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Comer afuera cada vez cuesta más

Dos consultoras ubican el aumento interanual entre el 28 y el 34%; una familia puede gastar casi 500 pesos.

Quien haya experimentado por estos meses una aguda punzada a la hora de pagar la cuenta de un restaurante no debería sentirse extraño. Ni tampoco apresurarse a consultar con un médico. Es que una de las salidas preferidas de los porteños se aleja cada vez más de los bolsillos medios.

El gasto de comer afuera, por ejemplo, en un restaurante de Belgrano con un plato principal, un postre y una bebida cuesta hoy un promedio de 121 pesos, 34% más que el año pasado, según un relevamiento realizado por Sel Consultores.

Esos valores trasladados a una mesa tipo de cuatro personas significan 484 pesos, una cifra que no está al alcance de cualquiera.

El director de CIT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, calculó que el aumento interanual fue del 28 por ciento. Y afirmó que es uno de los rubros que más han incrementado sus precios, pese a que la demanda (los clientes) sostiene o acompaña esos ajustes hacia arriba.

"Cada restaurante, en su nivel, ha ido aumentado porque los costos de los comercios también crecieron; una parrilla en Lanús o un restaurante en Puerto Madero hicieron ajustes porque, si no, no pueden funcionar -explicó Tiscornia-. La demanda crece porque por la inflación el que puede gasta la plata en electrodomésticos, en viajes o en comer afuera".

Como fuera, las cartas de los restaurantes llegan con sorpresa adentro como la golosina. El ojo de bife, sin acompañamiento, en un lugar turístico de Puerto Madero se cotiza a 100 pesos cómo mínimo. El mismo plato en una parrilla media del barrio de Monserrat no baja de 70 pesos. La diferencia es grande, pero, en ambos casos, el aumento es similar: 30% en doce meses.

"Aumentó mucho porque en algunos lugares también subieron el valor del cubierto y la bebida y hay cosas insólitas como cobrarte 40% más si compartís el plato, como me ocurrió a mí", comentó a La Nacion Susana Andrada, de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua). "Es para levantarse e irse", agregó aún indignada.

En Buenos Aires hay unos 3500 restaurantes a los que concurren unos 500.000 clientes por día, según la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.

Durante una recorrida por algunos restaurantes de Puerto Madero saltan a la vista dos cosas: que las mesas están siempre llenas y que los precios son, en algunos casos, superlativos. Una ensalada Caprese, 31 pesos; unas pastas con salsa bolognesa, $ 34; un 1/4 pollo deshuesado, $ 27; una porción de papas fritas, $ 27, y la "polenta del día", 42 pesos. Estos son apenas algunos ejemplos.

"Me duele", dijo Jorge, antes de firmar el cupón de pago de la tarjeta de crédito. "Esta es una zona cara, pero también es una de las más concurridas, y no solamente por turistas. La verdad es que están relocos con los precios", agregó, aunque a la hora de prestarse a una foto aclaró: "No quiero porque puede quedar como que estoy en contra el Gobierno y no es así".

La carne, como sucede en la góndola de los supermercados, lidera los aumentos por lejos. En una parrilla con varias sucursales en la Capital un plato de vacío "fino", uno de los cortes que no se exportan y es sólo de consumo interno, cotiza a 75 pesos. Hay lugares donde la tira de asado (muy fina) no baja de 60 pesos. Hace doce meses, el mismo plato podía ubicarse con algún esfuerzo a 40 pesos. Ya no. "Aumentó mucho... Yo, que salgo a comer seguido, calculo que los precios se deben haber duplicado en un año", opinó Marcos Badano, antes de pagar en una parrilla "de las caras".

Precios prohibitivos

Mariela Mociulsky, directora de Trensity y especialista en investigación y tendencias, opinó que el aumento de precios "se nota en todas las investigaciones y hay casos que ya son prohibitivos . La permanencia de los restaurantes va a tener que ver con el valor percibido por la gente, que ya no va a pagar cualquier cosa por opciones comunes".

Hoy, la ciudad de Buenos Aires ofrece una amplísima oferta gastronómica y existe una especie de obsesión por descubrir nuevos sabores y aceptar la mayor diversidad. "Hay una tendencia a la «gourmetización» del público, que aprovecha para conocer y viajar a través de los sentidos más que para satisfacer el apetito; el conocimiento gourmet viste socialmente", explicó ante la profusión de restaurantes y de público.

El segmento de quienes por razones laborales tienen que almorzar fuera de su casa también sintió los incrementos. El estudio de Sel Consultores indicó que un empleado de clase media que almuerza en una cafetería muy concurrida del microcentro paga $ 35,50 por el plato del día, gaseosa y café. Hace un año, ese mismo "combo" le costaba 28 pesos. El aumento en este caso es del 27%. "Su jefe -ejemplifica el estudio-, que pide el menú ejecutivo en un restaurante de Retiro, gasta por ese mismo menú 49% más que el año pasado".

Mientras apuraban un sándwich en un banco de una plaza, tres empleados comentaron. "Notamos un aumento grande en el último mes y más todavía en la última semana", señaló Fernando Ludici, que gasta un promedio de 20 pesos por mediodía, cuando hace un año no gastaba más de $ 15.

3500
Restaurantes en la ciudad

Son los registrados oficialmente en toda la Capital, sin contar con los cafés y los lugares de comidas rápidas.

500.000
Clientes por día

Es la cantidad de personas, en promedio, que todos los días concurre a comer a algún restaurante de Buenos Aires.