Deportes
“El Puma Martínez, ante la chance de convertirse en el nuevo Monzón del boxeo argentino”
Del conventillo de La Boca al umbral de la gloria.
Fernando Daniel “Puma” Martínez, de 33 años, es hoy el único campeón mundial que ostenta la Argentina en boxeo. Dueño del cinturón supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el porteño mantiene un récord invicto de 18 peleas ganadas (9 por nocaut). Su historia es la de la superación: creció en un conventillo de La Boca junto a once hermanos, en un entorno de carencias, y convirtió esas dificultades en motor para alcanzar la cima de un deporte exigente.
En febrero de 2022 sorprendió al mundo al vencer al filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas, quedándose con el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Luego llegaría su consagración en Tokio, cuando el 7 de julio de 2024 derrotó al japonés Kazuto Ioka y sumó el cinturón de la AMB. En mayo de 2025, otra vez en Japón, defendió con éxito su reinado en un combate memorable, en el que cayó en el décimo round pero se levantó para ganar por puntos. “Necesito una pelea con Jesse ‘Bam’ Rodríguez… estoy preparado”, lanzó entonces con la mirada puesta en la unificación.
La sombra gigante de Carlos Monzón
Hablar de la posibilidad de un “nuevo Monzón” no es exagerado. Carlos Roque Monzón es el máximo referente del boxeo argentino. Fue campeón mundial mediano desde 1970 hasta 1977, con 14 defensas exitosas. Su victoria sobre Nino Benvenuti en Roma lo catapultó a la fama y sus defensas lo consolidaron como uno de los mejores libra por libra de la historia. La contundencia de su pegada, su frialdad sobre el ring y su reinado indiscutido lo convirtieron en leyenda.
Comparar a Martínez con Monzón implica reconocer la dimensión del desafío: entrar en una lista reservada para muy pocos, donde nombres como Pascual Pérez, Horacio Accavallo o Nicolino Locche marcaron huella, pero en la que Monzón se erige como el más alto exponente.
El combate que puede cambiarlo todo
El 22 de noviembre de 2025, en Riad (Arabia Saudita), el Puma enfrentará al estadounidense Jesse “Bam” Rodríguez, actual campeón del CMB y The Ring. Si Rodríguez supera antes a Phumelela Cafu, estarán en juego hasta cuatro cinturones mundiales. En caso de triunfar, Martínez se convertiría en el primer argentino campeón indiscutido de la era moderna en el peso supermosca.
“Quiero ser el primer argentino en ser campeón indiscutido… quiero los cuatro cinturones”, declaró a LA NACION luego de vencer a Ioka. Ese anhelo lo coloca frente a la oportunidad histórica de consagrarse más allá de su categoría y proyectarse a la grandeza.
El reconocimiento que aún no llega
Aunque en Japón y Estados Unidos su figura goza de respeto, en Argentina todavía lucha por instalarse en la consideración popular. “Con más gloria, el reconocimiento va a llegar solo”, explicó en una entrevista reciente. Esa búsqueda de gloria, más que de marketing personal, lo emparenta con el estilo sobrio y trabajador de los grandes campeones de otras épocas.
¿Un nuevo Monzón en el horizonte?
Si el Puma Martínez logra vencer a Rodríguez en Arabia Saudita y se corona campeón indiscutido, dará un paso monumental hacia la eternidad. Su historia de humildad y superación, sumada a la posibilidad de ser el primer argentino en unificar todos los títulos en su categoría, lo ubica en la línea directa de comparación con Monzón. La pregunta entonces será inevitable: ¿estamos ante el nuevo Monzón del boxeo argentino?
En febrero de 2022 sorprendió al mundo al vencer al filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas, quedándose con el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Luego llegaría su consagración en Tokio, cuando el 7 de julio de 2024 derrotó al japonés Kazuto Ioka y sumó el cinturón de la AMB. En mayo de 2025, otra vez en Japón, defendió con éxito su reinado en un combate memorable, en el que cayó en el décimo round pero se levantó para ganar por puntos. “Necesito una pelea con Jesse ‘Bam’ Rodríguez… estoy preparado”, lanzó entonces con la mirada puesta en la unificación.
La sombra gigante de Carlos Monzón
Hablar de la posibilidad de un “nuevo Monzón” no es exagerado. Carlos Roque Monzón es el máximo referente del boxeo argentino. Fue campeón mundial mediano desde 1970 hasta 1977, con 14 defensas exitosas. Su victoria sobre Nino Benvenuti en Roma lo catapultó a la fama y sus defensas lo consolidaron como uno de los mejores libra por libra de la historia. La contundencia de su pegada, su frialdad sobre el ring y su reinado indiscutido lo convirtieron en leyenda.
Comparar a Martínez con Monzón implica reconocer la dimensión del desafío: entrar en una lista reservada para muy pocos, donde nombres como Pascual Pérez, Horacio Accavallo o Nicolino Locche marcaron huella, pero en la que Monzón se erige como el más alto exponente.
El combate que puede cambiarlo todo
El 22 de noviembre de 2025, en Riad (Arabia Saudita), el Puma enfrentará al estadounidense Jesse “Bam” Rodríguez, actual campeón del CMB y The Ring. Si Rodríguez supera antes a Phumelela Cafu, estarán en juego hasta cuatro cinturones mundiales. En caso de triunfar, Martínez se convertiría en el primer argentino campeón indiscutido de la era moderna en el peso supermosca.
“Quiero ser el primer argentino en ser campeón indiscutido… quiero los cuatro cinturones”, declaró a LA NACION luego de vencer a Ioka. Ese anhelo lo coloca frente a la oportunidad histórica de consagrarse más allá de su categoría y proyectarse a la grandeza.
El reconocimiento que aún no llega
Aunque en Japón y Estados Unidos su figura goza de respeto, en Argentina todavía lucha por instalarse en la consideración popular. “Con más gloria, el reconocimiento va a llegar solo”, explicó en una entrevista reciente. Esa búsqueda de gloria, más que de marketing personal, lo emparenta con el estilo sobrio y trabajador de los grandes campeones de otras épocas.
¿Un nuevo Monzón en el horizonte?
Si el Puma Martínez logra vencer a Rodríguez en Arabia Saudita y se corona campeón indiscutido, dará un paso monumental hacia la eternidad. Su historia de humildad y superación, sumada a la posibilidad de ser el primer argentino en unificar todos los títulos en su categoría, lo ubica en la línea directa de comparación con Monzón. La pregunta entonces será inevitable: ¿estamos ante el nuevo Monzón del boxeo argentino?
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