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Descubren una nueva secuela del Covid en el semen

Un estudio halló un volumen seminal 20% menor y una baja sostenida en la calidad de los espermatozoides. Otro trabajo revela el impacto en los óvulos.

Pese a que la pandemia de Covid terminó, las ramificaciones que la enfermedad sigue revelando parecen infinitas. Así quedó en evidencia en el Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología, que se realiza esta semana en Copenhague. En este caso se trata de un trastorno que afecta a los varones.

Si la pandemia hubiera sido el argumento de una serie distópica, este nuevo hallazgo podría haber funcionado como recurso para darle una vuelta de tuerca al drama: un plan de la "naturaleza" para regular la reproducción humana. Pero en este caso se trata de conclusiones científicas fuera de toda interpretación antojadiza.

Lo que descubrió un estudio multicéntrico español es que la calidad y la cantidad de los espermatozoides humanos se ven deterioradas por lo menos hasta 100 días después de haber sufrido la infección por Covid. No se sabe qué ocurre después. Los expertos deslizaron que dicha falla podría tener alcances insospechados, aunque otros son más cautos.

La menor cantidad y calidad de los espermatozoides se traduce -según el estudio- en un descenso de la concentración en el semen y en una baja de la movilidad. Ambos atributos son claves para que sean mayores las chances de que un espermatozoide fecunde a un óvulo luego de una relación sexual.

Hasta ahora se sabía que la calidad del semen se veía afectada en el corto plazo después del Covid. Pero no había estudios de más largo plazo. De hecho, no se sabe qué ocurre luego de esos 100 días medidos en esta nueva investigación. Simplemente se había asumido que la cantidad y movilidad de los espermatozoides mejoraría una vez que se generaran nuevos espermatozoides. Ahora el panorama parece cambiar.

“Puede darse el caso de que Covid-19 cause daños permanentes, incluso en hombres que sufrieron sólo una infección leve”, explicó Rocío Núñez Calonge, directora de un grupo de clinicas de reproducción asistida que realizó el estudio. En declaraciones a la agencia Europa Press, dijo que el primer indicio se detectó a partir de hombres que acudían a clínicas de España para un tratamiento de reproducción asistida.

 

Covid y compañía

Clarín consultó a Sergio Papier, presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva, que también se encuentra en el congreso de Copenhague. “Vemos un antes y un después de la pandemia en la salud reproductiva. Pero atribuirlo sólo al Covid es un error. Durante la pandemia pasaron muchas cosas, muchos cambios de hábitos, el estrés, la vacunación, la alimentación, lo emocional. Todo eso influye”, enumeró.

Papier agregó que esas alteraciones no son exclusivas de los varones, sino también de las mujeres. “Es más sencillo estudiar a los varones porque se saca una muestra de semen y se analiza. En cambio, estudiar a las mujeres es más complejo. Se sabe, no obstante, que los espermatozoides son más susceptibles a estos cambios y los ovocitos están más protegidos”.

En cuanto al estudio español, entre febrero de 2020 y octubre de 2022, los investigadores reclutaron a 45 hombres de un promedio de edad de 31 años, que asistían a seis clínicas de diferentes regiones de España. Todos habían tenido Covid leve y habían dejado sus muestras de semen antes de la infección. Luego tomaron otra muestra de semen entre los días 17 y 516 después de la recuperación del cuadro.

Los resultados fueron los siguientes: encontraron un 20 por ciento menos de volumen de semen, una concentración de espermatozoides 26,5 por ciento menor y un descenso del 37,5 por ciento en la concentración de espermatozoides. En cuanto a la movilidad, bajó un 9,1 por ciento en general y 14,6 por ciento en la capacidad de los espermatozoides de desplazarse hacia adelante.

Se necesitan aproximadamente 90 días para crear nuevos espermatozoides. Pero cuando los investigadores observaron al grupo de hombres que proporcionaron una muestra más de 100 días después del Covid, descubrieron que la concentración y la movilidad no se habían recuperado pese al tiempo transcurrido.

“Los médicos deben ser conscientes de los efectos dañinos del virus en la fertilidad masculina”, dijo Núñez-Calonge. Incluso porque los casos de Covid analizados fueron leves, por lo que es probable que una infección asintomática también pueda dejar esta clase de secuelas.

En este punto, Papier consideró que para poder observar una mayor normalización de los espermatozoides habría que esperar dos ciclos de regeneración. Es decir, unos seis meses. Pero por ahora no hay estudios que hayan analizado ese escenario tan a largo plazo en un volumen relevante de voluntarios.

La relación entre el Covid y la salud sexual aún no está del todo clara. Una hipótesis es que la afectación de los testículos y los espermatozoides podría estar vinculada a la inflamación y el deterioro del sistema inmunológico que se observa en pacientes con Covid.

“El proceso inflamatorio puede destruir las células germinales al infiltrarse en los glóbulos blancos y reducir los niveles de testosterona al afectar las células intersticiales que producen la hormona masculina. En otros estudios se han notificado cambios intensos en la testosterona”, agregó Núñez-Calonge.

Cabe aclarar que el universo de voluntarios que participaron del estudio español estaba conformado por varones que ya padecían algún nivel de alteración en la funcionalidad de sus espermatozoides. Es decir que el Covid profundizó aún más una anomalía preexistente. No hay datos, en cambio, de cómo funcionó en este sentido el SARS-CoV-2 en hombres sin este tipo de trastorno previo.

 

El efecto en los óvulos

Sí se sabe, también, que ha habido una alteración en los óvulos humanos después de la pandemia, según un trabajo argentino que aún no fue presentado en foros internacionales. Los datos surgen del centro de medicina y genética reproductiva CEGYR, del que Papier es director médico.

Antes de revelar esos registros, el experto observó: “Estamos viendo mujeres jóvenes que vienen a congelar óvulos y la cantidad que estamos extrayendo no es la que deberían tener a esta edad. Para ponerlo en cifras, lo esperable serían unos 12 óvulos en promedio y logramos extraer ocho”, un 30 por ciento menos.

El trabajo formal del CEGYR reúne información de cinco años, entre 2018 y 2022. Las casi 800 donantes de óvulos estudiadas tenían entre 21 y 32 años: 403 participaron antes de la pandemia y 396, después. “El número medio de donantes por año fue significativamente menor en el grupo pospandémico (201,5 frente a 132,0) y algunas variables relacionadas con la reserva ovárica también se redujeron significativamente en la pospandemia”, dice el trabajo”. También da cuenta de que el número de embarazos por donante (0,94 frente a 0,67) también descendió después de 2020.

Sin poder atribuir esta merma a una de las variables del amplio abanico que condicionó a la población durante la pandemia (ya sean clínicas o socioambientales), el estudio concluye que “en el futuro sería importante evaluar si el impacto descrito en las donantes es temporal o definitivo”.

(Fuente: Clarín)

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