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El planeta de San Luis: la historia secreta de su propia Guantánamo

La foto de los jóvenes presidiarios desnudos y hacinados en un patio carcelario tiene una historia negra detrás, que nuestras abuelas llamaban "malas influencias".

Septiembre del 2013. Salimos de la Misa del Indio Solari en Mendoza y apuntamos la hoja de ruta sin escalas a ese extraño planeta llamado San Luis. ¿Por qué extraño planeta? Entrás en territorio puntano y de pronto ves la carretera perfectamente iluminada, y cuando el bondi se acerca a la terminal ves a la distancia una ilusión óptica. Pareciera como si un OVNI con todas sus luces encendidas apareciera a la distancia, casi en el medio del desierto.

El micro se acerca y no es un espejismo. La terminal de ómnibus fue construida con una estructura futurista, lo más parecido que hay al Aeropuerto de Ezeiza. La higiene del lugar es idéntica a la de cualquier hotel 5 estrellas. No hay un solo pibe de la calle pidiendo monedas. Los baños impecables, tampoco algún jubilado o busca vida que mantenga la limpieza a cambio de unas monedas. El personal de maestranza lo mantiene para que brille a full.

Los precios de la gastronomía también son de otro mundo. Una familia festeja un cumple en la estación. Una grande de mozzarella que trae todo lo que imaginás a 28 pesos. Artesanías que en Capital Federal cuestan no menos de 300 pesos, ahí se ven por 30. Personalmente siempre me gustó la personalidad de Alberto Rodríguez Saa, un hombre que aunque pueda dar la imagen de un señor feudal conquista damas cultas mostrándole su pinacoteca personal y sus obras de arte, y habla de los alienígenas como ningún otro político, es digno de ser tenido en cuenta. Ningún periodista que lo quiso atropellar pudo ni siquiera encerrarlo. "El Alberto" tiene virtudes por demás, aunque no así su hermano Adolfo.

Se dice que San Luis le ganó la pulseada a Catamarca para ser el paso a Chile más preferido, y de ahí los embarques por el Océano Pacífico. Ni siquiera hay escuadrón de Gendarmería en la ciudad puntana, y seguridad nunca falta. La mejor definición de San Luis la hizo Jorge Asís, "el turco" llama a esa provincia "Estado Libre asociado a la Argentina".

Entonces la pregunta que le hicimos a un hombre próximo "al Alberto": ¿Cómo puede ser que en ese planeta extraño de San Luis exista una cárcel donde las requisas a los presos son un calco del sistema tortuoso del centro de detención de terroristas que tiene Estados Unidos en Cuba, llamado Guantánamo?

No encaja con el resto de esa provincia. Y ahí nos contaron el porqué de ese incidente.

Hace un tiempo, escapando de ciertos problemas en Capital Federal, se instaló en San Luis como asesora de los Rodríguez Saa la ex dirigente de la UCEDE y posterior menemista, Adelina Dalesio de Viola. Le fue a llevar a los hermanitos el Know How (un sistema) como el que usó el partido de Alsogaray en los 80 para constituirse como fuerza política en todo el país. En un sistema político donde todo se arma a fuerza de operadores lo que llevó Adelina no tuvo sustento, pero igual los Rodríguez Saa la tomaron como asesora y/o operadora política por su experiencia.

La blonda porteña alguna vez fue tentada en tiempos de Alfonsín para pasarse a las filas radicales, hasta que el monje negro de entonces, Enrique "Coti" Nosiglia, se opuso con una frase lapidaria: "No quiero minas quilomberas en la UCR, Adelina resta mucho y no suma nada", dijo entonces el Coti y cerró el caso. Carlos Menem la aceptó, pero más por motivos personales (tiempos que el riojano se creía un "latin lover") hasta que tuvieron que echarla de su lado. Se iba de boca mal y ella sí tenía una bipolaridad alarmante.

José Luis Manzano (otro que como Nosiglia, fuma bajo el agua) la llevó a Miami como ayudante suyo en el vínculo que estableció el menemismo con los disidentes cubanos en La Florida, conocidos como "los gusanos".

Jorge Mas Canosa era el influyente anti castrista que recibía millones de prebendas de los Republicanos para congraciarse con el voto fundamental de la colectividad cubana en Miami y adyacencias.

En verdad, Mas Canosa era un gánster con patente de corso que manejaba fortunas y Manzano se asoció a él y la valijera era Adelina Dalesio. Su carrera fue meteórica, de marroquinera en la calle Florida hasta la Florida de USA era mucho. Hasta que quiso hacer "la gran Leo Fariña" y quedarse con ese vínculo con los gusanos. Mas Canosa le avisó a Manzano y ahí terminó su historia con el menemismo.

Parecía olvidada pero actuó bajo cuerda con toda la buena fe de los Rodríguez Saa. Una de sus ideas básicas sobre seguridad pública era imponerle terror a los delincuentes potenciales, para supuestamente evitar que entraran en el delito.

La foto que se conoció hace días de los presos desnudos en el patio esperando ser requisados por perros que olfatean drogas en la intimidad de los reclusos, fue parte de su idea para sembrar pánico en la delincuencia.

A los Rodríguez Saa se les escapó la tortuga, no la monitorearon en sus incursiones por el sistema carcelario y ahora pagan las consecuencias por esa distracción.

Nos dicen que Adelina Dalesio ya no está influenciando desde hace meses en el gobierno puntano. Pero su semilla malsana fue la bolilla negra que empañó ese extraño planeta llamado San Luis.