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Crimen de Fernando Aramburú: el presunto asesino había sido echado de las fuerzas armadas hace cinco años

Loïk Le Priol entró muy joven a la escuela de Marina francesa, luchó en dos países y fue expulsado por inconducta. Con novia y planes, parecía encaminado, pero habría matado al exrugbier.

Loïk Le Priol entró a la escuela de la Marina de Francia a los 16 años. Entre los 18 y los 20 combatió en misiones en Malí y Djibouti, África. Este martes, a los 27, fue apresado en Hungría, donde se disponía a cruzar la frontera para pelear en Ucrania, contra las fuerzas invasoras rusas. Tenía tres armas blancas prohibidas en su auto. Pero la detención fue por algo mucho más grave que la portación indebida de esos cuchillos: Francia había hecho un pedido de captura internacional por el asesinato al ex rugbier argentino Federico Martín Aramburú, ocurrido el sábado último en París.

De Le Priol se fue conociendo en estos días su perfil de militante extremista en el núcleo juvenil Grupo Unión Defensa (GUD), de fundador de una marca de ropa “de blancos para blancos” y de torturador de un ex presidente del propio GUD. Lo que ahora trascendió es por qué fue expulsado de las fuerzas armadas francesas, hace cinco años.

En julio de 2015, el comando fue repatriado a Francia, por una recomendación del propio servicio médico militar, que alegó un “grave trastorno de estrés postraumático”. Según Julien Rochedy, un dirigente de la derecha francesa, lo seguía un psiquiatra de las fuerzas armadas. Apenas tres meses después de la vuelta a su país el comando participó en una sesión de tortura, en la que él y otros cuatro integrantes golpearon, desnudaron y humillaron, filmándolo, a un ex presidente de GUD. No mucho tiempo después fue dado de baja como militar por causas disciplinarias, según informó el prestigioso diario deportivo L’Equipe en un perfil del principal sospechoso del homicidio de Martín Aramburú.

Por esa época, en 2016, Le Priol creó su marca de indumentaria, Babtou Solide Certifié. “Babtou” refiere a “toubab”, un término empleado en África para referirse despectivamente a los blancos. “Nos subimos a una cierta ola de identidad”, explicó el entonces emprendedor, aludiendo a la juventud francesa blanca. “Levantá el c... de la silla, levantá hierros pesados, aprendé tu p... historia leyendo libros tan grandes como los c... de tus antepasados, sacá pecho [...]. Convertite en un babtou sólido certificado”, exhortaba la marca, que al poco tiempo fue suprimida del registro de empresas, en junio de 2017.

Le Priol presenta cuatro antecedentes de actos de violencia en su prontuario. Hasta ahora, el más grave era aquél de la tortura, cuyas imágenes de video tomaron estado público. El juicio, en el que el ex marino está acusado de violencia agravada, comenzará en junio próximo. Hasta el momento, tenía prohibidos tener contacto con Romain Bouvier, uno de los cuatro torturadores, e ingresar a París. El asesinato a Martín Aramburú ocurrió en el centro de la capital francesa y Bouvier, de 31 años, habría sido autor de algunos de los cinco o seis disparos que acabaron con la vida del platense ex jugador de los Pumas.

Pero el joven Le Priol, de físico muy trabajado y que posaba como modelo de su marca de indumentaria, estaba más calmo en los últimos tiempos. Al menos según lo describió Rochedy, ex director del Frente Nacional de la Juventud, una rama del partido político encabezado por la candidata presidencial Marine Le Pen. En su momento, Rochedy había posado con una camiseta de Babtou, la marca cuyo símbolo es una rata negra en actitud combativa.

En Twitter, el dirigente, hoy de 34 años, se refirió a Le Priol como a un “colega” al que “casi no veía más”. Y postuló un supuesto cambio del presunto homicida. “Todos los que conocían a Loïk pensaban que se había calmado. Siempre había estado afectado y lo seguía un psiquiatra de las fuerzas armadas, pero la última vez que lo vi en París tenía novia, planes; parecía apaciguado. Estábamos contentos de que estuviera mejor”, contó el político. Que se desvinculó del crimen y presentó a Le Priol como su autor: “Luego llegó esta horrible noticia. Una pelea, alcohol, armas de fuego, Loïk enloqueciendo y cometiendo este acto incalificable”.

Rochedy habló de “crimen imperdonable”. De estar “terriblemente triste”. “Sobre todo por la víctima y su familia, por los cuales rezo”, tuiteó. Y enfatizó, para dejar más en claro su postura: “Deseo que él [Le Priol] se rinda lo más pronto posible y que la justicia haga su trabajo”. Le Priol no se rindió. Lo descubrió la policía húngara en Záhony, una localidad de 4000 habitantes cercana a Hungría, por donde pasan muchos refugiados que huyen de la guerra a la que el ex comando francés acudía por propia voluntad.

El miércoles, en el departamento Sarthe, que contiene a la ciudad de Le Mans, fue detenido Bouvier, el supuesto cómplice o coautor de los tiros que ultimaron a Martín Aramburú. A su vez, Lison R., la tercera persona buscada y novia de Le Priol, había sido capturada el propio sábado, unos minutos después del hecho, en París. Y la declaración de la estudiante de nutrición, de 24 años, resultó crucial para dar con aquéllos de quien fue cómplice al manejar el Jeep desde el cual se disparó a Martín Aramburú.

“Siempre en lo alto”, afirma en latín (”semper ad alta”) un tatuaje en la musculosa espalda de Le Priol, exhibida repetidamente en las redes sociales. Pues el extremista ya no lo está. Si se confirma que es el autor del asesinato, cayó en lo más bajo. Y permanecerá encerrado por mucho tiempo.

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