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Cristina-Scioli, cita por caja y rediseño de staff provincial

*Por Pablo Ibáñez. Antes de refugiarse en El Calafate, con una escala previa en Santa Fe, Cristina de Kirchner recibió ayer a Daniel Scioli en la quinta de Olivos, mano a mano que el gobernador aprovechó para destrabar un puñado de determinaciones referidas a su gabinete.

Despejó dudas sobre expedientes puntuales: la continuidad, sin retoques de estructura, de Ricardo Casal en el Ministerio de Seguridad, y la mudanza de Cristina Álvarez Rodríguez de Infraestructura a la cartera de Gobierno de la que se despide Eduardo Camaño.

Lo de Casal tenía una semiconfirmación de Scioli, pero debía pasar el filtro de la Casa Rosada. Ayer, según trascendió, la Presidente expresó su OK a que el funcionario, que fue duramente cuestionado por sectores K, siga al frente de la cartera de Seguridad.

No es, para el gobernador, un asunto menor: los chispazos con Nilda Garré, la versión del desembarco de León Arslanian en Justicia -o el ascenso del camporista Julián Álvarez- más retoques en el organigrama de la SIDE sonaban como un jaque mate a Casal.

Lo uno, sin embargo, no anula lo otro. Por lo pronto, Casal fue ratificado ayer con su doble cargo: Seguridad y Justicia. Queda, en suspenso, la posibilidad de entronizar a un civil como jefe de la fuerza.

Lo de Álvarez Rodríguez tenía un condimento particular: fue electa, el 23 de octubre, como diputada nacional en el segundo lugar de la lista del FpV, por lo que Scioli quiso consultar con Cristina porque nombrarla en Gobierno implicaba convertirla en candidata testimonial.

En la actualidad es ministra de Infraestructura y tendrá que renunciar a su banca para jurar en Gobierno -su escaño lo ocupará Gastón Harispe- oficina que libera Camaño quien, a su vez, seguirá vinculado al staff sciolista como jefe de asesores.

La cita entre Cristina y Scioli se esperaba para el sábado, pero hoy la Presidente encabezará un acto en Las Parejas y luego viajará al sur de donde regresará recién el lunes por la tarde, ya que para el mediodía de ese día programó una actividad en Tierra del Fuego.

Dato para supersticiosos y cabalísticos: en 2007, antes de asumir su primer mandato, la Presidente anunció la designación de sus nuevos ministros el 14 de noviembre. El lunes es 14 de noviembre.

Encriptada, sin terceros, la reunión aportó certezas y sorpresas: por un lado, que Cristina no objetó ninguno de los nombres que el gobernador le presentó para conformar su gabinete; por otro, girará los fondos para cubrir el déficit hasta fin de año.

El primer pelotón incluye a Alejandro Arlía en Infraestructura, Silvina Batackis en Economía, Silvina Gvirtz en Educación, la continuidad de Alberto Pérez como jefe de Gabinete, de Oscar Cuartango en Trabajo y de Alejandro Collia en la cartera de Salud.

Quedan factores accesorios para resolver Producción, que está encaminado para Cristian Breitensten, y Asuntos Agrarios, que abandona Ariel Franetovich. La mención de Carla Campos Bilbao, actual subsecretaria de Agricultura en Nación, parece sólo una emboscada.

Habrá ministerios nuevos -de Comunicación para Juan Courel- áreas que se independizan -Adicciones, Juventud y Minoridad en una secretaría integral a cargo de Pablo Navarro- y traslados: el Estadio Único, por caso, a Deportes, secretaría que sería potenciada.

Sobre Eduardo Aparicio, invocado para Desarrollo Social, anoche se mantenía alguna incertidumbre porque se asegura que en la reunión Cristina mencionó el nombre de Sergio Berni, funcionario de Alicia Kirchner, pero ésa es una de las claves de los ruidos posteriores.

Como flechas envenenadas se habló de un pedido de Cristina para que Berni, que fue electo senador provincial, y José Ottavis, neocamporista que jurará como diputado, tengan lugares preferenciales en las autoridades de las cámaras de diputados y senadores.

Se sopló, incluso, que habría existido un veto de la Presidente sobre un aspirante a un alto cargo legislativo. Guerra de guerrillas.