Política
Axel Kicillof se enfoca en la campaña en la provincia tras su regreso de EEUU
El gobernador bonaerense volvió de Nueva York y ya retoma la agenda política. Busca capitalizar el triunfo legislativo, reforzar la estrategia territorial con los intendentes y sostener un delicado equilibrio con Cristina Kirchner y La Cámpora.
La última semana estuvo marcada por la conmoción en la Provincia de Buenos Aires: el hallazgo de los cuerpos de tres jóvenes asesinadas en Florencio Varela estremeció a la sociedad y sumó tensión a un escenario político y económico ya enrarecido. Mientras tanto, Axel Kicillof se encontraba en Estados Unidos, donde participó en un homenaje al expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica. Desde allí repudió el crimen y este fin de semana regresó al país, con la mirada puesta en el tramo final de la campaña.
El mandatario provincial combinará gestión y política, con un foco exclusivo en territorio bonaerense, que lo vio victorioso en las legislativas del 7 de septiembre. Su estrategia se basa en reforzar el trabajo con los intendentes, que, aunque no tienen compromisos electorales inmediatos, son piezas clave para movilizar el voto peronista. “Nadie se desmoviliza”, fue la frase que Kicillof repitió días atrás ante los jefes comunales.
El regreso lo encuentra también en medio de una relación compleja con el kirchnerismo duro. La expresidenta Cristina Kirchner y La Cámpora siguen marcando distancia con el Gobernador, a quien le reprochan haber construido su propio espacio —Movimiento Derecho al Futuro— y disputar el liderazgo de CFK. El dato más notorio: durante los más de 100 días de prisión domiciliaria de la exmandataria, Kicillof no la visitó ni una sola vez.
“Hay diálogo con Cristina, pero no fue a visitarla”, reconocen en su entorno. La expresidenta tampoco lo llamó para felicitarlo tras la victoria electoral. Ni Máximo Kirchner ni los principales referentes camporistas se hicieron presentes en el búnker en aquella jornada.
El oficialismo provincial encontró un modelo de campaña que piensa repetir a nivel nacional: menos actos masivos, más cercanía. En septiembre la clave fue recorrer clubes de barrio, caminar calles y vincular la gestión con la campaña, un estilo que contrastó con otras épocas de grandes despliegues.
El 26 de octubre, cuando se definan las legislativas nacionales, la Provincia volverá a ser el epicentro: concentra el 40% del padrón. Por eso, las figuras de Fuerza Patria ya multiplican sus apariciones en municipios. El jueves, en Luján, Jorge Taiana, Juan Grabois, Vanesa Siley y Fernanda Miño encabezaron un acto junto al intendente Leonardo Boto bajo la consigna “Frenar a Milei”.
En esa línea, Kicillof seguirá sumándose a recorridas junto a los candidatos, como hizo recientemente en la autopista Perón con Grabois o en San Martín con Taiana. La estrategia se completa con una fuerte campaña pedagógica sobre el uso de la Boleta Única de Papel, el nuevo sistema de votación que debutará en octubre.
El Gobernador sabe que debe administrar los tiempos con cuidado: consolidar el triunfo en Buenos Aires, sostener el frente interno sin romper con el kirchnerismo y, al mismo tiempo, proyectar una figura nacional que todavía genera resistencias dentro del propio peronismo.
Con un calendario electoral ajustado y un clima social en ebullición, Axel Kicillof encara su regreso con un doble objetivo: garantizar que la provincia siga siendo el bastión del peronismo y mantener viva una tregua frágil con Cristina Kirchner y La Cámpora.
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