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Damián Stefanini, la investigación que entró en estado "pachorra": ¡Chau búsqueda!

La pista Brasil ya pasó al olvido. Un suegro y socios con amnesia no ayudaron mucho. Y los misteriosos crímenes nunca resueltos en Corrientes.

El caso ya entró en zona de olvidos. La fiscalía no lo tiene como prioridad, la hoja de ruta de esos expedientes que se archivan hasta nuevo aviso, o hasta siempre. Si la policía tenía designados 10 investigadores, hoy solo queda uno. Ese "uno" que queda sólo está esperando que alguno de los sospechosos pise el palito, algo que puede suceder mañana o nunca.

Un  ejemplo claro, la pista Brasil.  Los días posteriores a la desaparición de Stefanini ingresó con destino a San Pablo un ciudadano con pasaporte argentino trucho. El número de documento no coincide con el nombre real registrado en la Argentina. Un "masculino" de aproximadamente 40 años, contextura similar al empresario-financista, aunque la foto (barba tupida) no corresponde a nuestro hombre de Corrientes.

¿Cuál es el protocolo de rutina en estos casos? Una delegación argentina debería viajar al país vecino, tomar contacto con las autoridades, ubicar al sospechoso y hacerle una identificación dactilar -voluntaria o no- para compararla con la data de base del Registro de las Personas y saber la verdadera identidad de esa persona. Sea o no Stefanini, si alguien camina con documento trucho, es un ilegal.

Pero es diciembre,  mes complicado para investigaciones, entonces la pista Brasil no la sigue nadie.

La intuición de todos quienes siguieron el caso es que el financista ya no está en este mundo.  El sospechoso en San Pablo debe estar vinculado a otro delito, difícil sea el personaje buscado.

Además, la investigación debería tener que trasladarse a Corrientes y meter las narices en otros casos resonantes de esa provincia que también huelen a mafia financiera y política. Por caso, un avión sanitario desaparecido en Santa Cruz de la Sierra, el crimen de González Moreno y otros enredos de corrupción, dinero y poder. Cosas que ocurren y por eso que Dios está en todos lados pero atiende en Buenos Aires, los que estamos lejos de esa tierra divina desconocemos casi por completo.

Los primos Colombi que gobiernan la provincia mantienen un bajo perfil fuera de su territorio. La llamada del gobernador al jefe de seguridad Alejandro Granados no pasó desapercibida en la investigación. Colombi llamó horas después de la desaparición de Stefanini para solicitar que lo "trataran bien", y por eso se supone que sabe algo que no lo dice. Un investigador le iarioresumió a DiarioVeloz esa situación extraña con una comparación: "Si viajara La Mona Jiménez a Baires para dar un show en el Luna Park y se perdiera en la multitud.. ¿Vos imaginás que De la Sota lo llame a Macri para pedirle por el cuartetero.? Aquí es más grave porque a Stefanini no lo conocía nadie hasta su desaparición".

Y otro detalle que influye en la psiquis de los investigadores. Cuando comenzó a brotar el gráfico de contactos de Stefanini, los sabuesos olieron un perfume que les resultaba familiar.

Los mismos amigos/clientes que Leonardo Fariña,  la misma trama de estafadores registrados en los archivos policiales (Miguel Lamparelli, Adrián Gago), el auto que perteneció a Federico Elaskar (La Rosadita, ya procesado por lavado de dinero junto a Leonardo Fariña) y el silencio que dice mucho del suegro Horacio Ognio.

O sea, la pista de porqué había motivos para desaparecer o ser desaparecido tiene una hoja de ruta concreta.

En otros capítulos te vamos a contar los otros casos resonantes de Corrientes que pueden o no tener conexión directa con la desaparición de Damián Stefanini.

Diciembre sigue siendo un mes muy "pachorra"  para meterlas narices más de la cuenta.