Un terremoto de 6.9 grados en la escala de Richter sacudió hoy a las islas de Negros y Cebú, en Filipinas, con saldo de al menos un muerto y provocó también que se emitiera una alerta de tsunami.

La devastadora acción consecutiva de la tormenta Nook Ten y el tifón Muifa provocó además, 15 desaparecidos hasta el momento y más de un millón de desplazados.

A causa del desborde de un río por una tormenta tropical, al menos 15 personas se ahogaron, varias se encuentran desaparecidas y unos 25 mil sufrieron la inundación de sus hogares.

El temblor tuvo como epicentro un área ubicada 117 kilómetros al noreste de la ciudad de Laoang, en la gran isla de Luzon, en el norte del archipiélago, y a una profundidad de 50 kilómetros. Hasta le momento no se informó sobre víctimas ni daños materiales.

Fue en una iglesia mientras se celebraba la misa de Navidad. Entre los heridos hay una niña de nueve años.

El jefe de la policía de Manila admitió que se cometieron errores en el asalto a un autobús secuestrado el lunes en la capital filipina, que terminó con un saldo de ocho turistas de Hong Kong muertos.

Las fuerzas especiales filipinas tomaron por asalto al micro con 16 turistas secuestrado hoy por un ex policía en Filipinas. El captor había asegurado que mató a dos rehenes durante las 9 horas que duró la toma. De los 16 pasajeros, hasta el momento sólo cuatro salieron por sus propios medios.

El joven filipino está acusado de matar a tres jubilados y robarles sus pertenencias electrónicas como celulares, cámaras de fotos y computadores. El entregador fue el padre que lo citó en una plaza donde fue aprehendido por la policía local.

El primer temblor tuvo una magnitud de 6,9 en la escala Richter, el segundo registrado 6,7 y el tercero incluso alcanzó 7,1, informó el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (Phivolcs).