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"Soy una bebota caprichosa, dulce, pegota e histérica"

Erika Mitdank. La más pequeña de Bailando por un sueño tuvo una infancia dura: cuando nació, su madre ya sufría de esquizofrenia. Ella se vio obligada a colaborar en su casa y juró salir adelante.

El año pasado saltó a la fama cuando ganó el casting para novia de Ricardo Fort. Hoy juega a seducir a Marcelo Tinelli con su estilo jugado y provocativo.

Marcelo Tinelli me parece una persona inteligente, interesante, pero no es mi tipo. Lo nuestro es sólo un juego. El tiene cero chance de estar conmigo", arriesga ya de entrada Erika Susana Mitdank (21), de ascendencia alemana, criada en Moreno, provincia de Buenos Aires, hija de Juan Carlos (herrero) y Lidia (ama de casa), la cuarta de cinco hermanos. Hoy es pura sonrisa y atrevimiento, pero ella misma confiesa que el pasado, más precisamente su infancia y adolescencia, la marcaron para siempre.

"Cuando nací, mi mamá ya sufría de esquizofrenia. Crecí, y con el tiempo me tuve que ocupar de mi casa y de mi hermano menor. Así que llegaba del colé y me ponía a limpiar y cocinar, aunque no sabía ni cómo se hacía. Terminé la escuela y estaba desesperada por trabajar. Entré como vendedora a una casa de ropa justo cuando mi papá se separó de mi mamá: fue de un día para el otro. Todos lo sufrimos. Tuve que dejar el empleo para hacerme cargo de mi mamá y mi hermano", cuenta la chica que conocimos por ganar el casting para ser novia de Ricardo Fort. "El me cambió la vida. Recuerdo que yo juntaba plata para hacerme las lolas y sentirme más segura. Apenas empecé a salir con Ricardo me empezaron a reconocer por la calle. Pero la gran popularidad me la trajo Tinelli".

-¿Cómo llegaste a presentarte al casting para ser la novia de Fort? -El mismo día de la grabación del Bailando 2010 me llaman de mi agencia. Yo estaba durmiendo y me dicen que me presente en ideas del Sur para un casting.

No entendía nada, pero fui. En dos horas tenía que estar, así que me duché, me maquillé, me cambié como para ir a bailar -porque eso me habían dicho- y llegué. Me quería matar: todas estaban con las lolas al aire y yo parecía una monja. Llené el formulario.

En "Estudios" puse: "Los suficientes para ser la novia de Fort". Anoté mi teléfono con números gigantes.

Le puse perfume y la marca de un beso con rouge. Y salí a conquistarlo. Mientras Tinelli presentaba a las demás, yo le tiraba besos a Ricardo y él me los devolvía. Tuve cero vergüenza.

-¿Cómo fue ese romance? -Dos meses a full, que me cambiaron la vida. Fue como protagonizar una película que nunca se terminaba de rodar. Me pareció muy loco ir en un auto rodeada de custodios, que cuando me fuera a sentar me arrimaran la silla, que todos estén pendientes de mí, tener una tarjeta de crédito y te digan que compres lo que quieras... Un día fui a comprar zapatos: yo no me animaba porque salían caros, pero él me insistió y gasté 20 mil pesos.

-¿De Fort sólo te atraía la plata? -La plata te atrae de cualquier persona, pero él me pareció diferente. Es muy caballero, atento, no como los futbolistas que se me tiraban antes de ser famosa.

Igual, no volvería a estar con él. A todas nos gustan el poder y el dinero, pero también es importante que te mimen.

-¿Insinúas que no pasó nada con Ricardo? ¿El te confesó su bisexualidad? -No, pero en dos meses tuve poco sexo con Ricardo.

En las charlas con sus amigos se hablaba mucho sobre sexo, pero él nunca se refirió a su sexualidad.

 
Creo que estuve más obnubilada que enamorada.

 
-¿Te deslumhró más su fortuna que él? -Imagínate: yo tenía uno o dos pares de zapatos con tacos, y de un día para otro llegué a tener 20. Me compró las pieles más caras, y las tenía que usar porque estaba con él. Me regaló las lolas, que costaron alrededor de cinco mil dólares.

 -¿Es cierto que tenés problemas de alimentación? -No sufro de bulimia ni de anorexia. Yo sé que tengo que comer, pero no me gusta desayunar; después almuerzo y ceno poquito porque no tengo hambre, no lo deseo. Mi problema es que bajo de peso rápido y me cuesta subir.

 
-¿Con Marcelo Tinelli cómo te llevas? -Me parece una persona inteligente, interesante, pero no es mi tipo. Yo busco un hombre que no sea mujeriego, y me dicen que a él le gustan todas. Además, me gusta estar de novia, formar una familia. Lo deseo.

 
-¿Qué chances tienen las otras chicas del Bailando para ponerse de novias con Tinelli? -La que más enamorada está es Coki Ramírez. Las demás jugueteamos.

 
-¿Es verdad que circula un video hot tuyo? -Sí, con mi primer novio nos filmamos haciendo el amor. Fue una picardía, un juego inocente. Yo tenía 18 y él 17.

 
-Confesaste tener fantasías con mujeres. ¿Ya concretaste? -No, si no estuviera de novia quizás me animaría. La más interesante del Bailando es Silvina Escudero; me gusta su personalidad. El otro día se me acercó y me dio un piquito. Fue lindo. A la que le escapo todo el tiempo es a María Eugenia Ritó, que me toca la cola, me dice piropos y me invita a su camarín.

-¿Cómo sería tu hombre ideal? -A la hora de estar con un hombre no me importan su edad ni su condición social. Pero se tiene que bancar mis caprichos. Soy una nena caprichosa, dulce, pegota e histérica.

-¿Cómo te imaginas la vida fuera del Bailando? -Si quedo afuera voy a extrañar mucho, porque hoy mi vida pasa por ensayar todo el día. Me encanta, y lo más difícil no es trabajar ni estar en ShowMatch. Muy por el contrario: es mi escape, mi cable a tierra. Pero soy muy consciente de que si voy al teléfono me voy, porque no soy tan popular. Lo bueno es que podré tomarme una semana de vacaciones con mi novio. Y luego me voy al exterior a hacer desfiles. Estoy feliz y agradecida por el lugar que me dio Marcelo. El hizo que mi vida cambiara ciento por ciento.