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Una extraña muerte, una disputa judicial y una hija no reconocida marcan el futuro de un prestigioso colegio

La herencia del fundador del Instituto Superior Palomar está envuelta en una demanda legal por supuestas irregularidades durante su divorcio.

La extraña muerte su fundador en 2007, una hija extramatrimonial y una herencia cargada de irregularidades envuelven el futuro del Instituto Superior Palomar de Caseros "El Shul", uno de los colegios más tradicionales de Buenos Aires. Ubicado en el corazón de Ciudad Jardín, en el partido de Tres de Febrero, la entidad educativa abrió sus puertas en 1953 y durante 50 años su fundador  Rubén Abel Treglia estuvo a cargo.

La vida de Treglia tuvo un giro de 180 grados cuando, fruto de su relación extramatrimonial, Ana María Pereira apareció en su vida. La relación padre-hija funcionó hasta que ella cumplió ocho años y el padrastro de la nena decidió oponerse por considerar este vínculo "perjudicial", ya que Treglia, aunque exigía mantener el contacto, manifestaba abiertamente que no la reconocería como propia.

 Sólo pudo retomar el contacto con su hija cuando ella cumplió 18 años. En 1998, la joven Pereira decidió iniciar el juicio de filiación cuando su padre le confirmó que "jamás" le daría el apellido. En 2003, los exámenes clínicos le dieron la razón y finalmente determinaron que era su hija.

La familia de Treglia no estaba al tanto de Pereira y el examen de ADN desencadenó una fuerte crisis que devino en el divorcio con Angélica Taboada. Esto fue el puntapié inicial para una turbia división de bienes que tiene desde entonces al Shul como epicentro de los negocios. Taboada fue parte de la dirección de la entidad educativa durante su relación con Treglia y, según la demanda de Pereira, antes de morir, reclamó la totalidad de los bienes que compartía con su marido y los transmitió, vía testamento, a los dos hijos del matrimonio: Rut Dafne y Alejandro Rubén Treglia.

Según la demanda de Pereira, Taboada le pidió a Treglia en 2005 que firmara el divorcio y reconociera que todos los bienes eran de ella. Pese a la insistencia, la Justicia indicó que esa "liquidación" de la sociedad conyugal debía hacerse por separado. La mujer inició entonces esa liquidación sin la firma de su marido. De acuerdo a Pereira, su padre estaba enfermo, en cama, y nunca recibió la demanda. Por eso, cree, Treglia quedó "rebelde" y la Justicia falló a favor de Taboada.

El conflicto familiar recrudeció a partir de la muerte de Rubén Treglia, en enero de 2008, bajo circunstancias que aún hoy no son claras. Treglia salió a caminar una noche por el barrio de San Telmo y nunca regresó. Dos meses después, su cuerpo apareció como NN en una morgue de Lomas de Zamora. Pese a la extraña desaparición y posterior deceso, según Pereira, nunca se realizó una autopsia.

En diciembre de 2010, la Justicia declaró a Pereira como heredera de Treglia. "El Juzgado Nacional en Primera Instancia en lo Civil Nº 47 declara en cuanto ha lugar por derecho, que por fallecimiento de RUBEN ABEL TREGLIA le suceden en carácter de herederos universales sus hijos RUT DAFNE TREGLIA, ALEJANDRO RUBEN TREGLIA y ANA MARIA PEREIRA", afirma la sentencia a la que accedió el diario La Nación.

Al día de hoy, tanto Alejandro como Rut tienen sus bienes inhibidos, según determinó una resolución emitida por el mismo juzgado, en julio de 2013.

El juicio iniciado por Pereira ya tiene 10 años de vigencia. Según sus abogados, la sentencia debería dictarse en breve y a su favor. "Mi abogado me dijo que se va declarar nulo el divorcio. El tema es cuándo", reveló Pereira en diálogo con La Nación. "Es lamentable que se lleven las cosas a este plano judicial, sobre todo tratándose de un colegio", añadió.

Si la resolución del caso jugara a su favor, Pereira recibiría, en principio, el 33 por ciento de las acciones que le pertenecían a Treglia del "Shul" de Caseros. En el peor de los casos sería del 16 por ciento. Restan determinarse otros bienes, como tres departamentos y dos autos.

(Fuente: La Nación)