DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Causa Cecilia: no todo es tan claro 

Mientras día a día y en formato de serie de Netflix, vamos conociendo como el Clan Sena terminó con la vida de Cecilia, quien se había casado con el hijo de la pareja a espaldas de todos, para la Justicia y los abogados de la familia de la víctima la causa estaría cerrada. Misteriosamente, de los movimientos monetarios del clan con la connivencia del poder político local no se habla más. 


Contra toda lógica, Marcela Acuña, madre del joven y esposa de Emerenciano, quien era figura fuerte de la casa y aún contra el consejo de su defensor, decidió declarar y dijo: “Vi un bulto marrón, gris, no podría definir bien el color, todo cerrado, similar a una bolsa de boxeo. Pero también se me hizo que era un cuerpo. Salí asustada de ahí”. Acuña hablaba de lo que vio en una de las habitaciones de su domicilio, aquel 2 de junio pasadas las 16 horas. 
 
“Aproximadamente entre 10.30 y 10.45 llegó César. Lo vi colorado, con un rasguño en el cuello y una lastimadura debajo de la barbilla. Le pregunté qué ocurrió y me dijo que se había peleado con Cecilia. Como había gente en el lugar no quise preguntar más. Pasados unos minutos, se volvió a mi casa”, continuó.

“Como lo vi de esa manera le dije de tomar un té y sentarme a hablar con él de lo que había sucedido con Cecilia y la pelea que él me había planteado. Él se largó a llorar y me pidió si podía ir a un operativo de salud que se realizaría en horas de la siesta en la localidad de Colonia Elisa. No quiso decirme qué había pasado y opté por no preguntar más porque tenía que manejar y tenía miedo de que el estado de nerviosismo lo lleve a tener un accidente”, detalló Acuña.
 
Pasadas las 16 horas de ese viernes 2 de junio, después de una siesta, Marcela planteó que ingresó al comedor para “organizar” la ropa para planchar. En ese momento, dijo, una puerta que estaba semi abierta llamó su atención. “Me pareció extraño porque esa puerta siempre está cerrada, con lo cual opté por ir a ver que había, no prendí la luz, había como un reflejo que venía de la ventana y, al mirar del lado derecho de la habitación, vi un bulto marrón, gris, no podría definir bien el color, todo cerrado, similar a una bolsa de boxeo, del tamaño, pero también se me hizo que era un cuerpo, salí asustada de ahí, no definía lo que había visto, no estaba segura”.

Conforme su relato, por tercera vez en el día, la mujer eligió callar. Lo hizo después de ver los rasguños en el cuello de César y también al verlo llorar tras la presunta discusión con Cecilia. Al ver el “bulto” en la habitación de su casa, al que describió como un “cuerpo”, Acuña volvió a elegir el silencio. En ese instante bajó Emerenciano, subió a la camioneta y me dijo: ‘Vamos’. De los nervios que tenía, subí y tomé la decisión de no decirle nada hasta saber qué era lo que realmente había visto”. Para las 17 horas Marcela y su marido llegaron al barrio. “Ahí le mandé un mensaje a Gustavo Obregón, hombre de mucha confianza de la familia, solicitándole que vaya a ver lo que yo creí que había visto ahí en la casa y, específicamente, le puse la palabra ‘cuerpo’, que es lo que yo creí haber visto”, sostuvo y dijo que, mientras se dirigía a una actividad en la localidad de Barranqueras, recibió la confirmación por parte de Obregón “de que sí, era un cuerpo”.

Todo esto se contrapone con lo que declaró Gustavo Obregón en la ampliación de su indagatoria. Para los fiscales, los abogados de la familia y hasta para los defensores, tienen las pruebas necesarias para condenarlos a TODOS a prisión perpetua. Hay un par de datos por demás llamativos, llegó a la provincia para colaborar con la familia de Cecilia, el Dr. Fernando Burlando, junto a Fabián Améndola y otros dos letrados del estudio, a este dato hay que agregar que el Dr. Miguel Ángel Pierri, también está en el grupo de acusadores.

En mi opinión, semejante despliegue de medios y recursos, me hace sospechar que todo no está tan bien como nos cuentan…

Dejá tu comentario