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El Gobierno define por decreto la nueva suba de Ganancias

*Por Carlos Burgueño. El Gobierno avanzará en las próximas semanas en la definición, por decreto, del pedido más importante de la CGT para continuar manteniendo la alianza con el oficialismo hacia octubre.

Cristina de Kirchner definirá en pocos días cuál será el contenido del decreto por el cual se aplicará una nueva suba del mínimo no imponible de Ganancias para la cuarta categoría (personal en relación de dependencia) para este ejercicio. La jefa de Estado definirá entre varios escenarios que se le enviaron desde el Ministerio de Economía, y de donde se desprende teóricamente cuál sería la pérdida fiscal de una decisión de este tipo. En todos los casos -se asegura en las propuestas que se le presentaron- no se deberá tomar la pérdida de recaudación como un todo, ya que parte volvería al fisco vía recaudación del IVA por el alza del consumo.

Una vez definido el nuevo piso para los solteros (hoy está en $ 4.818 mensuales) y para los casados con hijos ($ 6.662 mensuales), comenzará la evaluación sobre el próximo paso: cuál será el momento político para anunciar públicamente la medida. La disyuntiva en este caso es doble. Por un lado, se especula con la necesidad de adelantar al máximo la decisión, ya que debería ser un dato a tomar en cuenta cuando se definan las negociaciones paritarias con los principales gremios del país. Sindicatos como camioneros, bancarios, petroleros, metalúrgicos, plásticos y empleados públicos tienen en su mayoría afiliados trabajadores alcanzados ya con el Impuesto a las Ganancias; y deben tener definidos los nuevos mínimos no imponibles para saber cuál sería la mejora real con los diferentes porcentajes de incremento salarial. Según el sector de que se trate, un alza de los sueldos del 25% implicaría un aumento concreto de menos del 20% para los gremios con retribuciones más importantes. Es sobre este planteo que desde la CGT se anunció que el nuevo mínimo debería ubicarse cerca de los $ 8.000 mensuales para que las alzas no tengan descuentos en el momento de calcular la retribución real final. Siguiendo esta lógica, el anuncio oficial sobre los nuevos mínimos debería anunciarse a más tardar a fines de abril o principio de mayo para que en las discusiones paritarias pueda tenerse en cuenta la nueva tabla del tributo.

La segunda cuestión a analizar sobre el momento de anuncio de la medida es estratégica y vinculada a las elecciones de octubre. Desde el ala política del oficialismo se especula con que el mejor momento para el anuncio es julio, incluyéndolo en un acto en la Casa de Gobierno como escenografía, y el sindicalismo y los principales candidatos del oficialismo como invitados especiales. La intención, además, es que para la liquidación de los sueldos de septiembre, que se percibirán en octubre, debería ya incorporarse el nuevo piso para que se note que la mejora salarial se debe a la decisión sobre Ganancias y no a las alzas de las negociaciones paritarias.

El primer indicio sobre que el Gobierno está avanzando en una definición del tema Ganancias lo dio ayer el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que aseguró que la suba del mínimo no imponible para el pago del impuesto «está a consideración» de la presidente Cristina de Kirchner, aunque todavía «no hay una definición» al respecto. «Éste es un tema que está planteado: es una inquietud que la CGT llevó al máximo nivel y está a consideración», remarcó el titular de la cartera laboral. No obstante, subrayó que «hoy no hay una definición sobre ese tema» y aclaró que en las paritarias 2001 «no es a todas las negociaciones salariales que este tema las puede afectar». «Todos los años hemos ido tomando alguna medida en relación con el Impuesto a las Ganancias, en algún momento podrá ocurrir».

Tomada hizo, finalmente, una aclaración: «La suba del mínimo no imponible para el pago de Ganancias no corresponde a mi ámbito de incidencia, sino a la cartera de Economía».

Desde el Ministerio de Amado Boudou se analizó un último aspecto para tomar la decisión: el costo fiscal de la medida. Según los cálculos oficiales, una suba a aproximadamente $ 8.000 pesos mensuales implicaría una posible pérdida nominal de unos $ 6.200 a $ 6.400 millones anuales. Subas menores al mínimo no imponible reducirían las pérdidas hasta llevarlas a no más de $ 4.000 millones. Será la Presidente la que finalmente definirá cuál de las opciones es la que se aplicará.

Queda claro, además, que la mejora que derive en la suba del mínimo de Ganancias se aplicará con retroactividad a enero, cualquiera sea el momento en que se anuncie. Esto quiere decir que habrá al menos un mes donde los trabajadores beneficiados recibirán al contado todo lo que se les ajustó de más en las liquidaciones del tributo. Será una especie de aguinaldo extra que mejorará las expectativas de consumo, algo indispensable para conquistar al votante urbano antes de octubre.