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¿Reestructurar, refinanciar o reperfilar? Las diferentes opciones que se plantean para encarar el problema de la deuda

En medio de una fuerte devaluación y, con un dólar inestable, muchas son las opciones que se plantean para reactivar la economía.

El mercado facturó esas declaraciones el lunes, con un desplome de acciones y bonos y una disparada del riesgo país hasta cerca de los 2.000 puntos. La definición que Alberto Fernández le dio a Clarín sobre la situación de la deuda, avisando que la solución a un problema tan espinoso es “sentarse a discutir uno por uno con los bonistas”, y evocando la quita del 75% que se negoció durante el gobierno de Néstor Kirchner, reavivó los fantasmas de un nuevo default.

Guillermo Nielsen salió a poner paños fríos, pero la discusión quedó instalada. Emanuel Alvarez Agis, cercano al candidato del Frente para Todos, fue un poco más explícito en la rectificación a Fernández. Afirmó: “Lo que necesita Argentina no es reestructurar, es refinanciar su deuda. Y esta diferencia entre la palabra refinanciar y reestructurar es crucial porque una es un evento de default y la otra es una operación de mercado que los países hacen todo el tiempo”.

El país tiene posiblemente uno de los peores antecedentes como deudor. O en palabras más fáciles, “no supera un Veraz”. En los últimos 20 años Argentina pasó por diversas instancias. A mediados de 2001, intentó una “reperfilación” de su deuda mediante el megacanje que condujo el ex ministro Domingo Cavallo. No fue muy lejos. A fines de ese año, declaró un mega default que necesitó de tres etapas (2005, 2010 y 2016) para superarlo.

En los oasis de normalidad, hizo, como todos los países, operaciones de refinanciación, pagando vencimientos con nueva emisión de deuda. Tres años después, se vuelve a hablar del tema.

Vale la pena repasar de qué se tratan estas tres opciones para encarar el tema de la deuda: refinanciación, reperfilación y reestructuración.

Refinanciación: es la operación más común, a la que apela absolutamente todo el mundo, desde Estados Unidos y Alemania, hasta Australia, Perú o Colombia. Se trata de emitir deuda a determinado plazo y pagar intereses normalmente. Cuando llega el vencimiento del capital, se emite un nuevo bono para saldar ese vencimiento y seguir pagando intereses. “Los países funcionan así, nadie paga la deuda, refinancian constantemente” dice Miguel Zielonka de Econviews.

Si el mercado acompaña, porque las cuentas de un país van bien, o tiene credibilidad, es posible que la refinanciación se haga tomando deuda a tasas más bajas que la deuda que se cancela.

En los últimos tiempos se empezó a hablar de las complicaciones que puede enfrentar la Argentina para hacer el refinanciamiento o “rollover” de su deuda, puntualmente de las Letes en dólares que vencen todos los meses. De acá a fin de año se deben pagar cerca de US$ 9.000 millones, 7.000 millones a acreedores privados. Las letras fueron emitidas a tasas que van del 4 al 7% anual. Pero hoy en el mercado secundario están rindiendo más del 30%. Imposible encarar un rollover con esas tasas. Se deberá pagar capital e intereses con las reservas. Para mantener las chances de refinanciación en 2020 el riesgo país debería bajar a no menos de los 700 puntos. Ayer quedó en 1866. Estaba en 860 el viernes previo a las PASO.

Reperfilamiento: Cuando la situación de un país empieza a complicarse, y se teme que no se pueda acceder a la rutina de la refinanciación se apela al reperfilamiento. “Cuando se va complicando el acceso al mercado voluntario, los países buscan canjear deuda, rescatando antes de su vencimiento deuda ya emitida y entregando a cambio otra con un vencimiento a plazo más largo” señala Zielonka. Esto puede funcionar también, en sentido inverso, cuando mejoran las condiciones de un país o del mundo, y se aprovecha para rescatar “deuda cara” y canjearla por una más larga, incluso con un cupón de intereses algo más bajo. El incentivo para el acreedor es desprenderse de los papeles cortos - aunque rindan una tasa mayor- y canjearlos por papeles que permitirán cobrar intereses por más tiempo. También puede darse el caso de “reperfilar” la deuda por moneda, es decir, rescatar deuda en dólares y entregar a cambio deuda en moneda local. Lo hicieron casi todos los países de América Latina, con Brasil a la cabeza.

Una experiencia de reperfilación de deuda, que no terminó bien, por cierto, fue el megacanje que llevó adelante Domingo Cavallo a mediados de 2001. Rescató papeles que estaban por vencer en el corto plazo y entregó otros más largos. No sirvió de mucho, porque a los pocos meses se declaraba el default.

Un ejemplo a nivel hogareño: cancelar deuda tomada con la tarjeta de crédito con un préstamo personal. Se dejan de pagar intereses altísimos y a cambio se toma una deuda a más largo plazo pero con intereses más bajos.

Reestructuración: es la instancia que llega cuando no hay posibilidad ni de refinanciar ni de reperfilar. Es decir: se suspende el pago de los compromisos y se convoca a los acreedores a renegociar nuevas condiciones. Argentina lo ha hecho varias veces.

En estos días se cita con mucha frecuencia el caso de Ucrania, que en 2015 reestructuró una deuda de 20.000 millones dólares logrando una quita del 20% sobre el capital, y postergando vencimientos por 4 años y entregando bonos con una leve alza de 50 puntos básicos en el cupón de intereses. Además, entregó cupones vinculados al PBI El FMI colaboró en las negociaciones con los acreedores. Y sobre todo, a cambió de que los acreedores hayan aceptado una quita, transformó su auxilio financiero a Ucrania en un Acuerdo de Facilidades Extendidas, es decir, le dio más tiempo a Ucrania para cancelar su deuda con el FMI. "Cada caso es distinto, a Ucrania la ayudó todo occidente porque estaba el temor al avance de Rusia, y nadie quería eso" le dijo a este diario Eduardo Blasco, de la consultora Maxinver.

Hoy cerca de Alberto se dice que para lograr refinanciar la deuda hay que decirle al FMIque espere más tiempo para cobrar. Hay que ver si ese reclamo tendrá buena recepción en el Fondo.

Cláusulas antibuitres

Desde que se volvió al mercado de deuda voluntaria en 2016, los bonos de deuda en dólares emitidos bajo ley Nueva York incluyen la Cláusula de acción colectiva (CAC).

Esto es que lo que decide una mayoría determinada de acreedores se aplica al resto. En concreto: se quita margen de acción a los denominados fondos buitre, que se mantuvieron fuera de los canjes de 2005 y 2010 y terminaron cobrando, gracias a fallos de la justicia de Nueva York, en 2016.

Las emisiones argentinas contemplan diferentes situaciones.

Si se reestructura un bono, se necesitan una mayoría del 75% de la emisión para que el 25% restante no puede patalear y se acople a lo que decidió dicha mayoría.

Si se reestructuran dos o más series de títulos de deuda, y se cumplen ciertos requisitos “uniformemente aplicables”, la CAC funciona si se consigue el 75% del monto principal de las dos series sumadas. Esto puede ser 100% de una serie y 50% de la otra serie.

También, para el caso de dos o más series a reestructurar, si se alcanza el 66% de aceptación de todas las series a reestructurar, y en ninguna de ellas la aceptación es menor al 50%, funciona la CAC.

Fuente: Clarín - Por Gustavo Bazzan

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