DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

El audio en el que Vandenbroele admite sus negocios con Amado Boudou

Es en una conversación de más de dos horas que su ex esposa Laura Muñoz aportó a la causa por Ciccone.

Entre marzo y abril de 2010, el matrimonio entre Alejandro Vandenbroele, supuesto testaferro de Amado Boudou, y la profesora de gym Laura Muñoz estaba roto y había diálogos con pases de factura, antes de que ella decidiera hacerle juicio por alimentos para la hija de ambos y mucho antes de que decidiera contar los negocios que hacía su ex con el poder.

En esas conversaciones, el propio Vandenbroele que ahora entró en el programa de arrepentidos para morigerar su pena, admite que trabaja con José María Núñez Carmona para el entonces ministro de Economía. Un año después, tras la muerte de Néstor Kirchner, Cristina lo elegiría a Boudou como su candidato a vicepresidente y se perfeccionarían los negociados por los que ahora está preso.


En los audios, Vandenbrole le recrimina a Laura Muñoz que en ella ya no puede confiar porque en una pelea le dijo "vos, con esa sociedad fantasma...vas a terminar preso". Él le dice que le contó del negociado porque "creía que eran una pareja" y que él, al tener secreto profesional, decidió por el temor a que ella hablara perderse ese contrato. "Me perdí 70 mil dólares", le reprocha.

Vandenbroele era el titular de la sociedad "The Old Fund" que se quedó con la imprenta Ciccone Calcográfica y también con un contrato multimillonario con la provincia de Formosa. De esto se habla en las conversaciones.

Vandenbroele ratificó sus dichos como arrepentido al ser indagado como supuesto miembro de una asociación ilícita en la causa por enriquecimiento ilícito del ex vicepresidente.

Tras tomarle indagatoria, el juez federal Ariel Lijo prorrogó el secreto de sumario en las causas unificadas, vinculadas con Boudou y Ciccone Calcográfica, en donde está radicada la declaración de Vandenbroele como arrepentido.

Rodeado por sus custodios, Vandenbroele arribó a los tribunales federales de Retiro poco antes de las 11 para cumplir con el trámite de la indagatoria en la causa por enriquecimiento a cargo del juez federal Ariel Lijo.

En la audiencia se remitió a sus dichos del 15 de noviembre, cuando declaró como imputado protegido ante el fiscal federal Jorge Di Lello. Sólo aportó algunos detalles más ante Lijo y funcionarios de la fiscalía, y, luego, se negó a responder preguntas.

Tras arribar a los tribunales, el supuesto testaferro se entrevistó a solas con su defensa oficial en el despacho del juez Lijo y, tras una pausa en la que tuvo que salir al pasillo común para ir hasta el baño que es público, comenzó la indagatoria.

En ese trámite, Vandenbroele no respondió preguntas y se remitió a su declaración ante el fiscal, en la que aportó información que complicó a Boudou y al también detenido socio del ex vicepresidente José María Núñez Carmona.

Por sus dichos, fueron citados a declaración indagatoria el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y el extitular de la AFIP Ricardo Echegaray.

La causa por enriquecimiento fue la que derivó en la detención de Boudou y Núñez Carmona un mes atrás por el delito de "lavado de activos", por maniobras que para el juez intentaron ocultar de la Justicia los bienes y el dinero que no tendrían justificación.

Doce días después de estas detenciones, Vandenbroele se presentó en la fiscalía de Di Lello para declarar como arrepentido, a cambio de verse favorecido en el futuro con una reducción de condena. Luego de avalar el pacto hecho con el fiscal, Lijo impuso el secreto de sumario en todas las causas penales involucradas, entre ellas la del enriquecimiento ilícito.

El juez debe ahora escuchar en indagatoria a la exnovia de Boudou, Agustina Kampfer -en fecha aún a determinar- y luego quedará en condiciones de resolver todas las situaciones procesales.