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Cerraron 9 líneas de colectivo de la empresa Tomas Guido

El cese de actividades afecta a cientos de miles de usuarios y a más de 1.300 empleados. DiarioVeloz.com habló en exclusiva con Pablo Montaño, delegado de la línea 25.

*Por Nieves Otero
@nieves_otero
notero@diarioveloz.co

Miles de usuarios vieron dificultado el trayecto de su casa al trabajo esta mañana cuando luego de minutos de vana espera se dieron cuenta de que sus colectivos nunca vendrían por ellos. Se trata de las líneas 9, 84, 271, 299, 373, 384, 505 y 507, manejadas por la empresa Tomás Guido que dejó de funcionar el sábado pasado, la medida afecta a cientos de miles de usuarios  y a más de 1.300 empleados.

Hoy estalló un conflicto que venía gestándose desde hacía tiempo, una bomba que en cualquier momento explotaría y cuyo detonador había sido accionado el pasado sábado, cuando las ocho líneas manejadas por la empresa Tomás Guido dejaron de funcionar. Cabe aclarar que la línea 25 de la empresa es un capítulo aparte ya que se encuentra en "paro" de actividades desde hace 50 días.

El viernes alrededor de las 14 horas la empresa Tomás Guido dijo que "guardaría" las 8 líneas de colectivo, argumentando que no cuenta con recursos para mantenerlas.  Según Pablo Montaño, chofer de la línea 25 (desde hace 13 años) y delegado "hoy ardió Troya porque hay miles de usuario afectados, pero la situación viene mal desde hace mucho".

De hecho, los choferes de la línea 25 se encontraban desde hacía 50 días de paro, o mejor dicho, tal cual lo aclara Montaño, "en abstención de tareas por falta de condiciones", y luego agrega "trabajamos de una forma deplorable, las unidades en malas condiciones y sin mano de obra, falta de higiene, pocos colectivos, lo cual suma un nivel de estrés extra".

La empresa no emitió ningún comunicado oficial ni legal hacia los empleados, todo fue "de palabra". Autoridades de Tomas Guido dijeron que "la empresa dará un paso al costado debido a la falta de fondos". "No hay aún ningún comunicado oficial en el que se declare la quiebra, sólo los dichos informales", explicó Montaño.

Hoy es el cuarto día hábil del mes, lo que significa que Montaño y sus 1.300 compañeros de trabajo deberían recibir su remuneración, hecho que dudan que ocurra en el día de la fecha. Sin embargo, no pierden la calma ya que se estima que el subsidio que dejó de recibir la empresa, será utilizado justamente para pagar el sueldo de los trabajadores.

Ahora se supone que se armará una UTE (Unión Transitoria de Empresas) para que se hagan cargo de las trazas (los recorridos, que pertenecen al Estado, no a las líneas) mientras deciden qué empresas manejarán en el futuro dichos servicios.

La situación entre los trabajadores de las distintas líneas es exactamente la misma. "Tenemos garantizada la fuente de trabajo, eso es lo bueno que tiene este gremio, el servicio, con una empresa u otra, seguirá", comenta Montaño transmitiendo una cuota de tranquilidad a los trabajadores.

Tanto Montaño como el resto de los empleados de la empresa continúan cumpliendo sus horarios laborales desde la cabecera de las líneas, aunque no pueden salir ya que no cuentan con las unidades.

Los usuarios, los más perjudicados

Como siempre que hay un conflicto entre empresas y trabajadores, los más afectados son los consumidores. Y por supuesto ésta no es la excepción.

Verónica es, o mejor dicho era, una usuaria de la línea 271. Tomaba el ómnibus a diario para volver del trabajo a su casa. Hasta que el jueves... se cansó de esperar en la parada  y una señora (una usuaria más) le comentó que le parecía haber escuchado que la empresa estaba en quiebra. Ahora Verónica debió cambiar su habitual colectivo por la línea 134, el trayecto que ella utiliza es similar, lo mismo la tarifa, pero no así la frecuencia: "ahora tengo que esperar un montón hasta que llega y cuando viene muchas veces está lleno y sigue de largo".

Melina en cambio, debió cambiar su rutina mucho antes, ya que ella solía tomar el 25 para ir desde el barrio de Flores hasta Saenz Peña, donde vive. Recuerda la mala condición de las unidades: "tardaba más de 20 minutos en llegar y se notaba que estaba descuidado". Ahora, sin el 25 debe tomar dos colectivos, lo cual implica el doble de dinero en viáticos y mucho más tiempo.

Por Verónica, por Melina y por miles de usuarios más, es que Montaño y sus compañeros esperan que el conflicto se solucione pronto, ellos no se sienten en la vereda de en frente de los usuarios, sino que entienden que en definitiva, todos son víctimas de la misma negligencia por parte de la empresa Tomas Guido.

Por otro lado, desde DiarioVeloz.com, llamamos en reiteradas oportunidades a la empresa pero no recibimos respuesta.