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Cuidado, un abusador puede estar cerca

Desde hace más de 20 días, Ezequiel Guazzora, periodista y ex precandidato a diputado provincial por el partido Principios y Valores, se encuentra con prófugo de la Justicia. Se lo busca y se fugó, luego de que se conociera que sobre él recae, una seria acusación de corrupción de menores.

 
Desde hace más de 20 días, Ezequiel Guazzora, periodista y ex precandidato a diputado provincial por el partido Principios y Valores, se encuentra con prófugo de la Justicia. Se lo busca y se fugó, luego de que se conociera que sobre él recae, una seria acusación de corrupción de menores
 
Viviana Caminos, presidenta de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT Argentina) dio detalles sobre cómo se originó la denuncia, por la que el hombre es señalado de corromper a una menor. El pedido de captura que recae sobre Guazzora, es por corrupción de menores, que reprime el Art. 145 del Código Penal y fue solicitado por el Titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 54. Todo empezó con una denuncia, formulada por la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT Argentina) ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas. La organización presentó capturas de pantalla de conversaciones que el sospechoso mantenía con una mujer de 44 años, madre de la menor. Los mensajes, enviados desde una cuenta de Instagram, dan cuenta de la intención del periodista de pagarle a esta persona para tener relaciones sexuales con su hija, menor de edad. En el intercambio, la implicada le aporta su número de CBU. 

En la charla, de alto contenido sexual, el prófugo hace referencia a su intención de abusar de la adolescente. “La voy a violar para vos”, le dice a la mujer en referencia a su hija. “Me la hubieras dejado c... cuando tenía 8 añitos”, el usuario, que sería Guazzora, ofrece: “¿Si le muestro la platita se entrega? 50 mil a cada una, ¿100 mil querés?”.

“Videos y mucha platita, gringa. Tapándole la cara”. En la conversación, además, hay referencias a otras víctimas. “¿Nenitas de cuánto conseguís? ¿Hay que darle la plata a la madre?”. Me imagino que a esta altura del relato, Usted ya tendrá una mezcla entre furia y pena, cuesta comprender semejantes conversaciones y negocios, tanto del abusador como del facilitador, que no es otra que la madre de la menor. Independientemente de la pena que les corresponderá a ambos por el delito, me pregunto, ¿qué les pasa a estas personas que hacen estas cosas? No encuentro respuesta alguna, solo tengo ganas de llorar y darle gracias a Dios por los padres que tuve.

El abuso infantil existió siempre, pero en estos tiempos, donde pareciera que TODO está bien y donde los padres adolescentes se multiplican por miles, demuestran que los padres están ausentes en la vida de los hijos, y en este caso la madre uso a su hija para hacer unos pesos, de seguro ella haya padecido lo mismo de niña.

Para que se sienta más triste y comprenda con mayor claridad lo que pasa, le recomiendo una película, que debería ser de exhibición obligatoria, Sonido de Libertad, y les cierro la columna con una frase que oí allí, LOS HIJOS DE DIOS NO SE VENDEN.

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