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Quiso ir a bailar con sus amigos, pero el boliche no la dejó pasar por tener una pierna ortopédica

El relato de la joven, de 25 años, que fue discriminada.

Gimena Zelaya, una joven tucumana de 25 años, tenía planeado ir a bailar con un grupo de amigos a La Morocha Pub, un reconocido boliche del municipio de Yerba Buena. Pero cuando intentó entrar, el personal de seguridad la frenó en la puerta y le dijo que no podía pasar porque había una fiesta privada. Sin embargo, varias de sus conocidas ya habían pasado sin problema. Sorprendida por la situación, insistió. Hasta que uno de los patovicas le remarcó que no podían dejarla ingresar "por su condición". Gimena tiene una pierna ortopédica.

Indignada por el maltrato que recibió, la joven publicó su malestar por las redes sociales. "Mucho que desear, por se amputada no me dejaron pasar", escribió en el muro de Facebook del establecimiento. De manera automática, cientos de usuarios repudiaron el accionar del lugar y le demostraron su apoyo.

Gimena perdió la pierna derecha hace tres años, después de ser atropellada por un policía en la rambla de Mar del Plata. Desde entonces, lleva una prótesis.

“Me hace sentir re mal. Fue una situación de mie***. Ya había ido a ese lugar otras veces y no había tenido este problema. Ahora veo que a otras personas les pasó algo parecido. Parece que en ese lugar es frecuente la discriminación", aseguró la joven a medios locales.

Según trascendió, Gimena se comunicó con los dueños del boliche: Sebastián Alperovich y Sebastián Longo, quienes le pidieron disculpas y le aseguraron que se iban a hacer cargo de lo sucedido. En un breve mensaje en su perfil de Facebook, desde La Morocha Pub aclararon que se tomarían "medidas" para que no se vuelva a repetir algo similar.

“Dicen que el patovica no va a trabajar más ahí y me ofrecieron que charlemos. Quizás el patovica no tiene la culpa porque uno sabe que estas cosas vienen de arriba y siempre se corta por lo más fino", remarcó la joven. Y aclaró que, a pesar del comunicado del lugar, ella iba a tomar las medidas legales correspondientes.

El nombre de Gimena Zelaya había conmocionado a Tucumán en febrero de 2016, cuando fue atropellada mientras caminaba junto a su novio por la rambla de Mar del Plata, a la altura del Cabo Corrientes. Un auto, conducido por un policía, chocó a otro que estaba estacionado, se subió a la vereda y la embistió.

La pierna derecha de la joven quedó atrapada entre el muro y el auto. Por las graves heridas que sufrió, se la tuvieron que amputar a la altura de la rodilla. "Necesito ser más fuerte para seguir llevando esta vida. Siempre pienso que los cambios te dan una fuerte sacudida, pero que no se termina tu mundo ahí, sino que comienza uno nuevo", había reflexionado en ese entonces en una entrevista a La Gaceta.