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Caso Ángeles Rawson: los retos del juez

Fueron dos preguntas improcedentes, fueron dos preguntas que alteraron dos declaraciones importantes para la causa por el crimen de Angeles Rawson.

Por Mauro Szeta
@mauroszeta


La que declaró primero fue Dominga Torres, la doméstica. Primero, con algunas contradicciones por cierto, la empleada ratificó que el día del crimen, llegó al, edificio a las 8.45. Después, agregó que Axel estaba durmiendo en su cuarto, pero varió su declaración original.

En la primera declaración, dijo que notó que Axel dormía porque le golpeó la puerta de la habitación, y el joven le contestó desde adentro que estaba durmiendo. Pero cuando declaró por segunda vez, ante el juez Javier Ríos, cambió apenas su relato, y dijo que se percató de que Axel dormía, porque abrió la puerta de su habitación, prendió la luz, y lo vio. Por esta contradicción y por la supuesta diferencia entre el relato de Dominga, y los registros de su tarjeta SUBE, la defensa de Mangeri anunció que impugnará la declaración de la testigo. Lo que hizo enojar al juez del caso fue una pregunta que la defensa le hizo a Dominga.

"Digame, Dominga, ¿usted sabe si a Axel, el hijo de Opatowsky, le gustan las chicas o los chicos? ¿Sabe cuál es su inclinación sexual?, preguntó. De inmediato, tanto la fiscal Paula Azaro y el querellante Pablo Lanusse, saltaron de sus sillas, y calificaron de improcedente la pregunta. El juez le ordenó a Dominga no contestar y la historia quedó así. La defensa busca demostrar que Axel Opatowsky puede estar implicado en el crimen de Angeles. En el expediente no figura nada de esta teoría que involucra a Mangeri y a Axel, en una supuesta relación impropia, descubierta por Angeles, segundos antes de morir.

Después llegó el segundo reto del juez. La que declaraba era María Leuzzi, de AVIVI. Hablaba de las amenazas que había sufrido, repasaba su percepción de lo que vio en la casa de Angeles, a tres horas del hallazgo del cuerpo. Como lo había hecho más temprano, Leuzzi se refería a Opatowsky como un personaje extraño, a la mamá, como una mujer que no sentía nada, y a Axel, como un chico perdido y muy abrigado, hasta el cuello.

Entonces, mientras Leuzzi relata sus percepciones sobre la familia de Angeles y sobre la investigación, en general, la querella quiso ponerle un freno a tanta conjetura, y le dijo: "Usted,Leuzzi, es investigadora, nos podría aportar sobre la prueba de ADN, también?. El juez frenó la pregunta por improcedente, y le ordenó a Leuzzi que no respondiera. Así terminó la audiencia, con los dos retos del juez, y la sensación de que la defensa busca sugerir la participación de Axel en esta historia criminal, y que la querella, en un contrapunto total, se enardece con la sola mención de esta idea.