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El plan del Gobierno de la Ciudad para la “apertura escalonada” de la cuarentena luego del 17 de julio

El jefe de Gobierno reunirá hoy a su gabinete. Estudia un cronograma escalonado de habilitación de actividades. La precaución por los contagios de coronavirus.

Horacio Rodríguez Larreta dará este viernes feriado un nuevo paso en su plan de reapertura de la cuarentena estricta. A media mañana, el jefe de Gobierno encabezará una larga reunión junto al gabinete que desde hace casi cuatro meses está abocado a la gestión de la crisis en torno al coronavirus para avanzar en el diseño de las medidas que la semana próxima prevé llevar a la mesa de negociación con Alberto Fernández y Axel Kicillof.

La administración porteña analiza anunciar un programa de apertura escalonada de actividades que contempla no solo la cuestión comercial, sino también “lo social y lo deportivo”: “Un paquete integral”, graficaron colaboradores del jefe de Gobierno. De consensuarse en la mesa tripartita con la Casa Rosada y la Provincia, sería la primera vez que la Ciudad lance un cronograma por etapas a corto y mediano plazo, tras más de cien días de aislamiento. “Buscamos dar previsibilidad”, aseguraron.

“La decisión de abrir ya está definida”, remarcaron tajantes desde el gabinete porteño, según reproduce Infobae. La evolución de contagios de los últimos días alertó a las autoridades: el reporte vespertino de ayer del Ministerio de Salud volvió a registrar nuevos contagios por encima del millar -1.058-. El miércoles habían sido 1.116 y el martes, 1.025. Desde la cúpula del Gobierno de la Capital siguen la evolución de casos con la misma atención que miran el índice de contagiosidad (R) -ubicado en 1.05- y la ocupación de camas de terapia intensiva, que en el registro de ayer llegaba al 58.3% en el AMBA.

La efectividad de la etapa actual de la cuarentena, aseguran tanto en la Ciudad como en la Provincia, se debería empezar a reflejar a partir del fin de semana. Para el domingo, el jefe de Gobierno espera tener una posición consensuada con su gabinete para presentar en la semana en Olivos.

En las últimas horas, Rodríguez Larreta pidió sin embargo precaución con los protocolos de reapertura. Los borradores que se pasan entre los funcionarios con los cronogramas tentativos de reanudación de las actividades cambian a diario.

El martes, el jefe de Gobierno y el gobernador bonaerense hablaron otra vez por teléfono -”una charla tranquila y productiva”, subrayaron asesores de ambos mandatarios- y agendaron un encuentro para la semana próxima para empezar a definir el nuevo modelo de cuarentena que deberá regir a partir del viernes 17, cuando venza la fase estricta anunciada dos semanas atrás. Será en Olivos donde terminen de decidir, con la intermediación de jefe de Estado, qué hacer, de qué manera y cómo comunicarlo.

La advertencia de principios de semana del propio Kicillof, que remarcó de nuevo que la Ciudad tiene más casos que la Provincia “cada 100 mil habitantes”, y de algunos de sus funcionarios, sembraron otra vez zozobra entre las dos administraciones del AMBA. E instaló que mientras la Ciudad avanzaba en su plan de reapertura, la gestión bonaerense buscaba, por el contrario, extender el confinamiento duro. Una falsa dicotomía, según colaboradores del entorno del gobernador.

“Nosotros buscamos una coordinación, como lo venimos haciendo con Nación y Ciudad. Y somos optimistas que si (esta fase) sale como esperamos que salga, el 18 volvemos a una fase lo más parecida a la que teníamos antes del 1 de julio”, explicaron desde el despacho de Kicillof. “Supusieron que por decir que tenemos menos casos por habitante que lo que tiene la Ciudad es una declaración de guerra. ¡Es un dato objetivo! Necesitamos aplanar la curva y liberar camas de terapia. Somos optimistas, creemos que se va a poder hacer”, se entusiasman, aunque algo ofuscados por la resonancia mediática de los dichos del gobernador.

Es que, por la férrea estrategia de comunicación que aplica la administración porteña, la Provincia corre con desventaja. En el Gobierno bonaerense no hay libreto: “Es difícil guionar al gobernador”, dicen.

Según pudo reconstruir Infobae de fuentes de la Ciudad, Rodríguez Larreta busca volver a la situación de hace una semana y media atrás si los contagios se estabilizan y el R se ubica en torno a 1 o debajo de 1, aunque el hartazgo social y la crisis económica empiezan a tener cada vez más protagonismo en la mesa de decisiones.

La administración porteña avanza en ese sentido en la reapertura de los negocios no esenciales y el ejercicio al aire libre, que generó una fuerte controversia entre la Ciudad y la Provincia y que el propio Ginés González García reconoció que se debió puramente a una cuestión simbólica. Pero en la mesa chica que nutre al jefe de Gobierno se analiza además la posibilidad de sumar actividades y anunciar, como debaten, la puesta en marcha de un cronograma de habilitación de actividades escalonado, para dar más previsibilidad.

En la sede de Uspallata están convencidos de que el aislamiento se agota. Y que si la sociedad empieza a desobedecer, no hay vuelta atrás.

Para colmo, según la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad (FECOBA), unos 20 mil comercios bajaron sus persianas durante el confinamiento. De los 140 mil locales, la mitad -no esenciales- tuvo que cerrar tras la implementación de la cuarentena estricta, el miércoles 1. Volverían a abrir después del 17.

La próxima semana, en tanto, la Legislatura convalidará la condonación del ABL de junio y julio para los comercios no esenciales, unos $600 millones que la Ciudad dejará de recaudar. En el Ministerio de Hacienda miran con preocupación los números.

Rodríguez Larreta estudia todos los protocolos y sugerencias que le acercan sus colaboradores. El ministro de Desarrollo Económico, José Luis Giusti, que escucha a diario las quejas de los comerciantes y las cámaras que aglutinan a las industrias locales, es uno de los más insistentes junto a Martín Mura, el ministro de Hacienda. Fernán Quirós, de Salud, pide cautela.

Se analiza, de hecho, que las peluquerías puedan volver a abrir sus puertas en la semana que empieza el lunes 20. El plan escalonado que se revisa varias veces por día incluye además shoppings en un corto plazo. Y hasta trasciende que podrían anunciar para algunas semanas más adelante, si la curva sanitaria se mantiene estable, la vuelta de las reuniones sociales, con un número restrictivo de participantes. Todo está en revisión. La vuelta a las clases y el calendario escolar sigue siendo el principal interrogante.

El transporte público, en tanto, vuelve a estar en el centro de la escena. Según confiaron fuentes oficiales, aún no hubo conversaciones entre los ministros de Nación, Ciudad y Provincia. Tampoco hubo intercambios entre los tres antes de la definición de la etapa actual. El regreso de la actividad no esencial, de concretarse después del 17, requiere especial atención.

Según explican, el transporte interjurisdiccional resiste más pasajeros. Anteayer, según cifras del ministerio que conduce Mario Meoni en base al sistema SUBE, circularon en el AMBA solo el 21% de los que lo hacían antes de la pandemia: poco más de 870 mil viajes.

La última palabra, de todos modos, saldrá del cónclave que mantendrán en Olivos el Presidente, el gobernador y el jefe de Gobierno antes de que finalice esta etapa.

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