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"Amo la química y la física cuántica"

*Por Constanza Guariglia. El galán de "Herederos de una venganza" es mendocino y técnico químico. Rebeldías, cambio de vocación y novia actriz.

Ojos de un negro profundo. Mirada intensa, penetrante. Pestañas largas, curvas, infinitas. Relieves musculares por todos lados. Un nuevo morocho en la tevé, un galán emergente que llegó para alimentar la adicción a la testosterona que supieron –y saben– fomentar Luciano Castro y Gonzalo Heredia. Por ahora, Marco Antonio Caponi enamora a Marcela Kloosterboer en la ficción de "Herederos de una venganza", la tira de Pol-ka del prime time nocturno de El Trece, pero pareciera ser que en la cabeza de este muchacho, que puede hablar sin prisa pero también sin pausa, hay planes para estudiar dirección y guión. Mendocino y de novio hace tres años con Carolina, también actriz, Caponi estuvo por encarar otro futuro para sí mismo: antes de la actuación estuvieron las ciencias exactas y las ganas de estudiar la carrera de físico nuclear en el Instituto Balseiro de Bariloche.

Noticias: ¿Ya lo reconocen por la calle?

Caponi: Acá no me dicen nada, pero me miran. Quizás como si me conocieran, como si estuvieran intentando ubicarme de algún lado, pero no me dicen nada. Cuando voy a Mendoza, ahí sí, a full. De hecho, en Maipú me declararon ciudadano ilustre. Unos capos, (risas).

Noticias: ¿Cómo es la sociedad mendocina y cómo fue la experiencia de mudarse a Buenos Aires?

Caponi: Estaba muy decidido a venirme. Quería encontrarme con gente nueva, otro mundo. La sociedad mendocina es muy conservadora, muy estructurada... muy montañesa. Son como la uva, aferrada al piso árido. Es difícil pensar en ser actor viviendo allá.

Noticias: ¿Cómo se sentía dentro de esa estructura?

Caponi: Mirá, mientras vivía allá no me afectaba porque no me identificaba con esa rigidez. Cuando llegué acá, me di cuenta de que era parte de esa estructura más de lo que pensaba. Me llamaba mucho la atención que quizás las familias acá no come junta. O allá, todos los findes salía con los mismos amigos al mismo boliche mientras que acá, con "el" amigo que tenés, te ves quizás una vez cada quince días. Con suerte, quizás almuerces acompañado. Cosas que extrañaba y que, al no vivirlas, me generaban algo de angustia. Extrañaba esa dinámica de pueblo en la que la gente es atenta, no hay desconfianza, y yo llegué acá sin desconfiar. Uno es más ingenuo. En el interior la gente cree en la gente.

Noticias: Y usted, ¿en qué cree?

Caponi: También, en la persona. Me gusta mucho la metafísica, los pensamientos orientales y la creencia de que la religión es algo realmente individual que ayuda a focalizar las energías.

Noticias: ¿Qué entiende por metafísica?

Caponi: Cuando era adolescente mi vieja me regaló un libro, Metafísica 10 en 1, del Conde de Saint Germaine. Esa fue mi primera lectura al respecto, y aprendí que Dios está dentro de mí, yo soy Dios y vivo mi vida lo mejor posible, trabajando siempre con fe y para adelante. Es creer en uno.

Noticias: ¿Y tenía real fe de que iba a lograr actuar en las ligas mayores?

Caponi: Me vine con esa fe. Obviamente me encontré con una realidad difícil, pero pude generar el optimismo. Iba a Pol-ka y me quedaba sentado en un restaurante que está enfrente. Me tomaba un café, miraba la fachada de la productora y me imaginaba trabajando allí. Lo habré hecho seis veces. Hasta le escribí una carta al universo agradeciéndole la posibilidad de haber trabajado ahí, cuando aún no lo había hecho. Era como un acto de fe. Tengo la certeza de que si me propongo algo y trabajo para que eso suceda, va a suceder. Esa es mi filosofía de vida.

Noticias: Está de novio hace tiempo, ¿no?

Caponi: Sí, casi cuatro años. Vivimos juntos. Ella es actriz también pero se dedica más al teatro. Está con varios proyectos y compartimos mucho nuestra vocación.

Noticias: Leí que antes de dedicarse a la actuación, estudiaba Educación física. ¿Cómo fue ese cambio?

Caponi: El teatro siempre me gustó pero no me animaba y, cuando estaba en el profesorado, la materia Expresión corporal terminó de decidirme a querer actuar.

Noticias: ¿Y sus padres están contentos con esta decisión o preferían que fuera profesor de educación física?

Caponi: ¡¡Peor!! Mi viejo es viajante y mi mamá ama de casa, y querían que fuera ingeniero. Pero ahora están chochos, babosos.

Noticias: ¿Ingeniero?

Caponi: Me encantan los números. Me gustan mucho las matemáticas y soy muy bueno en eso. De hecho, a los 4 años no sabía leer pero sabía multiplicar. Era muy loco. Amo la física cuántica y la química y, de hecho, soy técnico químico.

Noticias: Perdón pero con esa facilidad, ¿por qué no siguió por ahí?

Caponi: Lo que pasó es que cuando fui a rendir el ingreso a ingeniería no había hecho un trámite y no pude dar el examen. Y fue lo mejor que me pasó en la vida. Lo primero que se me vino en la cabeza fue: "Entonces, esto no es para mí".

Noticias: ¿Y por qué esa rebeldía?

Caponi: Justamente, por rebelde. Cuando estaba en el secundario quería y estaba convencido de que iba a ir a estudiar al Instituto Balseiro, en Bariloche. Y una profesora me dijo: entrar, entrás seguro, pero durar, creo que durás un mes. Era muy indisciplinado. Me pregunté qué sería lo más difícil para mí y pensé en la actuación. De todas maneras, para mí las letras y los números están muy relacionados. En todo hay matemáticas.

Noticias: ¿De qué manera?

Caponi: Bueno, me gustan mucho los ejercicios de lógica y la ilógica. Por eso me doy cuenta de que me encanta el absurdo como género, porque contradice un devenir lógico. Cuando termino de grabar me voy al control a ver cómo trabaja el director. Me alucina ver cómo materializa lo escrito en un papel. De hecho, me encantaría estudiar dirección y guión en algún momento, llegar a escribir por lo menos un corto y dirigirlo. Veo en la dirección las directrices de un problema de física.

Noticias: ¿Todavía se engancha en resolver ejercicios?

Caponi: Uy, sí. Puedo estar días con un problema en la cabeza. Por eso me cuido, porque me puedo volver un poco loco. Armo gráficos mentales, saco cálculos. Siempre tengo una línea de pensamiento que va por debajo que no puede dejar de pensar en números.

Noticias: Dice que en todo hay números, ¿en la actuación dónde los ve?

Caponi: Timing. La actuación es tiempo. "Les Luthiers" es un grupo matemáticamente perfecto, porque son matemáticos. El humor es matemático.