Al pueblo lo salvó el "Gordo"
1.800 habitantes de unos 2.000 que tiene el pueblo español de Grañén se salvaron, cuando salieron ganadores del tradicional sorteo del "Gordo de Navidad". Se llevaron US$ 5,2 millones.
De los 2.000 habitantes de Grañén, unos 1.800 ganaron el tradicional sorteo, que repartió la suma récord de US$ 5,2 millones. Son 700 veces el presupuesto del ayuntamiento
Decenas de espectadores emocionados asistieron ayer, en Madrid, al largo ritual del sorteo de la lotería de Navidad española, la más generosa del mundo, cuyo premio "Gordo" cayó este año de dura crisis y desempleo en un pueblo de apenas 2.000 habitantes del norte del país. La boleta ganadora llevaba el número 58.268 y repartió 5,2 millones de dólares entre 1800 afortunados que apostaron por ella.
"Estaba en la cama y me llama un amigo y me dice que ha tocado en Huesca, terminado en ocho", declaró uno de los ganadores del premio, Eleuterio Sánchez, a la radio pública RNE. "No me lo creo todavía", añadió el agraciado.
Poco después del inicio del sorteo, los alumnos de la escuela San Ildefonso de Madrid cantaron el número que la suerte quiso premiar con unos 520.000 dólares a cada uno de los 1.800 apostadores. Todos los billetes del 58.268 fueron vendidos en Grañén, un pueblo de apenas 2.000 habitantes en la provincia de Huesca, al norte de España, anunció la compañía de lotería.
En plena crisis, y con un desempleo récord del 21,5%, tras enterarse de su buena fortuna, los ganadores, casi todos trabajadores de escasos recursos, se olvidaron de golpe de la debacle y dieron rienda suelta a la euforia. "Tenemos una hipoteca que nos vamos a quitar de encima. Vamos a tapar agujeros, pero también nos iremos de viaje", comentó Elena Casaus, de 29 años, una de las ganadoras.
Las palabras de su intendente, Carlos Samperiz, reflejan claramente el impacto que tendrá el premio en esa pequeña localidad, ya que la suma ganada -dijo- "son 700 veces el presupuesto del Ayuntamiento".
El segundo premio del sorteo, el 53.404, fue el último en salir y sus más de 200 millones fueron a parar a la localidad valenciana de Manises, al este de España.
En Madrid, decenas de espectadores entusiastas acudieron al Palacio de Congresos, en el centro de la capital, para presenciar en directo el sorteo, algunos incluso disfrazados para la ocasión, un curioso ritual que hace furor en los últimos años.
Pese a un desempleo récord de 21,52% y una economía al borde de la recesión, los españoles volvieron a entregarse con gusto este año a una tradición iniciada hace casi dos siglos. "El ambiente es genial, increíble, porque todo el mundo está ilusionado", se emocionaba antes del sorteo Lenin Vascones, un ecuatoriano de 44 años que vive en España desde hace 14 y fue disfrazado de Bugs Bunny, "el conejo de la suerte" para "repartir mucha ilusión y mucha esperanza".
Sin embargo, la crisis no dio con los objetivos de la empresa de lotería que esperaba recaudar 3.600 millones de euros pero tuvo que contentarse con 2.681 millones de ingresos, 0,49% menos que en 2010.
El famoso sorteo sigue, pese a todo, siendo el más generoso del mundo, según sus organizadores, ya que distribuye el 70% de los ingresos previstos, es decir 2.520 millones de euros este año. Pero la crisis redujo este año los gastos de los españoles. Según la federación de usuarios y consumidores independientes (FUCI), los hogares españoles gastarán 560 euros para Navidad, es decir 114 euros menos que en 2010.
"Un consumo frágil, frugal, fatigado", concluye por su parte un informe de la escuela de negocios española ESADE, que prevé una caída del 40% de los gastos de Navidad este año, entre 600 y 650 euros.