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Secretos del nuevo imperio Versace

Desde 1978, Versace es sinónimo de lujo y transgresión: sus prendas, sobre todo las de los comienzos creadas por el gran Gianni, mente, talento y motor de la maison hasta 1997, año de su muerte, son un himno a la mujer moderna.

Ahora las riendas de la dirección creativa están en las manos de su hermana Donatella (56), mujer de gran personalidad, que se encarga de todas las colecciones de vestidos y accesorios.

La historia del imperio Versace (porque hablamos de un verdadero imperio) tiene sus raíces en la genialidad de Gianni, en la determinación de Donatella y en las capacidades organizativas de Santo, el hermano mayor, la mente racional del grupo, que sigue en manos de la familia Versace.

Aunque hayan evolucionado en los tiempos, todas las líneas de la firma quedan fieles al estilo de Gianni: mujeres muy femeninas, dinámicas, seguras de sí mismas, hombres carismáticos e impecables, ambos dueños de una personalidad destinada tarde o temprano a sobresalir, empezando por la forma de vestir.

"La Calabria es el reino donde ha empezado el cuento de mi vida: el atelier de mi madre, la boutique de alta costura. El lugar donde, ya desde pequeño, empecé a apreciar La Odisea, La Ilíada, La Eneida, donde me he criado respirando el aire de la Magna Grecia, tan cerca de casa y que hoy considero mi matriz cultural y profesional", así Gianni hablaba de sus orígenes jamás olvidados y siempre evocados a través de numerosos elementos en sus espléndidas colecciones.

Es al lado de su adorada madre, Franca, que Gianni comienza a diseñar sus primeros vestidos, hasta 1972, año en que se muda a Milano para trabajar como director creativo de las firmas Callaghan y Genny. De ahí a empezar con su propia colección el paso es breve: en 1978 presenta su primer desfile como Gianni Versace, en la Permanente de Milano.

Un éxito rotundo. Las líneas estructuradas, los colores llamativos, los tajos audaces y las transparencias no dejaban espacio a dudas de que una nueva mujer había nacido: la mujer Versace.

Los primeros 80 son los años de oro para la firma, todas las top models del momento, Linda Evangelista, Naomi Campbell, Christy Turlington y Cindy Crawford, desfilan para él, proponiendo cada año prendas diferentes y transgresoras como las T-shirts de red metálica (hoy propuesta por Balmain) o los tailleurs de charol, o más aun, los vestidos de raso de seda de corte sexy.

El es el primero en poner a Prince y a Elton John a cantar sobre una pasarela. Y suyo es el famoso vestido negro sostenido por enormes alfileres de gancho dorados que Elizabeth Hurley lucía para acompañar a su entonces novio, Hugh Grant, en ocasión de la avant première de "Cuatro bodas y un funeral": el vestido es uno de lo más "icónicos" de la historia de la moda y tal vez la creación más conocida de Versace.

Fue gracias a ese vestido además que Elizabeth Hurley, hasta aquel momento desconocida, se hizo famosa. En el curso de los años, se crean nuevas líneas, más jóvenes y con un precio más accesible: la línea Versus, diseñada por Donatella en 1984, la Versace Sport, la Versace Jeans couture y la Versase Collection, mientras la "first label" (Versace) queda colocada en un segmento directo a un target muy alto e incluye, además de ropa, de líneas de joyas, perfumes y relojes, accesorios y cosas para la casa.

Hombre de gran cultura -para él, moda y arte representaban el binomio perfecto-, Gianni trabajó muchísimo también para el mundo del teatro creando los trajes para numerosas pièces, sobre todo en los año 80: en la Scala de Milán, para la obra "Lieb und Leiv"de Mahler, para el "Don Pasquale" de Donizetti, y para los ballets "Dyo nisios" y "Salome", dirigidos por el coreógrafo belga Maurice Bejart (será también este último quien dirigirá una "triptych danse" en el Piccolo Teatro di Milano en ocasión del lanzamiento del perfume Versace).

"He sido siempre inquieto. Nunca he amado las cosas estructuradas, los trabajos planificados en el mínimo detalle. Me gusta crear, abrirme a nuevos emprendimientos, trabajar para la moda, el teatro, la ópera, el ballet.

Cada iniciativa enriquece la anterior en una interminable fusión de experiencias y mensajes, de formas de entender la vida y las cosas, de culturas profundas que me atrapan cada vez que estoy en contacto con los personajes de la música, del teatro, de la literatura".

Las fuentes utilizadas para la realización de los trajes para el ballet o para las óperas en el fondo son las mismas que Gianni consideraba para la creación de sus prendas: el método de trabajo es igual, el concentrarse sobre un solo elemento para caracterizar el vestido si no toda una colección.

Sus creaciones se inspiraban en el Liberty, el Art Noveau de fines del siglo XIX comienzos del siglo XX, el Jugend (este último confirmado por los increíbles vestidos de noche hechos de tela metálica que serán presentados en la colección primavera- verano del ’83, material que se convertirá en símbolo de la griffe), sienten la influencia mediterránea, así como se encuentran elementos del Renacimiento y del Barroco.

Si para unos estilistas (por ejemplo, Giorgio Armani, que ha sido considerado injustamente como el directo competidor de Gianni), el rigor es el leit motiv de sus creaciones, para los vestidos de Versace la nota dominante es la esencia misma de la mujer, la feminidad, así como su cultura, pero que nunca renuncia a seducir: un juego llevado adelante sin ninguna concesión a la vulgaridad, hecho de sutiles sugestiones, de géneros siempre preciosos, desde el cashmere a la seda, del algodón a la "sorazza" ( el impalpable género metálico que Versace hizo realizar teniendo en cuenta los delantales usados en siderurgia y que hoy se estudian y enriquecen por computadora).

En los años 90 el diseñador llega a New York, meca de la moda americana, donde viene recibido como un rey, con elogios y reconocimientos y consagrándose así en todo el mundo.

El castillo ilusorio de los éxitos de Gianni Versace se derrumba imprevistamente la mañana del 15 de julio de 1997, cuando un tal Andrew Cunan le dispara frente a la puerta de su casa de Miami, Villa Casuarina. Nunca se llegó a esclarecer realmente el porqué de ese crimen. Hasta hubo voces que dijeron que se trataba de un "regolamento di conti", un arreglo de cuentas de tipo mafioso, y la familia Versace, además del dolor, tendrá que enfrentar a los papparazzi y los insinuantes títulos en los diarios.

Donatella, que hereda el mando creativo de la compañía, cae en una profunda depresión, dejando así que el imperio de la familia empiece a caer. Sólo después de unos años y de haber pasado un tiempo en desintoxicación, logra nuevamente dar vida a la firma, uniendo su feminidad al increíble gusto barroco del hermano.

Hoy en día el futuro de la firma queda en las manos de Allegra, hija de Donatella y de Paul Beck, un ex modelo americano: es ella la sobrina predilecta que Gianni llamaba "mi pequeña princesa" y es la heredera universal del imperio que el estilista ha dejado (es dueña del 50% de la compañía).

La joven de 24 años sufre de anorexia hace tiempo, sus apariciones públicas son muy raras y contrariamente a su explosiva madre, al momento de vestirse, elige diseños discretos y sobrios. Por muchos años ha quedado en la sombra y sólo hace muy poco empezó a trabajar para una de las colecciones de la compañía. "He empezado a trabajar en la oficina creativa, y todos son chicos de mi edad.

Mi logro mayor ha sido convencerlos de que yo soy una de ellos, que no soy la ‘dueña’, y que tuve la gran suerte de poder trabajar ahí. Ahora somos amigos", declaró hace muy poco en una entrevista para el diario La Repubblica.

A pesar de que hay quienes sostienen que el imperio de la Medusa terminó con la muerte de Gianni, después de unos años negros y de grandes pérdidas para la compañía, algo está cambiado hoy en casa Versace, empezando por reforzar su imagen en forma total: nada menos que Lady Gaga, una verdadera "supertestimonial", ha aparecido públicamente (desde el Europride hasta en el videoclip The Edge of Glory) durante las dos últimas semanas enfundada en un Versace Vintage y en modelos Versace de la colección Haute Couture. La compañía tiene planeado también una fuerte campaña publicitaria para el otoño-invierno 2011/12 (el año pasado lo había hecho con January Jones, la rubia de la serie televisiva "Mad Men") firmada por dos fotógrafos del nivel de Mert&Marcus, y con una estética fuerte y decidida. Y será Donatella quien diseñará la próxima colección cápsule para H&M que saldrá a la venta en noviembre.

Así como ya lo hicieron Karl Lagerfeld, Stella McCartney, Jimmy Choo, Sonia Rykiel y Lanvin, será la rubia italiana esta vez que ofrecerá a una franja más amplia de público "fashionista" unas creaciones que serán decisivamente Versace: colores fuertes, géneros imprimé, tacos agujas, joyas llamativas.

Sin duda la saga de los Versace tiene algo de tragedia griega: han conocido el tremendo drama del asesinato de Gianni, y siguen conociendo los dramas que cualquier familia puede vivir, pero su espíritu de grupo y la capacidad de cada uno de sus miembros han hecho de la maison una de las más lindas victorias de la historia de la moda.