Una pericia clave determinó cual fue la causa de la misteriosa muerte de la universitaria brasileña en Retiro

Una falla técnica y un exceso de alcohol podrían haber sido la trágica combinación que llevó a la muerte a la estudiante brasileña Ana Karolina Fernández, cuyo cuerpo fue encontrado el 4 de septiembre pasado en el hueco de un ascensor de un edificio de Retiro. La conclusión es el resultado de un peritaje clave que recibió en las últimas horas la fiscal del caso, Cinthia Oberlander.

Los investigadores determinaron que la joven de 22 años tenía 1.8 gramos de alcohol en sangre y que, además, estaba averiada la puerta del ascensor. Las dos condiciones, juntas, se habrían convertido en una trampa mortal.

“No se secuestró ningún polvo rosa. Nada de esto figura en el sumario elaborado por la comisaría vecinal 1A ni en las actuaciones de los peritos de la Unidad Criminalística Móvil”, aclaró a Télam una fuente cercana a la causa, sobre las primeras versiones que indicaban que en el departamento donde ocurrió todo se había encontrado algún tipo de droga sintética. En tanto, sí confirmaron que en la escena fueron secuestradas las pertenencias de la víctima, tales como su cartera y el calzado, pero no había tampoco “indicios de criminalidad” en el lugar.

“Es sólo una hipótesis, pero con ese grado de alcohol la chica pudo haberse sentido desorientada y abrió la puerta del ascensor, que nunca debió abrirse, pensando que era otra”, afirman los investigadores mientras se espera el informe toxicológico para conocer si la estudiante ingirió o no alguna otra sustancia.

En las testimoniales, tanto las amigas que salieron esa noche con Karolina como su novio tenista y el amigo que la recibieron en el departamento a la madrugada, coincidieron en que lo único que consumió la víctima a lo largo de la noche fue alcohol.

La División Siniestros de los bomberos de Policía de la Ciudad ya le remitió a la fiscal el informe final sobre el peritaje de la puerta del ascensor y llegó a la conclusión de que presentaba una falla. Se trata de una puerta de madera, no metálica como se indicó en un principio, que en el piso 14 de ese dúplex que también abarca el piso 13, se abre sola sin que esté la cabina en el nivel.

El expediente sigue bajo la carátula provisoria de “muerte por causas dudosas”, aunque de no surgir otra hipótesis y afirmarse la del accidente por la falla en la puerta, podría cambiar a una investigación por “homicidio culposo”.

Sin embargo, la fiscal no descarta ninguna hipótesis, e incluso preguntó en el entorno de la víctima cómo era la relación del Karolina con el tenista, pero no hubo nadie que sugiriera que existía algún antecedente o indicio de violencia de género entre ellos.

“Karol” Fernández estudiaba la carrera de medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA). La noche en la que la encontraron muerta había ido a un bar de Belgrano con amigas a festejar que habían aprobado un examen, pero tras mensajearse con su novio, alrededor de las 2 de la madrugada, fue en un Uber al departamento del amigo del tenista.

La víctima quedó tendida boca arriba, vestida con un jean azul y una remera negra y en medias, sin calzado colocado.