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Barbie Vélez: "De mi mamá aprendí cosas que no quiero para mí"

La hija de Nazarena Vélez afirmó que ve mucho mejor a su madre con tantas ocupaciones, y afirmó que tratará de tener un perfil más bajo en su vida amorosa.

Barbie Vélez reflexionó sobre su carrera, su vida y su familia, en una extensa entrevista. Desde Mar del Plata, donde se la encuentra trabajando a pleno en La Casa de Bernarda Alba, desestimó rumores e hizo una instrospección.

"Soy solitaria, me gusta estar en mi burbuja. Odio la cholulez. En algún momento voy a estudiar Psicología", afirmó en charla con Gente.

"La propuesta de La Casa de Bernarda Alba fue hace dos años cuando Muscari decidió hacer la adaptación. No podía porque estaba en Somos Familia, pero Flor Torrente se bajó dos meses después y tuve la oportunidad", contó sobre su verano.


A los 20 años, la hija de Nazarena Vélez se mostró como una chica madura, con claros objetivos en la vida: "Quiero ser actriz, hacer ficción y teatro, el modelaje es para tener un ingreso extra. No me considero modelo, ni hago sacrificios como ir al gimnasio o hacer dieta. Tengo mucho público joven y me gusta mostrar que una mujer real puede sentirse linda y segura. Si me contratan para desfilar es por mi nombre, no por mi cuerpo".



Sobre su madre, se mostró contenta: "El trabajo la está ayudando un montón, la veo mejor, al elegir dónde y con quién trabajar, priorizó su vida. Me encantaría que se ponga de novia, es joven, se lo merece y está a tiempo de rehacer su vida. La quiero ver feliz".

"Si tengo algo en la cabeza, voy por eso, soy cero falsa, se me ve tranquila pero tengo carácter fuerte. De mamá aprendí cosas que no debo hacer, por ejemplo ir a un programa a hablar de mi vida privada. Al verla hacer eso supe que no lo quería para mí", analizó.

"Aprendí que uno no elige de quién enamorarse, por eso quiero ser cuidadosa, no quisiera que el próximo sea del medio", afirmó, dejando fuera de carrera a Federico Bal. "Con Gastón (Soffriti) me pasaba lo mismo, era apurado contarlo, después de Augusto (Schuster) se dijeron mil cosas y el 90 por ciento era mentira. Ahora si me interesa alguien y se hace público, deja de interesarme", concluyó.