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¿Qué le pasa a Lionel Messi?

Más allá de los goles, el delantero argentino se parece más al del Barcelona en este último año que el jugador que deslumbró al mundo. ¿Qué le sucede al 10?

"Lo veo medio flojo, en España es más eléctrico". La crítica, para nada desmedida, surgió de Antonio Cuccitini, abuelo materno de Lionel Messi. Repito, crítica constructiva, y para nada desmedida.

El 10 del Barcelona es lo mejor que vi en mi vida jugando al fútbol, por lejos. Discutí con amigos, familiares, taxistas, desconocidos sobre este último semestre de la Pulga en el Barcelona. Defendí a muerte mi pensamiento: la mente le jugó una mala pasada, y Messi debió bajar varios cambios para llegar a punto al Mundial.

Esperaba otra cosa de Lío en Brasil. No le suelto la mano, ojo. Estoy convencido de que Argentina va a ser campeón del mundo, gracias (obviamente) a ese peticito escurridizo que usa la camiseta que heredó de Maradona.

Eso no cambia mi pensamiento sobre el flojo Mundial que está teniendo. Es paradójico: en el 2010 tuvo un nivel futbolístico superlativo, pero no pudo convertir, por lo que fue crucificado y castigado durante 4 años por los jueces del fútbol, los mismos que miran todos los partidos frente a un Smart TV y con una estufa al lado.


Ahora, que está viviendo el bajón lógico que viven todos los futbolistas en alguna etapa de su vida, es elogiado por los goles que le permitieron a la Selección llegar a cuartos de final.

Pero no alcanza, no para mí por lo menos. De alguien como Messi se espera mucho más. Se lo nota perdido en la cancha, sin motivación, camina en el verde césped y no se muestra como opción a ningún compañero, ni siquiera a Gago, por el cual pidió hasta el cansancio.

Los partidos con el Atlético de Madrid marcaron un antes y un después en él. Mentalmente se vio intimidado por el planteo del equipo de Simeone, y desde aquellos cruces nunca volvió a ser el mismo.

El próximo sábado se volverá a ver la cara con Courtois, el arquero de ese equipo que le hizo la vida imposible, y al que no pudo convertirle en todo el año. Será la revancha. Su revancha personal con la Selección, ante su bestia negra. Que deje atrás los murmullos.