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Trabajo presencial y ampliación de cupo de ingreso al país: el Gobierno analiza flexibilizar actividades

El Gobierno dispondrá a la “presencialidad cuidada” como modalidad predominante en el empleo público. No descartan cambios en el DNU que fija el semáforo epidemiológico. Evalúan una leve y progresiva flexibilización de los ingresos al país.

A pesar de que la variante delta ya está instalada en el país y que el Gobierno quiere ralentizar su propagación, distintos ministerios evaluaban modificaciones en la normativa para flexibilizar las medidas de prevención del Covid-19. Tanto el decreto de necesidad y urgencia (DNU) de la pandemia como la resolución administrativa de fronteras vencen hoy a la medianoche y varias dependencias públicas proponían cambios, a la espera de la decisión política final de Alberto Fernández.

En principio, una definición que ya fue tomada es que los empleados de la administración pública volverán a un esquema presencial. Desde el inicio de la pandemia se fijó el teletrabajo como modalidad predominante, asistiendo a los despachos oficiales solo aquellos funcionarios y trabajadores considerados esenciales. El 25 de junio último, la secretaría de Gestión y Empleo Público, a cargo de Ana Castellani, mediante la resolución 62/2021, dispuso que los titulares de los organismos podían convocar al retorno a la actividad laboral presencial a los empleados que hubieren recibido al menos una dosis de la vacuna. “Ahora pasaremos a la presencialidad cuidada como modalidad predominante en el sector público nacional”, dijo al diario La Nación un importante funcionario al tanto del cambio.

Agregó que para ello se fijarán “protocolos de cuidado y modalidades de alternancia”, pero, como regla general, los trabajadores del Estado regresarán a las dependencias oficiales y a las oficinas de atención pública.

Respecto al DNU, el 30 de abril se fijó el “semáforo epidemiológico” que estipuló algunas medidas de alcance general y otras específicas, aplicables según parámetros de “Alto, Medio y Bajo Riesgo sanitario” o de “alarma epidemiológica”. Desde entonces y hasta ahora, el Gobierno hizo sucesivas prórrogas de ese decreto, sin modificaciones. Según fuentes oficiales, de cara al avance de la vacunación, el DNU que se renovará este viernes tendrá algunos cambios. “No sería prórroga automática”, se limitaron a decir en Casa Rosada y confirmaron que se estudia flexibilizar algunas pautas. Distintos ministerios trabajaban para solicitar las modificaciones en el texto, que se terminará de cerrar mañana en Balcarce 50.

Vuelos

Sin dudas, el tema más sensible que atraviesa a distintas áreas del gabinete por estas horas es la definición en torno a los vuelos del exterior. En el gabinete hay una moción interna de distintos organismos por abrir gradualmente el grifo en el aeropuerto de Ezeiza.

Tal como publicó el diario La Nación, conviven dos posiciones en pugna en el seno del Gobierno. Las áreas vinculadas con la gestión de pasajeros -especialmente el Ministerio de Transporte, la ANAC, Migraciones y Cancillería- reclaman seguir ampliando progresivamente el cupo de pasajeros que ingresan al país, de modo de disminuir los crecientes problemas con las aerolíneas, la actividad aerocomercial y los varados. Pero el Ministerio de Salud advierte que hay que seguir conteniendo fuertemente el ingreso de la variante delta a través de Ezeiza, para evitar nuevos focos de contagio importados. La decisión final será política.

La decisión administrativa 683/2021, que vence mañana, mantuvo fuertes controles de fronteras pero fue ampliando progresivamente el cupo de argentinos que pueden ingresar al país hasta llevarlo a 7000 viajeros semanales (en promedio 1000 personas por día). Hoy se estima que en cada jornada salen por Ezeiza 1200 argentinos. Es decir que aún hay más egresos que ingresos, lo que agrava la situación de los varados. En principio, la nueva decisión administrativa continuará el sendero de flexibilización gradual y controlada, aunque sin volver a los niveles de apertura previos a la medida.

La titular de la ANAC, Paola Tamburelli, a cargo de gestionar con las aerolíneas los cronogramas de vuelos, trabajó activamente en las últimas horas para persuadir al gabinete de seguir flexibilizando el cupo. Y en la Dirección Nacional de Migraciones, que depende del Ministerio del Interior, también advirtieron que están dadas las condiciones para seguir abriendo el grifo, porque el incumplimiento de la cuarentena post viaje bajó del 40 al 10% .

“En estas semanas que ganamos al ingreso de la variante delta logramos avanzar en la aplicación de 12 millones de vacunas más. Hoy podemos, de forma gradual, empezar a flexibilizar algunas medidas empezando por priorizar las familias”, dijo la titular de Migraciones, Florencia Carignano. En principio, esa área ya definió volver a habilitar la reunificación familiar desde este sábado 7 de agosto, un trámite que permite el ingreso al país de extranjeros que sean familiares directos de argentinos y que se encontraba suspendido desde junio.

En las últimas horas, distintas áreas del Gabinete -Transporte, ANAC, Migraciones y Cancillería- intercambiaban informes donde exponían las dificultades que afrontan por la restricción de vuelos. Se espera que Salud, que tiene la voz cantante, defina hasta dónde se puede flexibilizar la medida de acuerdo a las proyecciones epidemiológicas. El Presidente, junto a la Jefatura de Gabinete y la secretaría Legal y Técnica, calibrarán la decisión final.

Aunque todo indica que se seguirá ampliando levemente el cupo de viajeros, en la Casa Rosada hoy el mayor desvelo pasa por ralentizar la propagación en la variante delta en el país, de forma de ganar tiempo para avanzar con la vacunación. La hipótesis de trabajo (en base a las experiencias internacionales) es que con un alto nivel de esquemas completos , se podría verificar un aumento significativo del número de casos de Covid sin que ello se traduzca en un aumento en las hospitalizaciones y muertes.

“La medida que tomamos con las fronteras dio resultado. Aunque ya hay casos de delta en el país fuimos ganando tiempo”, consideró un importante funcionario con despacho en Balcarce 50.

Para administrar curvas sanitarias de “muchos casos y pocas hospitalizaciones” es que el Gobierno insiste con que agosto “será el mes de las segundas dosis”. El cálculo político es que hay que dilatar la expansión de la delta para morigerar el impacto en la actividad económica y afectar lo menos posible la actividad proselitista de la época electoral.

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