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Semana mundial de la lactancia materna 2021: proteger la lactancia materna 

Este año, el lema se centra en la importancia de evitar la discriminación de las madres lactantes en todos los ámbitos, ofreciendo apoyo familiar, social y comunitario,


“Proteger la lactancia materna: un compromiso de todos/as
” es el lema de la Semana Mundial de  la Lactancia Materna 2021. Durante esta semana, todos los años, se busca visibilizar los diferentes  obstáculos  a  los  que  se  enfrentan  las  madres  a  la  hora  de  amamantar  y  concientizar  sobre  la  importancia de la lactancia materna.  

En esta oportunidad, el lema se centra en la importancia de evitar la discriminación de las madres  lactantes en todos los ámbitos, ofreciendo apoyo familiar, social y comunitario, además de aplicar  políticas  equitativas  que  acompañen  y  preserven el  derecho  de  todas  las  madres  lactantes  de  poder amamantar a sus hijos e hijas y que estos reciban el mejor alimento recomendado por todos  los  organismos  nacionales  e  internacionales  en  sus  primeros  años  de  vida  y  en  el  marco  de  la  importancia de los primeros 1000 días.  

La leche materna es el mejor y único alimento diseñado exclusivamente para un bebe los primeros  6 meses de vida y es su fuente principal de alimentación hasta el primer año de vida. Así mismo, se  sugiere sostener la lactancia materna hasta los dos años o más, o hasta que la díada mama/bebé  lo desee. La leche materna es todo lo que necesita un bebe para crecer y desarrollarse, apotrando  innumerables beneficios no solo al bebe, sino también a su madre.  

Es por esto, que la lactancia materna no es y no debería ser solo responsabilidad de las mujeres  que  amamantan.  La  lactancia  materna  no  deja  de  ser  también una  responsabilidad  social  y  política. 

Favorecer  y  sostener  la  lactancia  materna  debería  ser  un  trabajo  que  implique  el  esfuerzo  y  compromiso  de  todos  los  sectores,  debido  a  que  sus  beneficios  a  corto,  mediano  y  largo  plazo  favorecen  a  la  sociedad  entera.  Solo  por  dar  un  ejemplo:  un  bebé  que  es alimentado  exclusivamente  con  leche  materna,  presenta  menor  tasa  de  enfermedades  (respiratorias,  digestivas, entre otras tantas) que un niño que es alimentado con leche de fórmula. Un bebé que  tiene  menos  oportunidades  de  enfermarse,  se  traduce  en  una  madre  que  presentara  menos  ausentismos  en  su  lugar  de  trabajo,  por  consiguiente,  esto  repercute  en el  mundo  laboral  y  económico. 

Por  esto,  resulta  fundamental  el  acompañamiento  de los  y  las  pediatras,  como  también  que  puedan  tomar conciencia  de  la gran  influencia  que ejercen  sobre  la  decisión  de  una madre a  la  hora de amamantar o no a su bebe, ya que cualquier consejo y opinión que ofrezcan impactará de  manera positiva o negativa en la madre y su lactancia. La leche de  formula debería ser el último  recurso  al  cual  recurrir,  agotando  previamente  otras  instancias.  Para  ello,  es  importante  que  puedan trabajar articuladamente con puericultoras o asesoras en lactancias.  

Lograr que una madre inicie y sostenga su lactancia implica de la responsabilidad de los agentes de  salud en actualizarse y apoyar la  decisión materna  dejando de  fomentar mitos  sin  sentido.  Para 

esto, también se necesita que el estado invierta en la formación y actualización constante de los  agentes de salud en temas de lactancia, ya que todo lo referido a esta temática está en constante  cambio y actualización. Por eso,  también es importante un estado que invierta en programas de  apoyo a la lactancia materna para la comunidad a través de las políticas públicas. 

¿De  qué  otra  manera puede  acompañar  el Estado?  Asegurando  licencias  por  maternidad  adecuadas,  de  6  meses  o  más,  que  favorezcan  el  sostenimiento  de  la  lactancia  y  apoyando  su  continuidad otorgando y respetando los horarios destinados a la lactancia. Efectivizando también  mayores licencias por paternidad, porque, precisamente, es  responsabilidad del  todo el entorno  familiar brindar un ambiente propicio para la lactancia. 

Resulta  absurdo y  paradójico alentar  a  una  madre  a  sostener  una  lactancia  exclusiva  de  por  lo  menos 6 meses, si a los tres meses debe reincorporarse a largas jornadas en su actividad laboral  remunerada, si bien esto, en nuestra provincia sucede mayormente en el ámbito privado. Por eso,  es necesario el apoyo de los empleadores, también su compromiso y responsabilidad de respetar  las licencias y los horarios destinados a la lactancia. Como así también contar con lactarios, lugares  limpios, higiénicos y privados donde la madre pueda extraerse leche y almacenarla de un modo  correcto y seguro, y no en un baño. 

Resulta  necesario,  también,  el  apoyo  y  acompañamiento de  los  compañeros/as  de  trabajo  respetando y apoyando los momentos para extraerse leche.  

Por último, es necesario el compromiso de la  sociedad y comunidad de apoyar y acompañar las  lactancias, evitando emitir juicios de valor, prejuicios, mitos o comentarios malintencionados. Es importante, también, ver a otras mujeres que amamantan, volver cotidiano un acto tan natural  y  fisiológico.  Y  para  ver  amamantar  a  otras  mujeres,  se  necesita  el  apoyo  de  la  sociedad  y  del  estado.  

La  lactancia  materna  excede  a  la  responsabilidad  de  la  madre.  Es también una  responsabilidad  social y política.  

La lactancia materna es un compromiso de todos.  

 

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