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Cómo es el excéntrico príncipe de Qatar que pasó de los Juegos Olímpicos a dominar el Dakar

Nasser Al-Attiyah se impuso entre los coches, y, en charla exclusiva con DiarioVeloz, habló de su amor por Argentina, donde el público lo tiene como ídolo.

El Dakar demostró nuevamente que es, quizás, el desafío más grande para el cuerpo humano. Dos semanas de competencia en una moto, cuatriciclo, auto o camión con temperaturas salvajemente extremas, que algunos pilotos han pagado con su vida.

Pero hay algunos héroes que dominan el peligro y la adversidad, para ganarlo con contundencia, como Nasser Salih Nasser Abdullah Al-Attiyah, ganador del Dakar 2015 en autos con un MINI Cooper,
navegado por el francés Mathieu Baumel.

Con un carisma que lo convirtió en uno de los favoritos del público, pero con una calma igualmente notable para charlar en exclusiva con DiarioVeloz, el piloto óriundo de Qatar pasó por diversas disciplinas deportivas a lo largo de su vida.

Además de su exitosa carrera en Rally, con dos títulos en el Dakar (2011 y 2015), y el campeonato Mundial de Rally en la división Producción en 2006, tuvo participaciones olímpicas.

Al-Attiyah fue nada menos que abanderado de su país en Beijing 2008, y logró darle una medalla a Qatar en Londres 2012, al ganar el bronce en la modalidad Skeet.

En cuanto a las cuatro ruedas, se hizo conocido para el público argentino con buenas actuaciones en el Rally Mundial, cada vez que había competencia en Córdoba. Su reiterado aprecio por éstas tierras lo hicieron convertirse en ídolo para muchos fierreros.

"Ésta edición fue la más difícil de todas, sin duda. Correr los dos días de competencia en Bolivia, con tanta altitud, se hizo muy duro", dijo el ganador a DiarioVeloz en referencia a las dos etapas con epicentro en el impactante salar de Uyuni, en el país del altiplano.

"Fue muy difícil, pero ganar un Dakar es un momento magnífico, es algo mágico", lanzó, mientras se animó a tirar unos 'jueguitos' con una pelota en Tecnópolis, escenario de la llegada de la competencia, con el podio de premiación.

Con el X-Raid, el poderoso equipo alemán que se convirtió en una referencia de la carrera, Al-Attiyah dominó la carrera de principio a fin, sólo por momentos acechado por el sudafricano Giniel De Villiers, del equipo Toyota.

"Creo que el Dakar ahora si se estableció en Sudamérica, es el mejor lugar para correrlo. Además es muy lindo tener tanto apoyo del público sudamericano. Siempre soy un gran agradecido con todo el cariño que nos dan, sobre todo acá en Argentina", reconoció además Al-Attiyah, quien señaló como objetivo inmediato repetir su victoria en el próximo Dakar.

Se lo conoce como un hombre muy desprendido, distendido, y sobre todo cordial. Así fue con DiarioVeloz en Tecnópolis, intercambiando conceptos mientras se saca fotos y firma autógrafos con sus fans. Siempre sonriente, tal como se ganó al público argentino, que querrá volver a verlo ganar en 2016.