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“Con el nacimiento de Indio logramos formar una familia perfecta”

El viernes 2 a la medianoche, la modelo Rocío Guirao Díaz y el empresario de la alimentación, Nicolás Paladini fueron papás de su segundo hijo, Indio, un hermoso bebé de 3.300 kilos.

Rocío Guirao Díaz fue mamá por segunda vez. Sobre la medianoche del miércoles 2, la esposa del poderoso y apuesto empresario Nicolás Paladini, dio a luz al benjamín de la familia, al que decidieron bautizar Indio por decisión del baboso papá que en su brazo derecho tiene tatuado el nombre de Rocío, mientras que en el izquierdo ya se tatuó el de Aitana.

La gran pregunta del millón es saber qué parte del cuerpo elegirá para tatuarse el del nuevo integrante de la familia, Indio. La bella modelo, de 26 años, y el empresario, de 31, eligieron el Twitter para dar a conocer públicamente la llegada de flamante nuevo integrante de la familia. “¡Nació Indio!!! ¡Feliz de la vida estoy!!! Salió todo bien por suerte. GRACIAS DIOS!!!”, rezaba el breve pero por demás emotivo mensaje que los felices papis subieron a la red, pocos minutos después de que Indio naciera. Al igual que le ocurrió con su primera hija, Aitana, (nació el 23 de junio de 2009) Guirao Díaz, por decisión de los médicos que estuvieron a cargo del parto, tuvo que volver a someterse a una cesárea programada.

Por otra parte, y a diferencia de la decisión que había tomado ante el nacimiento de Aitana, en esta oportunidad Rocío aceptó seguir los consejos y las recomendaciones de sus médicos de cabecera y, tal como se lo había prometido en secreto a sus padres, optó por mantener en cuidado las células madres del cordón umbilical de Indio para, de esa manera, prevenir posibles dificultades futuras que pueda tener el bebé que acusó un peso de 3.300 kilos en la balanza. “Estamos felices de la vida porque queríamos un hermanito para Aitana y lo veníamos buscando desde hace unos meses. Por suerte, con Indio ahora tendrá con quien jugar y también con quien pelearse”, confesaba la modelo, antes de abrir el paraguas respecto al tercer hijo. “Por el momento bajamos la persiana porque así somos una familia ideal. Ahora somos dos hombres y dos mujeres, o sea, una familia equilibrada y perfecta.

Cualquier decisión va a tener que ser consensuada entre las mujeres y los hombres de la familia. Suena divertido, ¿no?”, fueron las únicas declaraciones que salieron de la boca de la feliz mamá apenas salió de la clínica Los Arcos del barrio de porteño de Palermo el sábado a las 14.30. En la puerta, además de los padres de ambos y de un par de curiosos que se acercaron al lugar para pedirle autógrafos tanto a Guirao Díaz como a Paladini, los estaba aguardando Federico, el hermano menor de Nicolás, quien se abalanzó sobre su flamante sobrino para, tras darle un gran beso, tenerlo unos minutos en sus brazos. Luego de las felicitaciones de rigor, los papis se subieron a un espectacular Audi gris, manejado por Nicolás, que los llevó directo a su nidito de amor.