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¿Qué te preocupa más: la economía de Mauricio Macri o los cuadernos de la corrupción K?

La suba del dólar, el pacto con el FMI, la suba de las tarifas. Los arrepentidos, el mal manejo de la obra pública y la corrupción. ¿Qué es lo peor?

La suba del dólar, la consiguiente devaluación del peso y el aumento en las tarifas son algunos de los problemas que enfrenta Mauricio Macri en la segunda mitad de su mandato. 

Por otro lado, los casos de corrupción del kirchnerismo son cada vez más y contando. La reciente aparición de los cuadernos que se volvieron famosos, no por su marca sino por su contenido, la economía insostenible que dejó Cristina Fernández y los arrepentidos que brotan de la tierra. 

Por un lado tenemos el problema de la economía. No es por la crisis turca ni por la guerra comercial lanzada por Donald Trump. No es por el escándalo de las fotocopias de los cuadernos Gloria ni por el crecimiento de CFK en las encuestas. Ni tampoco es por la Bomba Lebac ni por la Bomba Letes, ambos explosivos diseñados en estos dos años y medio de economía macrista. Ni por el impacto negativo de la sequía que restó millones de dólares a la plaza financiera en este año. Y mucho menos por el nivel del gasto público y del déficit fiscal que tanto obsesiona a la ortodoxia y al establishment. 

La debacle a la que está siendo conducida la economía tiene su origen en la desregulación absoluta del mercado cambiario, la apertura irrestricta de la cuenta de Capital de la Balanza de Pagos (entrada y salida de capitales especulativos sin ninguna restricción), la desarticulación de la administración del comercio exterior facilitando el ingreso de importaciones y la eliminación/disminución de retenciones al complejo agroexportador que debilitó las cuentas públicas. 

Por otro, la ex presidenta Cristina Kirchner nunca imaginó que iba a llegar tan comprometida a declarar ante el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli en la causa de las coimas. Cuando arrancó el caso, hace 12 días atrás con la detención de Roberto Baratta tras las revelaciones escritas en los 8 cuadernos de Oscar Centeno, la ex presidenta imaginaba que le alcanzaría con una defensa política para salir airosa. 

En esas primeras horas, sus asesores legales intentaban convencerla en insistir sobre la supuesta "falsedad" de esas detalladas anotaciones. Argumentaban que el juez solo contaba con fotocopias de las libretas y que podían intentar invalidar la prueba. Pero el escándalo se potenció y ya no alcanza con esa estrategia. Hoy hay nueve arrepentidos (entre ellos Centeno y ocho empresarios) y además nutren el expediente los testimonios de varios ex funcionarios y directivos de empresas que aceptaron haber entregado dinero ilegal para el kirchnerismo a través de coimas o aportes de campaña.

La cantidad de pruebas que comprometen a la ex presidenta se multiplican. En los cuadernos de Centeno ya hay evidencias del rol central de la ex presidenta en la maniobra. El 6 de mayo de 2013, el ex chofer de Baratta deja asentado en una de sus libretas que había dejado de escribir por temor a que lo descubran y agrega que volvió a hacerlo "porque en una reunión que tuvo el ministro de Vido, Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. De Kirchner en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales".

Qué te preocupa más: ¿el presente de una economía decadente o el pasado con corrupción? 


Con información de Página 12 y Clarín.