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Un joven de 18 años fue asesinado delante de su padre cuando intentó evitar una entradera

Al menos cinco delincuentes sorprendieron a la familia cuando volvía de hacer las compras a su casa de Ezpeleta. No hay detenidos.

Marcos Ignacio Mendoza Arnez tenía 18 años y fue asesinado a balazos el viernes a la noche por al menos tres delincuentes, cuando intentó defender a su familia de un intento de entradera en su casa de la localidad bonaerense de Ezpeleta. “Le dispararon a quemarropa”, afirmó el padre del adolescente en diálogo con TN.

El violento episodio ocurrió en la calle Cuba 750, entre Carpintero y 469 bis, cuando la víctima volvió con su padre y dos hermanos de hacer compras en un supermercado de la zona. Los ladrones los sorprendieron mientras bajaban las bolsas de la Nissan Frontier color blanca en la que habían llegado y en segundos se desató la balacera. “Aparecieron de la nada, estaba todo oscuro”, recordó el hombre sobre ese dramático momento, y añadió: “Querían entrar a casa a toda costa”.

“Primero me dispararon a mí”, relató después. Pero la bala apenas le rozó el brazo. Sin embargo, ese fue el momento en el que Marcos reaccionó. “Por ahí me vio, se asustó y me quiso defender”, señaló con la voz quebrada. Todo era tan caótico y pasó tan rápido que la siguiente imagen que tuvo fue la de su hijo en el suelo desangrándose. Había recibido tres balazos, uno en un hombro y otros dos en el tórax, y ya no volvió a abrir los ojos. “Atiné a levantarlo y llevarlo a la clínica más cercana, pero murió en mis brazos”, se lamentó el padre.

La banda huyó finalmente sin robar nada y hasta el momento permanecen prófugos. “Me dejaron destrozado”, sostuvo Mendoza Arnez, que ayer pudo despedir los restos de su hijo en su casa, en una ceremonia íntima. Marcos estudiaba, trabajaba de albañil y en el locutorio de sus padres. “Pasaba 12 horas trabajando conmigo”, agregó el papá, después de lo cual contó que su sueño era construirse una habitación para él y para su hermano.

“Su vida valió una camioneta. Este nene, Marcos, tenía toda una vida por delante. Era hijo de una familia de laburantes y todas las mañanas siempre salía a trabajar con su mamá. Vivíamos a una cuadra de diferencia y ya no nos vamos a poder saludar. Arruinaron a toda una familia”, manifestó consternada una vecina, durante una marcha en reclamo de justicia que se hizo el fin de semana. En las redes sociales, ya convocaron a una segunda movilización para este lunes.

La causa es investigada por el fiscal Leonardo Sarra, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial Quilmes, quien ya ordenó un relevamiento de las cámaras de la zona para intentar identificar a los sospechosos.

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