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Gerardo Sofovich y su nuevo barco en Punta

Admite que le encanta el nombre de su nueva embarcación, un crucero de día con bandera estadounidense que bautizaron "Star One", y que adquirió hace apenas tres semanas.

Nota extraída de la revista Caras

Siempre elegante, esta vez con un coqueto look náutico, Gerardo Sofovich (75) cuenta que vendió el emblemático "loncymoon" (el barco que ancló en el puerto de Punta del Este por 22 años, hace cinco meses) y, de inmediato, buscó otro sucesor. "Navego hace 45 años, y es uno de los máximos placeres de mi vida. El primer barco que tuve fue uno de madera, llamado "Piscis". Me atrajo porque soy de ese signo. Después llegó el "Honeymoon" hasta que apareció un señor muy interesado en comprarlo".

Habituado a pilotear los 16 metros de eslora que tenía mi embarcación anterior, a la nueva, de tan sólo 9,5 metros de eslora, enseguida le tomé la mano, confiesa el productor, guionista y director acerca de la pasión que lo volvió un experto marinero. Me gusta zamamibullirme y nadar un buen rato, porque es mi deporte favorito. Me quista el estrés", agrega, y también adelanta que pronto traerá la moto de agua con que solía enfrentar el oleaje que dejaban otros barcos para dar saltos por el aire.

"No es un barco para quedarse a dormir en el mar, pero cuenta con todas las comodidades para cuatro personas, un confortable camarote y un muy buen puesto de manejo", asegura Gerardo, quien llegó a Punta del Este para pasar Fin de Año. Desde entonces, cada vez que las condiciones climática lo permiten se acerca a la ubicación de privilegio que tiene su crucero en el puerto, ubicado a sólo dos cuadras de su departamento, para soltar amarras y salir a navegar por el mar durante seis o siete horas.

Dice disfrutar de los bellos atardeceres junto a sus amigos porque, según responde, aún no tiene un nuevo amor que lo acompañe en sus paseos. También recuerda algún que otro contratiempo al mando del timón: "Una vez fuimos con Julio Ramos y dos de sus hijos, los más chicos, Julia y Augusto, hasta la isla de los Lobos, quequeda a unos 40 minutos de viaje, porque la querían conocer. Llegamos, fondeamos, y vimos de cerca a los lobos marinos. De pronto cambiaron las condiciones y, como el regreso fue bastante movido, los chicos se asustaron. Pero ya me ha pasado de todo y no le tengo miedo a las tormentas más bravas. 1m peor, sin embargo, me tocó navegando en Tigre cuando estaba por el arroyo El Dorado", afirma Sofovich, quien fue a ver a Dady Brieva cuando el humorista se presentó con su unipersonal en el hotel Conrad de Punta del Este. "Somos muy amigos y nos queremos mucho. Es un humorista maravilloso; baila, canta y no le da respiro al público. Siempre le digo: '¡No tenes derecho! Lo nuestro es admiración mutua".

Siempre coincidimos en que podríamos trabajar juntos. Después de la función nos fiamos a cenar. Esa noche también fue a verlo Susana, pero como diva que es, la sacaron por una puerta lateral y no la vi más", cuenta con humor el conductor.

Su análisis sobre el mundo del espectáculo siempre está presente, aun cuando se encuentra de vacaciones. "A la televisión argéntina la ha invadido el morbo, y eso me preocupa. Veo que cada vez son más los programas con variantes de jueves y panelistas. Cualquiera opina desde cualquier lugar, mientras me pregunto qué es lo que les está pasando a los autores. Muchas veces te Jigo un sentimiento de nostalgia por algo que ya fue. Sólo veo fracasos", se plantea el conductor que el 7 abril regresará a la pantalla chica con una nueva temporada de "La noche del domingo", su mítico programa, que ahora se emitirá por la señal Magazine. "¿Si estoy con ganas? Claro que sí.
La TV y el espectáculo son mi vida.

También tengo un proyecto teatral, pero no digo mucho más porque no me gusta adelantarme y todavía tengo que cerrar algunos temas, y creo que conozco bastante del oficio". Y sobre el episodio médico que vivió en diciembre, cuando se dijo que su salud corría peligro y debió ser sometido a una angioplastia de urgencia, aclaró: "Sólo fueron chequeos de rutina que siempre me practico. Muchos amigos me llamaron preocupados y tuve que tranquilizarlos. Hoy estoy perfecto".