Cortes y manifestaciones: la década piqueteada
Prohibir el paso en la vía pública está prohibido por ley pero no se respeta. ¿Se podrá terminar con este problema?
Mejor tarde que nunca. Néstor Kirchner asumió la presidencia en 2003 con la bandera de los Derechos Humanos colgada sobre su hombro y con una clara posición respecto a las manifestaciones públicas: no hacer nada. Algo más que comprensible considerando la herida que todavía no había cicatrizado del 2001.
Pero, se sabe, esta postura se mantuvo durante todo su mandato y también durante los dos de Cristina. En los últimos años, a todos los que trabajamos en la Ciudad se nos hizo una verdadera odisea y una incertidumbre saber si llegaríamos a nuestro destino o tendríamos que pasar horas trabados en la General Paz o en el Microcentro.
Ahora, un proyecto impulsado por el Gobierno Nacional busca "garantizar y afianzar derechos" de los ciudadanos que se ven afectados por los cortes de tránsito. ¿Afianzar derechos? Cortar la calle está prohibido por ley, por lo tanto los derechos de los que transitan la Ciudad deberían haberse cumplido durante los últimos 11 años.
Más allá de esta cuestión, el proyecto (o lo que se conoce de él) no deja muy en claro cómo se van a controlar las manifestaciones públicas. Proponen que deben ser notificadas 48 horas antes y una mediación con las fuerzas policiales, algo que parece un tanto lejano de concretar.
Al igual que todos los porteños, espero que el tema que aqueja a millones de personas sea solucionado, ya sea con este proyecto o con otro. Mejor tarde que nunca...