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El drama de alquilar: hay más ofertas, pero un sueldo promedio no alcanza para pagar un departamento en CABA

Aunque hay más publicaciones en las plataformas, los inquilinos deben afrontar precios nuevos con salarios que aún no aumentaron. Una remuneración promedio apenas cubre el alquiler y las expensas.


Aunque Javier Milei derogó en diciembre la Ley de Alquileres, el reporte mensual que elabora la plataforma Zonaprop indica que en enero la oferta de departamentos en alquiler en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) aumentó un 62% respecto al mes previo. “Es el mayor incremento mensual desde el inicio de la serie”, destacaron.

Según el mismo reporte, alquilar un monoambiente de 40 metros cuadrados con balcón en CABA cuesta unos $327.295 por mes. En tanto, el departamento medio de dos ambientes y 50 metros cuadrados se alquila por $405.218 por mes.

A eso, por supuesto, el inquilino tendrá que sumar el valor de las expensas, que según el relevamiento de la plataforma Consorcio abierto, ya superaban los $83.000 en diciembre. Como resultado, el locatario debe desembolsar un promedio de mínimo $450.000 solamente para alquilar un departamento pequeño y pagar los gastos del consorcio.

“Hemos alquilado departamentos de dos ambientes de 50 metros cuadrados promedio en $400.000 mas gastos, bien ubicados y en muy buen estado de mantenimiento, con aire acondicionado y artefactos de luz ya instalados. También, monoambientes en Palermo con amenities de entre $280.000 y $300.000 mas gastos”, confirmó Soledad Balayan, titular de Maure Inmobiliaria, a TN.

Alquilar en CABA: ya no alcanza un un sueldo

Las cifras del costo promedio del alquiler muestran una conclusión obvia: no alcanza con un sueldo medio para procurarse un techo y vivir en la Ciudad de Buenos Aires. El índice Ripte (Remuneración Imponible de los Trabajadores Estables) elaborado por la secretaría de Trabajo llegó en diciembre a $484.298,40. Así, se observa que la totalidad del ingreso de un empleado se destinaría a costear el alquiler y sus gastos.

Pese a eso, desde el sector argumentan que los alquileres subieron 21% en enero, aún luego del dato de inflación de diciembre, que llegó a 25,5%. A lo largo de todo 2023, de acuerdo con Zonaprop el costo de alquilar aumentó 260% frente al 211,4% que registró la inflación.

“Los precios de los alquileres subieron 200% o 300%, tal como el resto de los bienes y servicios. Al menos, hoy hay oferta. Hace dos meses no había opciones y cualquier propiedad que entraba al mercado se alquilaba a cualquier valor”, subrayó Germán Gomez Piccaso, de Reporte Inmobiliario.

Por su parte, Hernán Perrone, corredor inmobiliario responsable de la oficina Remax Parque, sostuvo: “Aumentó muchísimo la oferta. Yo la medí en enero y las autorizaciones de alquiler por parte de nuestros clientes habían crecido un 50% con relación al mismo mes de 2023. Es muy dinámico: en monoambientes, por ejemplo, se llegó a duplicar la cantidad de publicaciones. Con respecto a los precios, son altos en pesos, pero no tanto en dólares y el que tiene una propiedad quiere sacar una rentabilidad en dólares”.

Sobre ese punto, Zonaprop indicó que la relación alquiler/precio retrocedió en enero y se ubicó en 5,43% anual. Esto significa que se necesitan 18,4 años de alquiler para recuperar la inversión, un 24% menos de lo requerido un año atrás.

Inquilinos: ¿camino a vivir peor?


Federico González Rouco, economista de Empiria, se especializa en los temas vinculados a la vivienda y reconoció que la ley que estaba vigente necesitaba una modificación. Consultado por TN sobre el aumento de la oferta tras la derogación, relativizó los números que brinda el sector. “Es cierto que antes había muy poca oferta y ahora hay más”, afirmó, pero dijo que en ese postulado se esconden algunas particularidades.

“Lo que pasó es que durante el último año y medio fue que la oferta desapareció de los intermediarios como las inmobiliarias o plataformas. Una razón es que el mercado empezó a pactar contratos por fuera de la ley porque la regulación era ilógica: era imposible firmar un contrato”, explicó.

“Eso dio lugar a un círculo vicioso. Los intermediarios tenían menos oferta porque los contratos estaban en dólares o tenían más de un ajuste anual. Entonces, los propietarios se ponían más estrictos para conseguir el mejor inquilino. Este último, siempre termina siendo un conocido o un amigo de un amigo. Ahora, al haber más oferta se le abren más posibilidades de las personas que necesitan alquilar y no tienen una ‘red de contención propietaria’ en su círculo social”, sostuvo González Rouco.

“Los precios son los mismos que antes, solo que ahora se hicieron públicos”, sentenció el economista, a la vez que negó la idea de que la derogación de la Ley llevaría inmediatamente a una baja del costo de los alquileres. “Por lo que subió en el último tiempo, esa renta es una parte cada vez más importante del ingreso de los propietarios. Entonces, si hay cierto reacomodamiento, va a ser lento porque el propietario se tiene que acostumbrar a resignar un parte de ese ingreso”.

Del lado de los inquilinos, la escalada de precios puede terminar en un empeoramiento de las condiciones de vida. “Hay posibilidad de que la gente viva peor. Una forma de verlo es en la cantidad de personas que viven hacinadas: familias de cinco integrantes que comparten un monoambiente, por ejemplo”, apuntó González Rouco.

En esa línea, dijo que los resultados definitivos del último censo darán datos específicos sobre el déficit habitacional. Sin embargo, señaló que es un problema que se arrastra hace más de 30 años debido a la inestabilidad macroeconómica que genera falta de crédito hipotecario que redunda en dificultad en el acceso a la vivienda.

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