Rocío Marengo: "Mi mamá quiere que le dé una nietita"
La señora es arquitecta y vive en Bahía Blanca. Pero cada tanto viaja a Baires para ver cómo anda su hija, Rocio Marengo. Juntas pasean, se ríen y se ponen al tanto de todo. Pero a veces, Graciela le desliza el deseo de ser abuela otra vez: "Mi hermana ya le dio dos varones, Francisco y Vicente, pero ella quiere una nena para peinarla y jugar a las muñecas",
Nota extraída de la revista Pronto.
Caminan abrazadas por Palermo, se sientan a tomar un café, se ríen sin parar, cuchichean, vuelven a caminar abrazadas.
"Soy muy amiga de mi mamá, es la persona que más me conoce y a quien le confío todo lo que me pasa. Ella es mi mamá, mi amiga, mi todo", dice Rocío Marengo (32), quien el fin de semana recibió la visita de su madre, Graciela Paganini, en Buenos Aires. La mujer es arquitecta, vive en Bahía Blanca, y cada vez que puede viaja a la Capital para acompañar a su hija famosa. "En realidad, ella se tiene que repartir entre sus tres hijos: Pipi, mi hermano varón, está en Bahía. Y acá en Buenos Aires estamos Sol, mi hermana mayor, y yo. Entonces, se divide entre nosotros tres, y después se va un tiempito a su casa", cuenta la rubia. Rocío nació en Mayor Buratovich y cuando sus padres se separaron, se mudó a Bahía Blanca con su mamá. Allí pasó parte de su infancia y adolescencia, y cuando terminó el secundario se instaló en Buenos Aires, buscando triunfar en el medio artístico. "¿Qué dice mamá de mi carrera? A ella le encanta, me apoya porque me ve feliz. Dice que lo más importante de su vida es vernos realizados a nosotros. Cuando puedo, me la llevo de viaje conmigo. A ella le encanta acompañarme a Chile porque podemos disfrutar de buenos platos con mariscos y ricos vinos", revela la panelista de Desayuno americano.
¿Cómo se lleva la mamá de Marengo con su novio, Fernando Expósito? "Bien, bárbaro. A mamá le cae súper Fer, pero ella nunca se mete en mis relaciones. Confía plenamente en mí y sabe que cuando me juego por alguien o estoy bien con un hombre es porque me hace bien.
Ella sólo quiere verme feliz y plena", explica Rocío.
¿Si te pide nietos Graciela? "Por ahora no, porque ya tiene dos por parte de mi hermana Sol: Francisco, que cumplió 3 años; y Vicente, de 1 año y medio. Aunque con sus dos nietitos varones mamá está chocha de la vida, quiere que yo le dé una nieta para peinarla, comprarle ropa y ponerle vestiditos. Igual, yo ya le aclaré que todavía falta un tiempito para que me decida a ser mamá, así que por el momento disfrutamos a Fran y Vicente", argumenta la reina del koala. Si algo celebra Graciela de su hija conocida es el sentido del humor. "¡No te imaginás lo que nos reímos con mi mamá! A veces, cuando digo algo de más en la tele o se me escapa alguna declaración fuerte, me pide que sea más cautelosa. Pero ella me entiende mejor que nadie y sabe que no tengo maldad", reconoce. Después de tomar un café al aire libre, madre e hija siguieron con su paseo por Palermo, abrazadas y cuchicheando bajo el sol. "Somos cómplices en todo, dos gotas de agua", dice Marengo.
Caminan abrazadas por Palermo, se sientan a tomar un café, se ríen sin parar, cuchichean, vuelven a caminar abrazadas.
"Soy muy amiga de mi mamá, es la persona que más me conoce y a quien le confío todo lo que me pasa. Ella es mi mamá, mi amiga, mi todo", dice Rocío Marengo (32), quien el fin de semana recibió la visita de su madre, Graciela Paganini, en Buenos Aires. La mujer es arquitecta, vive en Bahía Blanca, y cada vez que puede viaja a la Capital para acompañar a su hija famosa. "En realidad, ella se tiene que repartir entre sus tres hijos: Pipi, mi hermano varón, está en Bahía. Y acá en Buenos Aires estamos Sol, mi hermana mayor, y yo. Entonces, se divide entre nosotros tres, y después se va un tiempito a su casa", cuenta la rubia. Rocío nació en Mayor Buratovich y cuando sus padres se separaron, se mudó a Bahía Blanca con su mamá. Allí pasó parte de su infancia y adolescencia, y cuando terminó el secundario se instaló en Buenos Aires, buscando triunfar en el medio artístico. "¿Qué dice mamá de mi carrera? A ella le encanta, me apoya porque me ve feliz. Dice que lo más importante de su vida es vernos realizados a nosotros. Cuando puedo, me la llevo de viaje conmigo. A ella le encanta acompañarme a Chile porque podemos disfrutar de buenos platos con mariscos y ricos vinos", revela la panelista de Desayuno americano.
¿Cómo se lleva la mamá de Marengo con su novio, Fernando Expósito? "Bien, bárbaro. A mamá le cae súper Fer, pero ella nunca se mete en mis relaciones. Confía plenamente en mí y sabe que cuando me juego por alguien o estoy bien con un hombre es porque me hace bien.
Ella sólo quiere verme feliz y plena", explica Rocío.
¿Si te pide nietos Graciela? "Por ahora no, porque ya tiene dos por parte de mi hermana Sol: Francisco, que cumplió 3 años; y Vicente, de 1 año y medio. Aunque con sus dos nietitos varones mamá está chocha de la vida, quiere que yo le dé una nieta para peinarla, comprarle ropa y ponerle vestiditos. Igual, yo ya le aclaré que todavía falta un tiempito para que me decida a ser mamá, así que por el momento disfrutamos a Fran y Vicente", argumenta la reina del koala. Si algo celebra Graciela de su hija conocida es el sentido del humor. "¡No te imaginás lo que nos reímos con mi mamá! A veces, cuando digo algo de más en la tele o se me escapa alguna declaración fuerte, me pide que sea más cautelosa. Pero ella me entiende mejor que nadie y sabe que no tengo maldad", reconoce. Después de tomar un café al aire libre, madre e hija siguieron con su paseo por Palermo, abrazadas y cuchicheando bajo el sol. "Somos cómplices en todo, dos gotas de agua", dice Marengo.