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Es muy duro ver vecinos que tienen que elegir morir de hambre o de Covid

Son opciones que veo a diario en mi recorrida por el conurbano, algunos sectores del interior, e incluso algunos barrios de la Ciudad.

Me parece que los argentinos no escuchamos a Francisco que habla e insiste con la Emergencia Social. Algunos oficialistas -como Grabois y otros-  ven en forma sesgada y parcial, lo que Francisco pretende explicar. Porque está diciendo también, que mientras siga una pandemia y cuarentena deberían bajar los impuestos, tasas y cargas.
No escucho ni veo que entiendan esto.

También dice nuestro Papa que el pobre debe tener un lugar en la sociedad.

No dice que el lugar de los pobres es el de los refugiados, o la fatalidad de ser planeros permanentes víctimas de un asistencialismo indigno, y definitivamente quedar fuera del sistema, como en la Argentina. Además a el Gobierno le va a llegar el momento en que no podrá pagar más los subsidios, y los planes sociales, pues no tendrá lugar para sacar la plata para seguir haciéndolo.

También el Santo Padre nos habla a los que  estamos  dentro del sistema económico centrado en la ganancia: que debemos actuar con solidaridad, y sentido del bien común.
Pero si hay un lugar donde no escuchamos a Francisco, es en su propia Patria.

He visto en tantos lugares en estos meses necesidades básicas insatisfechas soportadas con dignidad, como familias y chicos que ni siquiera comen en la escuela.

Nadie puede resistir estar sin trabajo, sin vacuna y sin comida para sus hijos.

Es un pueblo noble y misericordioso el pueblo argentino más humilde y sumergido que veo en tantas barriadas y en el interior, quizás a veces demasiado manso, y permisivo.
Estamos asistiendo a una Generación con hambre y sin educación.

En el rancho como en villas y asentamientos falta comida e internet.

La clase política, por posturas políticas personales y posicionamientos en las encuestas, hablan de presencialidad o educación a distancia, cuando todo es una calamidad. No hay conectividad ni seguimiento a millones de argentinos.

La crisis económica está generando, además,  la Inseguridad más grande de nuestro país. Es una inseguridad total, integral, porque agrega a las tasas de homicidios, robos, y otros tipo de delitos inseguridad en la calidad de vida que es atravesada por incertidumbre y la falta de visión de un futuro personal y para los nuestros.

Los que pueden intentan irse, y otros millones de argentinos que no lo pueden hacer se resignan resentidos y frustrados.

La Ineptitud y la falta de planes retrasaron a nuestra Argentina.

Podemos salir adelante si dejamos atrás lo que no sirve, y terminamos con las improvisaciones irresponsables.

Hay respuestas y soluciones del excelente potencial individual argentino que debemos transformar en equipo, porque hay miles de compatriotas preparados con ideas, y nivel de ejecución y de gestión.

Desde el Partido Federal creemos en equipos serios de trabajo técnico, en politicas de consenso,  y reconstruir la participación vecinal y ciudadana.

Estamos decididos a lograrlo porque en nuestro objetivo va la vida de nuestras familia, nuestros amigos, y vecinos.

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