El precio de la carne vacuna sigue en alza y se amplía la brecha con el pollo y el cerdo

El precio de la carne vacuna volvió a mostrar subas significativas en los últimos dos meses y comenzó a diferenciarse cada vez más de sus sustitutos: el pollo y el cerdo. Según especialistas, este despegue marca una tendencia similar a la que se observa a nivel internacional —con excepción de Uruguay— y podría profundizarse en los próximos meses.

De acuerdo con la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), desde mediados de septiembre la carne vacuna aumentó cerca del 30% en góndolas. Los mayores incrementos se registraron en cortes como el asado americano (55%), la tapa de asado (48%) y el matambre (41,7%).

Una brecha de precios que se amplía

El especialista agropecuario Javier Preciado Patiño señaló que la diferencia de precios entre la carne vacuna y el resto de las proteínas trepó al 29%, superando ampliamente el registro de Uruguay, donde esa brecha es de apenas el 3%.

La evolución local empieza a parecerse a la de países como Japón (180%), Brasil (94%), Israel (77%), Alemania (60%), Perú (59%), Francia (53%) y Estados Unidos (31%).

“Durante décadas, la carne vacuna marcaba el pulso de las otras proteínas, pero eso ya empezó a cambiar”, explicó Preciado Patiño.

Cambios en el consumo y oferta limitada

Hoy el consumo doméstico está casi equilibrado entre el pollo y la carne vacuna, con un promedio de 48 a 50 kilos por habitante al año en cada caso. La carne porcina continúa en ascenso y ya alcanza los 20 kilos anuales por persona.

El factor estructural que condiciona la oferta es un stock bovino estancado desde hace décadas. Mientras la población crece, la disponibilidad de carne vacuna por habitante disminuye. En 1978 había dos animales por cada argentino; hoy apenas uno.

Según Preciado Patiño, solo un aumento del peso de faena y mejoras sustanciales en la eficiencia del destete podrían elevar la oferta. Sin embargo, admitió que por ahora se trata de una aspiración sin avances concretos.

Exportaciones fuertes y presión sobre los precios internos

A la limitación productiva se le suma una mayor demanda internacional, con compradores dispuestos a pagar valores elevados por la carne argentina. Esto reduce la disponibilidad para el mercado interno y presiona sobre los precios locales.

La combinación de costos de producción más altos, rigidez en la oferta y mayor interés externo permite anticipar que el precio de la carne vacuna continuará despegándose del pollo y el cerdo.

La dinámica de los precios mayoristas

Sergio Pedace, vicepresidente de CAMyA, detalló que desde septiembre el novillo en hacienda aumentó 28,5%. Ese incremento ya se refleja en los precios que llegan a las carnicerías: pasó de $8.000 a $9.000 el kilo al carnicero.

Por su parte, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), señaló que en las últimas tres semanas los precios en el Mercado de Cañuelas escalaron 21%, mientras que el traslado al mostrador apenas alcanzó el 7%. El 14% restante quedó absorbido dentro de la cadena comercial.

Aun con esas subas, el consumo mostró un repunte: el mes pasado creció alrededor del 4%, y el promedio anual por persona pasó de 47 a 49,5 kilos.