DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Ahora buscan a María Cash en Chaco

Los hermanos de la joven desaparecida en 2011 siguen una pista en esa provincia.

Dos hermanos de María Cash, Max y Patricio, visitaron ayer la ciudad chaqueña de Pampa del Indio buscando a la joven que desapareció en 2011 y de quien la última noticia fue una comunicación con la familia el 8 de julio de ese año.

Desde entonces, sus familiares la buscaron por diferentes lugares del norte del país, llegando esta semana al Chaco para intentar dar con una pista sobre su paradero.

Según informó el diario Norte de Resistencia, los hermanos de María Cash contaron que recibieron información de una joven de la localidad de Villa Río Bermejito.

La versión que les contaron daba cuentas de que Cash fue llevada desde Pampa del Indio a un curandero de apellido Mendoza, quien la trató por un problema mental, hace aproximadamente dos años.

"Buscamos colaboración, si alguien tuviese alguna información que nos pueda brindar, hay una recompensa de 400 mil pesos", explicaron los familiares. 

El padre de María Cash, desaparecida hace dos años y medio, denunció amenazas de muerte, que recibió por mensajes de texto. 

borrada
borrada

La denuncia la presentó en la justicia federal de Salta, confirmó a JusticiaCero, el abogado Martín Etchegoyen Lynch, que colabora con la familia.

Lo más curioso del caso es que un primer relevamiento indica que los mensajes de texto con amenazas que recibió el padre, salieron de un celular que estuvo a nombre del joven que tenía que encontrarse con la chica el día de su desaparición.

Los familiares recordaron que se los puede contactar a través de la dirección electrónica buscamosamariacash@ hotmail.com y el celular (011) 1533906277.

La joven tenía 29 años cuando partió desde Buenos Aires rumbo a Jujuy, el 4 de julio de 2011. Iba a vender ropa que ella misma había diseñado. No llegó hasta San Salvador, como había planeado. Se bajó unos 200 kilómetros antes, en Rosario de la Frontera.

Luego llamó a su amigo Juan Pablo Dumon, quien le daría alojamiento en la capital jujeña, para explicarle que se había bajado del colectivo porque no se sintió cómoda. Todos sus movimientos, los últimos de los que se tuvo noticia, fueron extraños y erráticos.