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Una cultura política de dos velocidades

* Por Rosendo Fraga. El hiperpresidencialismo parece ser la característica del sistema institucional argentino. Pero en las provincias la situación es diferente.

La geografía y la demografía dividen al país dos, en función de los distritos con mayor población y los chicos, con menor. Entre los primeros están Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos. Esta cuarta parte de las provincias tiene el 70% del padrón electoral.

En estos distritos los resultados electorales por lo general no dan triunfos mayoritarios y la expresión electoral es más plural.

Los Ejecutivos muestran fuerte continuidad institucional.

En los seis casos, la Corte designada en 1983 no ha sufrido ninguna modificación .

Ninguna de estas provincias tiene reelección indefinida e incluso las dos que quedan en el país que no permiten reelección inmediata (Mendoza y Santa Fe), están entre estas seis y también lo está la última provincia que abandonó este sistema (Entre Ríos).

En lo que hace a las Legislaturas, hoy ninguno de los seis Ejecutivos tiene mayoría . Pese ello, en los seis distritos el presupuesto ha sido aprobado por mayoría, sin que se genere la anómala situación que se registra en el ámbito nacional con la prórroga mediante DNU. Incluso en la provincia de Buenos Aires, el de este año fue aprobado por consenso con la mayoría de las fuerzas opositoras.

En cambio, en los dieciocho distritos más chicos, que son tres cuartas partes de las provincias y sólo 30% del padrón, predomina una cultura política más personalista.

Las tres provincias que quedan con reelección indefinida (Santa Cruz, Formosa y Catamarca) están entre este grupo, al igual que las dos que la tenían y la eliminaron (San Luis y La Rioja); dentro de este segmento está también la provincia que acaba de avanzar hacia un tercer mandato consecutivo (San Juan).

Los triunfos electorales suelen darse en forma mayoritaria, con porcentajes más altos que en los distritos más grandes . En 16 de estas 18 provincias el gobernador cuenta con mayoría en la Legislatura.

En promedio, puede hablarse, entonces, de una cultura política de dos velocidades: en los seis distritos más grandes hay más pluralismo y existe un mayor equilibrio de poderes; los dieciocho restantes son más personalistas y hay menor equilibrio de poderes, predominando entre éstos el Ejecutivo provincial . Una cultura política similar parece predominar en el ámbito nacional en las últimas décadas. Ello podría estar influido por el hecho de que el liderazgo político presidencial ha estado en manos de líderes de provincias chicas la mayor parte del tiempo.

De los 22 años que van de 1989 a 2011, en 18 la presidencia ha sido ejercida por líderes políticos de provincias chicas (Menem y los Kirchner).

Que en provincias que representan el 70% del padrón electoral nacional exista una cultura política más pluralista y una independencia de poderes mayor que en el ámbito nacional evidencia que el hiperpresidencialismo vigente en él no es un fenómeno inevitable , sino más bien la resultante de prácticas políticas derivadas del ejercicio del poder de líderes nacionales provenientes de una cultura política más personalista. De acuerdo a ello, el hiperpresidencialismo no es la única forma posible de gobernar la Argentina.