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Andrea del Boca se quebró al dar detalles de la denuncia de abuso de su hija Anna Chiara a Ricardo Biasotti

La actriz se quebró mientras daba detalles sobre la denuncia de Anna Chiara contra su padre, a quien acusa de abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Tres días después de haber declarado ante el fiscal Aldo De La Fuente, de la Fiscalía Especializada en Delitos de Integridad Sexual (UFISEX), Andrea del Boca habló en Nosotros a la mañana (El Trece, a las 9) y se quebró al relatar el calvario que vivió su hija Anna Chiara, quien denunció a su padre Ricardo Biasotti por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

De entrada, apenas empezó a hablar, la actriz soltó inevitablemente un llanto desconsolado. Y, como pudo, entre sollozos, explicó que "la causa siguió" y que "aún en pandemia se tomaron medidas".

"Mi familia y yo tuvimos que declarar", explicó en alusión a que también su madre, Ana María Castro, y su tía, Sara Castro, también se presentaron en la fiscalía.

Con lágrimas en los ojos, siguió: "Es muy duro, no se imaginan cuánto, como mamá tener que relatar los dichos de Ana de cuando ella empezó a contar lo que se había guardado durante muchos años por miedo y vergüenza, porque se sentía humillada y sucia".

Además, la actriz reveló que Anna empezó a contarle todo justo "el día después de la muerte" de su abuelo Nicolás, quien falleció el 16 de marzo de 2018 a los 90 años y, durante su infancia, fue una figura masculina muy importante para la hija de la actriz.

"Ese día, desesperada, Anna empezó a llorar y a contar como sistemáticamente cuando yo la llevaba a la casa de su progenitor masculino, como ella le dice a su padre, él la obligaba a dormir en el dormitorio junto a él", recordó.

Y, sin poder evitar quebrarse nuevamente, afirmó además que Biasotti incomunicaba a Anna Chiara cada vez que ella iba hasta su hogar. "Yo le daba un celular para que se pudiera comunicar conmigo pero él se lo escondía", sostuvo.

Luego, sobre el abuso que sufrió su hija, aseguró que "son heridas que quedan en el alma, que no se curan". Y explicó que cuando ella de grande comenzó a contar todo, entendió su "baja autoestima". "También el miedo que tenía porque él la amenazaba. Es un mentiroso compulsivo. Se negó sistemáticamente a todas las pruebas", puntualizó.

"Les puedo asegurar que no le deseo a nadie este dolor. Siento impotencia de darme cuenta de por qué durante tantos años, cuando tenía que ir a dormir a la casa del padre, Anna se agarraba del marco de las puertas y nos suplicaba que no dejáramos ir", graficó, entre lágrimas.

Y cerró, desconsolada: "Son heridas que te quedan en alma de por vida. Le robó la inocencia. El padre biológico es inhumano. A mí no me cabe en la cabeza... discúlpenme, no suelo salir así, no me gusta".

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