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Carrió afila su candidatura a senadora: lo habló con Macri en Olivos

La idea de la fundadora del partido Coalición Cívica ARI es enfrentarse al peronismo de Massa.

CARRIO AFILA CANDIDATURA A SENADORA EN BS. AS. • LO HABLÓ CON MACRI EN OLIVOS • REUNIÓ AL PARTIDO PARA EL LANZAMIENTO • SALE A ENFRENTAR AL PERONISMO DE MASSA Y DEL PJ • RECUPERA AIRE EL GOBIERNO EN PUJA POR DESPIDOS • REPROCHES EN EL PJ A GIOJA POR QUEDAR PEGADO A MASSA • MACRI VS. MACRI Y LA ANORMALIDAD DE LOS POLÍTICOS • MALCORRA, ALMA CRIOLLA ERRANTE Y VIAJERA, DE CAMPAÑA POR EL MUNDO • PUERTA ATIENDE A PEREGRINOS DEL OTRO PERONISMO: SCHIARETTI Y PEROTTI, MALBEC Y COCHINILLOS • AUDAZ VALDÉZ: HACERLE ÑOQUIS AL OSO CHARLY • REAPARECIÓ DE LA RÚA EN HOMENAJE RADICAL A GAUNA

Elisa Carrió dio el paso más importante más importante hasta ahora en la construcción de su principal proyecto político, ser candidata a senadora nacional por Buenos Aires el año que viene. Reunió con discreción al partido Coalición Cívica de ese distrito el sábado en el Palais Rouge de Palermo, para apurar su normalización. Esa formación va a ser el ariete para dibujar el frente Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, adonde se librará la batalla principal con el peronismo. Lilita había estado horas antes con Mauricio Macri en Olivos y es presumible que hablaron de mover esa pieza, al menos como un ensayo de ordenamiento del oficialismo en Buenos Aires, adonde prometen jugar estrellas del peronismo como Daniel Scioli, Florencio Randazzo y, según los más fantasiosos, hasta Cristina de Kirchner. Frente a ese lote, el frente Cambiemos no tiene mejor candidata que Carrió, que sale al cruce de un proyecto que circula por algunas oficinas del oficialismo: ayudar a Sergio Massa en su candidatura a senador, no integrando su frente desde ya, pero sin presentar candidatos competitivos con el objetivo de dejarlo flotar hacia arriba para que haga una buena elección. Carrió se opone a esa idea, que consiente una relación con el peronismo, de lo que está muy lejos.

La reunión del sábado fue sencilla, pero prueba la fuerza del envión de Carrió que reaparecieran dos estrellas del lilismo de siempre, Elisa Carca, ex diputada nacional, hoy diputada provincial, y la ex diputada nacional Elsa Tata Quiroz, dos compañeras de Lilita en sus mejores performances políticas. En la reorganización partidaria Carrió tiene que restañar las heridas que motivó la migración al massismo de Adrián Pérez, uno de los young adults que Carrió apañó, como a tantos, en su comienzo político. Hasta ahora el partido ha estado intervenido por la mesa nacional que tiene a la ex diputada Maricel Etchecoin como secretaria general. Es la máxima autoridad, por licencia del titular de esa silla, el rosarino Pablo Javkin, que es hoy secretario de gobierno de la intendencia de Rosario. En la reunión estuvieron también el espadón porteño de Carrió, el legislador "Maxi" Ferraro, y el bahiense Andrés DeLeo, senador provincial y ex radical, que es una figura que crece en esa tribu; se disculpó el jefe del bloque de diputados nacionales Fernando Sánchez, por un viaje a los Estados Unidos.

El proyecto de una candidatura bonaerense de Carrió no es nuevo y crece a la sombra de la falta de nombres significativos de Cambiemos para esa disputa mayor. Pocos lo ven a Jorge Macri en ese rol; tampoco hay radicales de peso para disputar por Cambiemos el principal ticket en disputa. El único es Ricardo Alfonsín, que termina su banca de diputados, pero que no está en condiciones de competir por la senaduría frente a estos monstruos de la política que se están anotando.

La gravedad de esa fecha electoral es notable, y explica los movimientos intestinos en los partidos. Para el macrismo el programa de máxima es dejar al peronismo sin senador en Buenos Aires, promoviendo a un buen candidato propio como Carrió y acompañando a Massa, para que las dos fuerzas se repartan las tres bancas (dos para la mayoría, una para la minoría). Para el peronismo es el peor de los escenarios después del cataclismo que le significó perder el gobierno nacional y el de la principal provincia de la Argentina. Es el riesgo mayor que surge del deshilachamiento de esa fuerza después de gobernar 15 años; lo prueba el hecho de que hoy haya dos representantes de cuarta dimensión en esas bancas peronistas, Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón, nombres sin significación ni peso político, que llegaron allí por el regalista dedo de Cristina de Kirchner. Saben qué representan, pero no a quién representan; no pueden ni soñar con reelegir porque son, aun siendo jóvenes, los restos arqueológicos de un mundo que ya no existe.

En el peronismo alientan lo mismo; disputarle a Massa con candidatos de peso como Scioli y Randazzo y dejar sin bancas a Cambiemos. Para disputar ese esquema sale Carrió a la pelea. Trasladó su domicilio real a la provincia de Buenos Aires después de ser legisladora por el Chaco y por la Capital Federal.

El año pasado compró un lote en Capilla del Señor (Club de Campo Chacras de la Cruz) y está terminando una casa adonde fijó residencia. Le sobra tiempo para cumplir con el artículo 48° de la Constitución Nacional, que le pide dos años de residencia inmediata en el distrito. Le cuesta el viaje en auto todos los días - son 90 kilómetros - hasta la Capital, en donde tiene alquilado un pequeño departamento para quedarse algunas noches, cuando las tareas la ocupan hasta tarde.

Carrió, también con discreción extrema, peregrinó hasta Olivos el viernes temprano por la mañana, para hablar a solas con Macri de algo en lo que puede aportar: la estrategia en la cámara de diputados para la sesión del próximo miércoles, para tratar el proyecto de ley anti despidos. El escenario, concluyeron los dos, es mucho mejor que hace dos semanas, cuando el gobierno tuvo que soportar el voto del Senado como una derrota, algo que promovió el propio Macri al anunciar el veto. Costos del aprendizaje de un presidente: si no decía nada y dejaba pasar la ley, no tenía el lío que siguió. Con decir que no era bueno el proyecto y que las consecuencias las iba a pagar el peronismo, bastaba para empatarla.

Pero hubo una sobrerreacción, cuyos efectos ha ido mitigando el tiempo y que han empezado a producir daños en la oposición, que buscaba mejorar su prestigio con una ley demagógica (creer que con 180 días de doble indemnización se soluciona el problema del empleo, que es estructural, es un chiste). Según esta percepción del oficialismo, fue un gesto de improvisación e inexperiencia que el bloque peronista saliese a decir que estaba al borde del quórum porque Massa les había prometido entrar. "¿No saben quién es Massa?", es la frase que se escuchó en Olivos, en donde hay por lo menos desilusión sobre las capacidades de este socio odioso, que juguetea con la relación como los maridos infieles, probando cuándo y cómo hay que romper.

Esa frase sobre Massa también se escuchó en la sede del PJ de Matheu el martes, cuando asumió José Luis Gioja como nuevo presidente, y algunos de los presentes le reprocharon que estuviese tan pegado a esa estrategia de acercamiento a Massa. "Que se lo banque en todo caso Recalde", le dijeron ante su argumento de que esa cercanía es funcional a una reunificación del peronismo. "No es la ley Mucci", le dijo un memorioso, "es una ley por 180 días, José Luis, abrite". Al día siguiente ese quórum no existía, y no por una diferencia mínima, que era lo que decía la noche antes el peronismo, sino por decenas de votos. En las dos puntas, Olivos y Matheu, hubo coincidencia en que al bloque PJ le falta estrategia, y también aprender a ser oposición. Si sos oficialismo - dice el dictamen de los sabios - podés ir a una sesión con dos votos abajo del quórum, porque es seguro que al arrancar van a aparecer, o por la lapicera (caja) que tiene todo gobierno, o porque algún voluntario te va a querer hacer un favor. Pero si sos oposición y te faltan dos votos, no te jugués, porque vas a tener menos aún cuando comience la sesión. Sobre la asunción de las autoridades del PJ: ¿hasta cuándo será Carlos Zannini apoderado de esa fuerza? Es otro resto arqueológico que seguramente revisará la nueva conducción, que ya ha confirmado a Jorge Landau, que estuvo el martes en la firma de los protocolos del traspaso de autoridades.

Del diagnóstico de Olivos sobre la batalla de los despidos, surge que el paso de los días desplazó al tema de la atención del público y los medios. En la sesión del miércoles puede haber quórum, pero al peronismo le faltan los votos para aprobar el despacho tal cual vino del Senado. Si pasan al otro despacho - el de Cambiemos o el del massismo - habrá cambios, con lo cual el proyecto vuelve al Senado y manda todo a fin de mes. Quién sabe lo que pasará a fin de mes. Para los que gustan de la mugre política: Lilita aclaró en la reunión del Palais Rouge que nunca insultó a Gustavo Posse en Olivos, como repitieron algunos mestureros. Saliendo que estaba la diputada de la reunión con Macri en la residencia, el viernes, se dio de bocas a manos con un grupo de intendentes que participarían en la firma de un acuerdo para la construcción de redes de aguas y cloacas en el conurbano.

El alcalde de San Isidro, que ha mandado a votar más de una vez por Lilita en su distrito, se adelantó a saludarla, pero ella le dijo. "Yo a vos no te saludo, pero mandale un saludo a tu mujer y a tus hijos". Estaban de testigos el grupo de intendentes, Rogelio Frigerio y sus subsecretarios, Macri, Federico Salvai, los sindicalistas José Luis Lingeri y Gerardo Martínez, las autoridades de Aysa y, entre otros, el enlace del gobierno con esa empresa y el plan Belgrano, el tucumano Pablo Walter. "- Vino a hacerse el amigo", explicó ella.

Viejas cuentas pendientes entre estos dos dirigentes que vienen del radicalismo y que han buscado otras querencias. Carrió es una de las damas de hierro de este gobierno, y ejerce funciones discretas que nadie le discute. Posse, que asienta su poder el San Isidro, es la base de cualquier proyecto en el conurbano Norte; desde su partido vecinal ha sido socio del radicalismo, del kirchnerismo, del massismo y ahora de Cambiemos. Él no cambia, cambian los demás y él hace alianzas para mantener el poder en el distrito. En ese contexto hay que entender ese chisporroteo con Carrió, que es otra estrella del mismo electorado que sostiene el poder de Posse desde hace años. De paso, la diputada también negó que hubiera llevado a Olivos una crítica al proyecto de blanqueo de capitales, que analiza Alfonso de Prat Gay, hombre que fue diputado del bloque de Carrió y que no daría un paso en temas resbaladizos sin la venia de su ex jefa.

Lo más conspicuo de los políticos es la complejidad de su personalidad, que se vuelve más escabrosa a medida que ascienden en la escala zoológica de la profesión. Sobran los ejemplos de la anormalidad de estos personajes que suspenden sus vidas normales (trabajo, familia, amistades, etc.) para dedicarse durante años a ejercer cargos políticos que los obligan a hacer, sonriendo, cosas que los seres humanos no harían ni llorando. Macri aporta lo suyo en estas horas con su pelea familiar, para que su padre aclare que nunca tuvo mucho que ver con las empresas que éste inscribió en el estudio destapado por los Panama Papers.

Sus abogados, Felipe Llerena y Fabián Rodríguez Simón, hicieron hace varias semanas un pedido de declaración de certeza sobre esas implicaciones, que contenía un pedido de que la IGJ de Bahamas (o su equivalente) y las empresas de Franco Macri  aportasen las pruebas de esa relación (lo adelantamos el 11 de abril en "PANAMA PAPERS": MACRI POR SEGUNDA VEZ A LA JUSTICIA. PIDE CARPETAS DE BAHAMAS.

Esa demanda de Mauricio siguió con una mediación frustrada por incomparecencia de Franco, después de dos suspensiones a un trámite, que había obligado a que el presidente se presentase en las oficinas de una mediadora de la Capital Federal. Ahora el juicio sigue, aunque como se trata de un trámite declarativo, no habrá condenados. La leyenda de las relaciones entre padre e hijo ha motivado torrentes de tinta, pero con esta inquina parece probada. ¿Por qué le cuesta tanto a Franco aportar esas pruebas que le sacarían al hijo presidente un clavel más que incómodo? ¿Acaso cree que el hecho de que Mauricio sea presidente lo perjudica en su actividad empresarial, o en la de su heredero empresarial, su primo Angelo Calcaterra?

Quienes escuchan eso responden que cuando el primo hacía negocios con anteriores gobiernos, no le preguntaba a nadie si eso perjudicaba al familiar que hacía política. Es raro, más que raro, esta inquina que en otras familias se despacharía con una charla de dos minutos entre padre e hijo.

Le preguntaron a la itinerante Susana Malcorra en Londres sobre su candidatura a secretaria de la ONU y respondió que en esas horas algo dirá Macri al respecto (reportaje en John Carlin en El País, de Madrid). Seguramente dirá que el gobierno la respalda en esa postulación, algo que ella sabe desde que en noviembre pasado le ofrecieron la Cancillería. Aceptó en aquellos días el cargo, pero aclarando que estaba en la lista corta para reemplazarlo a Ban ki Moon desde diciembre próximo. Macri le dijo que la apoyaría, aunque el gobierno anterior ya había recogido adhesiones en todo el continente para ese proyecto.

De eso se habían ocupado la entonces representante en la ONU Marita Perceval (hoy en un alto cargo en la Unicef, con sede en Panamá, que alcanzó con la ayuda de Malcorra), Héctor Timerman y la propia Cristina de Kirchner. La ex presidente siempre le agradeció a Malcorra sus oficios cuando era jefe de gabinete de Ban ki Moon para que la organización aprobase la resolución sobre renegociaciones de deudas soberanas. Esto es historia vieja ("Malcorra, empresaria y radical, será canciller" http://www.ambito.com/817414 vía @ambitocom) pero la novedad es la campaña que el propio gobierno promovió en la última semana sobre esta postulación. Depende de que la candidata de Europa del Este, la búlgara Irina Bokova, hoy secretaria de la Unesco, logre los votos de su región. Le toca a esa parte del mundo y a una mujer ese cargo, pero si las peleas en ese bloque no se unen detrás de la búlgara, el turno puede pasar a América Latina, que tiene tres candidatas: Malcorra, la argentina Virginia Gamba, hoy a cargo de la Comisión de Inteligencia del Consejo de Seguridad que investiga los delitos con armas químicas en Siria, y la mexicana Alicia Bárcena, secretaria del Cepal y también buena amiga de Cristina de Kirchner.

Este proyecto de la ONU ha atravesado la gestión de Malcorra desde que comenzó y pone todo lo que hace en función de esa idea. Los diplomáticos le reprochan su inexperiencia en temas específicos, ya que es una estrella de la organización, pero no de la política internacional. Mantiene en la ONU su relación con funcionarios, de cuando ella era jefe de gabinete, que la tienen informada de la elección con lealtad, porque creen que puede ganar el máximo cargo. También ha mantenido en la embajada en Washington y en el consulado de Nueva York su relación con funcionarios del gobierno anterior, que saben cómo se gestó el apoyo regional a su candidatura. Quienes miran sus pasos de cerca entienden que la gira que hace en estos días por todos los continentes tiene como objeto augurarse el apoyo del Consejo de Seguridad, el único órgano que puede vetar su proyecto. Sus chances de ocupar el actual cargo del coreano Moon, dependen de que mejore sus relaciones con Rusia, China y Francia, países que la ven como muy pro americana. Los contradictores más ácidos esgrimen en su contra un entuerto de la República Centroafricana, en donde actuó Malcorra como enviada de Ban ki Moon a intervenir en una acusación de abuso por parte de cascos azules.

El informe final le reprocha a la actual canciller haber tapado algunos hechos, pero en la ONU entienden que eso fue un mérito, porque cumplió la instrucción del Secretario General, que era impedir que el escándalo escalase con consecuencias peores.

Macri no tiene otro camino que avalar su candidatura: Malcorra es una de las funcionarias de más prestigio de su elenco y la única de "world class". Si el objetivo de la política exterior es buscar prestigio, no puede ser mejor para el gobierno. Esta movida enloquece a los países en la ONU que van a creer más que nunca en la excepcionalidad argentina: un día vienen con Cristina y Kicillof, nos corren por izquierda y nos hacen votar la resolución antibuitres. Al día siguiente con Macri y Malcorra, nos corren por derecha y se quieren quedar con la ONU. Paren un poco, ya tienen Papa argentino, reina argentina en Holanda, la jefa de la Corte Penal Internacional es argentina - Silvia Fernández de Gurmendi, y lo tienen a Messi. ¿Qué más quieren? El perjuicio es debilitar la autoridad del cargo, porque la elección ocurrirá en noviembre y hasta esa fecha todos la mirarán a la Canciller como una funcionaria en tránsito. Que además vive en tránsito: este fin de semana estuvo en Madrid, adonde vive su familia; el marido es un ingeniero experto en comunicaciones, Teófilo Battaglia, que fue proveedor de Telecom cuando ella estaba en esa empresa. Hoy es gerente de ventas de la empresa Telespazio Ibérica, asociada de la Thales, la firma francesa que fue denunciada en su momento por tráfico de valijas en la privatización del espectro radioeléctrico por el gobierno Menem. Malcorra -alma errante, criolla y viajera - va a Madrid cuando puede para atender a su familia y como su destino puede ser de nuevo Nueva York, no tiene pensado por ahora instalarse en Buenos Aires. Ciudadana del mundo.

Esta trama desató los esperables demonios de sucesión y todos miran hacia el entorno presidencial. Algunos apuestan a Ernesto Sanz, uno de los consigliere del presidente, que ayer lo descartó: "- No voy a ocupar ningún cargo público", me dijo ayer desde San Rafael, adonde arribó después de una cumbre de la alianza de Gerardo Morales en Jujuy. Otros al canciller personal de Macri, Fulvio Pompeo, otro de los consiglieri del cual no parece querer deshacerse el presidente, pero tampoco su referente en el área presidencial, Marcos Peña, que lo tiene como principal soporte a él y a su mujer, Mora Jozami. Lo miran a Federico Pinedo, otro hombre con experiencia global, pero si renuncia deja la banca libre y habría que llamar a elecciones (ha asumido él y Marta Varela en reemplazo de Gabriela Michetti y de Diego Santilli). No es el mejor momento para exponer al Pro a una elección en Capital, adonde Horacio Rodríguez Larreta navega sin luces, y bien que hace. Prat Gay es un eterno postulante a ese cargo, pero nadie cree que Macri se desprenda de un ministro de Economía de su perfil. Tampoco piensa nadie en otros allegados Macri que están en embajadas, como Diego Guelar y Ramón Puerta. Sin por radicales fuera, lo nominarían a Marcelo Stubrin, pero ya hay muchos radicales en esa casa.

Sobre Sanz, fue en su calidad de gerente de radicalismo en el gobierno a Jujuy a un encierro que había organizado durante dos días Gerardo Morales en el hotel de Turismo de Humahuaca. Sanz viajó con Marcos Peña con el propósito de acercarle apoyos a la administración del ex senador radical, acosado en el escenario mediático por la detención de la activista Milagro Sala. Peña -que se ve con Sanz casi todos los días - aprovechó para tomar distancia de los conflictos que tiene en Casa de Gobierno. Para el mendocino era una rentreé después de un viaje de más de diez días que incluyó reuniones en Estados Unidos junto a Gabriela Michetti y Juan Manuel Urtubey auspiciadas por la ONG RAP (Red de Acción Política).

Hablando de embajadores, hubo movimiento en la península ibérica, no sólo por la escala que hizo entre el jueves y hoy la canciller. En Madrid, Ramón Puerta animó varias algaradas que tienen un solo propósito político: enlazar a todos los peronistas que se pueda en un nuevo formato que no sea el del PJ. El misionero cree que el peronismo tiene que reconvertirse bajo nuevas fórmulas, incluso renunciando a las siglas históricas. Por eso trata con tanto mimo a visitantes como Juan Schiaretti y Omar Perotti, a quienes tuvo en la residencia en la semana que pasó. El gobernador de Córdoba fue al lanzamiento de los vuelos directos entre su provincia y Madrid, pasando por Iguazú, que hará la firma española Air Europa.

Lo acompañó el ministro de Turismo Gustavo Santos, comprovinciano que llegó al gabinete Macri por algún acuerdo con el delasotismo, que hombres como Puerta querían que prosperase políticamente. El peronismo de Córdoba quedó afuera de la nueva cúpula del PJ nacional, pero sigue gobernando la sigla en la provincia. Una suerte de situación de disponibilidad para acuerdos futuros. Schiaretti y Santos además probaron los Malbec que quedaron en la residencia del embajador, después de unas jornadas dedicadas por la embajada a promover esa variedad.

Puerta le dio a Perotti un trato especial y lo llevó al senador santafesino a comer un lechón al legendario mesón de Cándido, en Segovia. Ese restorán, de los más famosos de España, tiene un reservado en el piso más alto, al que suelen invitar a las dignidades que vienen de la Argentina, y que tiene una foto de Eva Perón comiendo el famoso lechón que, de cocinado, lo corta el mesonero con el filo de un plato. El sábado, la mesa de Perotti y Puerta tuvieron el privilegio que Alberto Cándido, que funge de Mesonero Mayor de Castilla, les leyese el pregón del cochinillo y que se los partiese en la cara con el plato. Tanto mimo se explica porque el macrismo tiene que recomponer sus fuerzas en Santa Fe. Perotti estuvo en un tris de ser candidato de Cambiemos antes de que fueran a buscar a Miguel del Sel.

No cerró, por las inconsistencias del proyecto, que incluía a Carlos Reutemann, que le aseguraba a Cambiemos un piso. Perotti le ganó la mayoría al "Lole" y vuelve a estar en el radar del macrismo, que tiene que enfrentar en Santa Fe a la liga socialista-radical que gobierna la provincia. Perotti siguió hacia Lisboa, adonde participará hoy de una cumbre parlamentaria entre la Unión Europea y el Parlamento Latinoamericano, junto a otros compatriotas como Ángel Rozas, Adolfo Rodríguez Saá, Luis Lusquiños y el kirchnerista Diego Mansilla, entre otros. El santafesino estaba en Madrid cuando le notificaron a Puerta la resolución del ministerio de Energía que destrabó las exportaciones de biocombustibles hacia España, frenadas como represalia a la estatización de las acciones de Repsol en YPF. Eso motivó un llamado de Macri a Puerta para celebrar esa noticia, que habilita ventas por U$S 1000 millones al año, de un producto que en un 80% es producido por Santa Fe. El embajador Oscar Moscariello ha mandado a su vez, a faenar cochinillos para serviles a los visitantes en la embajada en una comida que será mañana.

Para cumplir con la sociabilidad política, hicimos un sobrevuelo por Almagro, adonde humeaba el quincho del ex embajador en el Vaticano Eduardo Valdés. No era asado sino un alarde: hacerle ñoquis al Oso Charly por su cumpleaños 64. Este empresario y restaurantero se hizo célebre como autor de las ñoquiadas en la campaña de Carlos Menem. Valdés se animó a prepararle unos ñoquis rellenos de jamón y queso, que el Oso intentó explicarle que estaban entre el ñoqui y el raviol. Fue una fiesta de pocos, a la que asistieron sólo tres matrimonios, los Valdés, los Monti y el de Raúl Garré, ex jefe de asesores en los ministerios de Defensa y de Seguridad cuando su hermana Nilda era ministro, y hoy con funciones de planta en la Sigén.

Valdés estaba ese sábado organizando el reportaje a Hebe de Bonafini, que se emitió ayer en el programa de radio que anima todos los domingos. Este ex embajador ha asumido la misión de proteger al papa Francisco, y es un verdadero Nuncio que lo representa en la Argentina. Por eso lo defendió de las críticas por recibir a la activista, que encabezó un texto de Facebook de Marcos Peña. Bonafini combatió al Papa, pero ahora se rinde a sus pies y eso lo festejan sus contradictores y lo explican los defensores como Valdés, como un capítulo de la reconciliación que quiere Francisco hasta con sus enemigos más viejos. Con esa visita termina, además, de aislarlo a Horacio Verbitsky, quien acusó al actual Papa de connivencia con dictadores, algo que Bergoglio cree que le frustró la primera elección a Papa, cuando le ganó Ratzinger. Ahora mandó a que sus amigos de Buenos Aires se callen sobre este tema.

"Dejen que las cosas transcurran", le dijo a uno de sus amigos de Buenos Aires en las últimas horas. Sobre lo de Margarita Barrientos, una anécdota de hace tres años, y las relaciones con la familia Pallarols, dijo: "No se metan, hay cosas que ustedes no saben". Todo muy misterioso, como son las cosas del Vaticano. Aquí se espera a Mauricio Macri el 16 de octubre, cita que el Presidente aceptó durante la visita que le hizo la cúpula del Episcopado la semana que pasó.

El martes los radicales de la Capital se juntaron para rendirle homenaje a otra de sus leyendas, el abogado Juan Octavio Gauna, que recibió las cucardas de personalidad destacada del derecho junto a otros colegas, la mayoría de esa extracción partidaria. Reapareció en esa oportunidad Fernando de la Rúa, repuesto de una enfermedad, y se vio las caras con peronistas como Miguel Pichetto y Juan Carlos Maqueda. Los correligionarios presentes eran de todas las bandas: Rafael Pascual, "Tito" Moure, Héctor Maggi, Mónica Almada, Sergio Abrevaya, Jorge Barbagelata, Guillermo Moreno Hueyo, Juan Nosiglia: algunos dentro del partido, otros en migraciones temporarias, pero todos aplaudieron a este Gauna que fue Procurador, diputado nacional, secretario de Defensa y presidente del Consejo de la Magistratura. Olvidaron todos por un instante enfrentamientos del pasado, como los que De la Rúa tuvo en su momento con el angelocista Gauna, o los que separaron a éste de Maqueda, cuando se acusó a la administración Angeloz en el caso del senador Regino Maders.

Otros radicales se plegaron al acto por el centenario de la ley Sáenz Peña y la llegada del radicalismo al poder en 1916. Esta vez fue en la Facultad de Derecho de la UBA con un acto organizado por la Cámara Nacional Electoral. Estuvieron la decana Mónica Pinto, los camaristas Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera, el subsecretario de Reforma Política del gobierno porteño Iván Charoski, el director general de escuelas de la provincia de Buenos Aires Alejandro Finocchiaro, el presidente del Tribunal Superior de Justicia porteño José Osvaldo Casas y su vicepresidente Ana María Conde. Hubo un panel en el cual convivieron Federico Pinedo, quien se proclamó representante de Roque Saénz Peña; el titular del Instituto Nacional Yrigoyeneano Diego Barovero, obviamente vicario de Yrigoyen, y Mario Justo López (h) quien reconoció su pasado socialista.

Ajustaron sus exposiciones al tiempo que faltaba para que comenzase el partido Boca-Nacional, pero les alcanzó para captar el interés de la concurrencia en la que se destacaban Hipólito Solari Yrigoyen, Horacio Sanguinetti, Daniel Sabsay, Félix Loñ, Edgardo Costa, Pablo Manili, Gustavo Vivo, Alejandra Lazzaro, Elena Gómez y Eve Rimoldi de Landmann. La presencia de Sabsay generó expectativa de lío, porque sus apariciones son seguro de quilombo, algo que siempre garpa. Lo probó el martes en la reunión de la Cámara de Empresarios Mineros en Parque Norte, adonde fue además, el ministro José María Aranguren. El abogado habló en un panel de derecho ambiental y en un pasaje criticó a la empresa Barrick, por sus vertidos en una mina de San Juan, y dijo que la cámara debía avergonzarse de su socio. De pasó dijo que la empresa a la que él asesora, la Panamerican Silver, es un ejemplo de sanas prácticas. Los directivos de la Barrick estaban presentes, pero prefirieron quedarse callados porque pudo ser un escándalo.