tratamiento para matar al virus.

7- ¿Cuáles son las posibilidades de cura?

Siempre que se haga un diagnóstico temprano, el paciente va a tener más posibilidades. Pero la mortalidad siempre va a estar alrededor del 30%. Y depende de muchas cosas porque depende de cada paciente: no es lo mismo un enfermo de 70 años que otro de 26. Y no es lo mismo uno que se contagió de las excretas de los roedores, que quizá tuvo una aspiración masiva del virus, que aquel que tiene una cantidad de virus que ingresó por piel. Por eso es muy importante el diagnóstico temprano. Ante los primeros síntomas, como fiebre, malestar general, hay que ir al médico.

8- ¿Existen grupos de riesgo?

No. El que está más expuesto es el trabajador rural y el que convive con un enfermo. Ahora, siempre se va a defender peor el niño pequeño, el adulto grande y todo aquel que tenga una enfermedad respiratoria previa.

9- ¿Cuál es grado de alerta ante esta situación?

No es que este brote sea más preocupante que otros. Lo que se hizo en este caso fue el estudio epidemiológico, se sacó el virus y se analizó para saber cuáles son las cepas porque hay que hacer un seguimiento. No hay que olvidarse de que todo este análisis no es solamente por lo que pasa hoy, sino que se debe evaluar qué va a pasar en los próximos brotes, si este virus va a continuar con esta característica de contagio interhumano. Eso es muy importante.

10- ¿Se recomienda no viajar a las zonas donde apareció la enfermedad?

No diría que no hay que viajar porque a veces hay compromisos laborales o familiares. Lo mejor que nos puede pasar es que sepamos cómo prevenirnos: no estar en zonas rurales de riesgo ni estar en contacto con pacientes que ya tienen diagnóstico. Epuyén es una ciudad que tiene 4000 habitantes. Es muy fácil de controlar, de bloquear. Pero también sería injusto bloquear todas las entradas comerciales cuando no hay un riesgo importante. Nosotros estamos viajando permanentemente a Brasil, donde hay fiebre amarilla, o a Europa, donde hay riesgo de Sarampión, por ejemplo. Ayer, inclusive, me consultaron de una aerolínea porque el personal no quería viajar a Chubut. Es una locura. Lo que tenemos que hacer desde la medicina es educar a la gente y transmitirle los consejos. Cuando no hay alto riesgo, debemos bajar un poquito los decibles. Esto no es una pandemia de H1N1.