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Cómo seguirían las restricciones por el coronavirus en la provincia de Buenos Aires

Los parámetros epidemiológicos no dan para hacer modificaciones. Kicillof ya había permitido restaurantes con aforo y otras medidas que anunció Larreta este jueves.

El gobierno de Axel Kicillof mantendrá el actual sistema de fases para definir las aperturas o cierres de actividades cuando venza en las próximas horas una nueva etapa de las restricciones para contener la expansión del coronavirus.

Ese esquema permitió hace 15 días retomar la presencialidad escolar en 40 municipios del área metropolitana de la provincia y también una serie de permisos para esparcimiento, comercio y recreación. El AMBA bonarense quedó en fase 3 y, según admitieron esta noche fuentes del ministerio de Salud, “será difícil que pueda modificarse ese estatus sanitario”.

Es que para eso, el Gran Buenos Aires debería romper esta barrera: la acumulación de casos confirmados de COVID-19 en toda la región en los últimos 14 días debería ser inferior a los 250 por cada 100 mil habitantes. Además, el denominado “índice R”, de contagiosidad, debe estar entre 0,8 y 1,2.

Por el momento, eso no ocurre y entonces casi el 70% de la población bonaerense seguirá como hasta ahora. Es decir, con restricción de circulación entre las 0 y las 6; cierre de comercios no esenciales de 20 a 6; locales gastronómicos podrán seguir hasta las 23, vendiendo en veredas o en el interior con aforo del 30%; actividades deportivas solo al aire libre y con un máximo de 10 personas y con clases presenciales (con medidas sanitarias) en todos los niveles.

Pero además, en Buenos Aires desde este viernes 25, las salas de teatro pueden abrir con un aforo del 50% y las de cine del 30%, siempre en estricto cumplimiento del protocolo y las medidas de prevención vigentes. Los centros comerciales en el conurbano abrieron hace 10 días.

En esta etapa del confinamiento por el virus respiratorio, Kicillof está más adelantado que su colega de la Ciudad, Horacio Rodriguez Larreta. El jefe de gobierno anunció que restaurantes y gimnasios podrán atender en salones interiores con aforo de hasta el 30%. Y vuelve la presencialidad total en la secundaria.

¿Qué otros cambios podría traer esta nueva etapa del distanciamiento social? En principio, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, analizará hasta el domingo las variables epidemiológicas de todos los municipios para determinar si pueden moverse de fase.

Ahora, Buenos Aires tiene 59 distritos en fase 2 (el equivalente a “alarma epidemiológica”, que no permite las clases presenciales, por caso); 73 en Fase 3 y tres en Fase 4, la más elástica.

Hay expectativa en las comunas del interior por el retorno de los chicos a las aulas. La vuelta en el AMBA sin que se reflejara en la extensa pampa provincial provocó cruces y reacciones de intendentes opositores, hace dos semanas, cuando de manera sorpresiva Kicillof dispuso la reapertura de los edificios escolares para el dictado de clases con alumnos y docentes.

Una semana después de la polémica –que incluyó acusaciones de “discriminación” y de intentar perjudicar a los distritos gobernados por JxC- el gobernador habilitó otras 10 ciudades que pasaron a fase 3: Bahía Blanca, General Alvear, General Guido, General Pueyrredón, Monte, Ramallo, Saavedra, San Antonio de Areco, San Pedro y Tandil.

Entre el domingo y el lunes aquellas localidades que presenten avances en la contención de la pandemia podrán tener clases presenciales.

En fase 3 –el GBA y varios del interior- seguirá vedada la práctica en gimnasios, natatorios cerrados, casinos, bingos, locales de esparcimiento nocturno, reuniones sociales con más de 10 personas en lugares cerrados y la práctica de deportes grupales en ambientes cerrados.

Continuarán habilitados los museos (30%); los centros comerciales (sin patios de comida, sin juegos para niños) y los eventos religiosos en el interior de los espacios con capacidad limitada (30%).

Todo este diagrama quedará atado a la evolución de los casos. Buenos Aires redujo un 42% el número de contagios promedio en las últimas cuatro semanas: pasó de 12.000 a 7.020 casos diarios. Pero las autoridades consideran que aún es un parámetro alto. Es casi un 30% más que la primera ola y el rebrote de enero.

Y también un número inestable. Este jueves, se reportaron 8.300 infectados en el territorio. Empuja hacia arriba el promedio. Kicillof apunta toda la artillería contra el virus a la campaña de vacunación. Tiene 5,6 millones de bonaerenses inmunizados con la primera dosis. Poco más de un tercio de la “población objetivo”. Y 1,3 millones con dos dosis. Está por debajo del 10% en ese renglón y espera con ansiedad la llegada de partidas del componente 2 de la Sputnik V, que es la que más suministró en esta etapa.

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