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Preocupación en el Gobierno por la suba del dólar: insisten con paritarias del 15%, pero admiten que deberán revisarlas

La Casa Rosada calcula que habrá que reabrir las discusiones salariales por el impacto inflacionario de la devaluación.

En medio del sacudón económico que barrió certidumbres e hizo las variables más difusas, la meta de inflación que ya lucía forzada se tornó prácticamente insostenible y abrió otra incógnita en las negociaciones paritarias. El traslado de la suba del dólar a los precios, descontado e incluso admitido por Nicolás Dujovne antes de partir hacia Washington, le agregará presión al techo del 15% inducido por la Casa Rosada. Como primera reacción, el Gobierno buscará mantener esa cifra como referencia para los próximos acuerdos, aunque ya reconoce que tendrá que haber correcciones con las cláusulas de revisión.

La corrida cambiaria que precipitó el regreso al FMI acortó los plazos en la mirada de los funcionarios. "Las próximas dos semanas van a ser fundamentales, esperamos que vaya bajando la ansiedad", dijo a Clarín un ministro, y aun con el optimismo que mostró Marcos Peña en la conferencia de prensa trazó la figura de un "camino finito" en la búsqueda de superar los dilemas encadenados: entre "endeudarnos barato y no darle a la maquinita", entre las necesidades de contener los aumentos de precios y de bajar la tasa de interés para no desacelerar el crecimiento, entre la urgencia por reducir el déficit y la contención de los reclamos en la previa a otra etapa electoral.

El impacto en las paritarias de este nuevo empujón a la inflación se presenta como otro dilema para el Gobierno, en un momento de ruido con buena parte de los gremios que en los últimos días rechazaron el cambio del cálculo de las indemnizaciones, el ajuste de tarifas y la negociación con el Fondo Monetario. "La mayoría firmó por el 15%, muchos están viendo qué gremio va a ser el que lo supera y creemos que eso todavía no va a pasar. Apostamos a ordenar en la revisión", insistió un funcionario al tanto de las negociaciones.

¿Cómo podría mantenerse esa cifra con un 6,7% acumulado en los tres primeros meses del año, un pronóstico poco alentador para abril y el traslado de la suba del dólar a los precios? El argumento del Gobierno será que el porcentaje definido en las paritarias estará vinculado a la estimación de la inflación hacia adelante únicamente, sin tener en cuenta los meses anteriores "cubiertos" con las cláusulas gatillo firmadas el año pasado: "Eso lo hicimos justamente para dejar de mirar para atrás". Habrá que ver cuántos gremios aceptan ese razonamiento.

Hasta el momento 24 actividades cerraron en 15% o menos, la mayoría en dos cuotas, entre ellos Obras Sanitarias, UOCRA, Luz y Fuerza, Unión Ferroviaria, aceiteros, porteros y petroleros. En la lista del Ministerio de Trabajo aparecen UPCN, metalúrgicos, Camioneros, Aerocomerciales, Salud y Alimentación como las próximas más relevantes en términos de tamaño y posible conflictividad. El gremio de Hugo Moyano ya avisó que reclamará una suba de 23%.

"Lo importante es entender que todos los acuerdos han sido libres y contemplan cláusulas de revisión. Tanto para el estado como para el sector privado no es solamente lo que uno quiere pagar sino cómo se puede equilibrar la cuestión de las fuentes de trabajo con la del poder adquisitivo", marcó Peña el miércoles en la Casa Rosada. Aun con el impacto de la devaluación en los precios, el discurso oficial por ahora no se moverá y seguirá sosteniendo que la inflación irá bajando y que después de unos meses ya habrá pasado el efecto de los ajustes de tarifas, estimado entre cuatro y cinco puntos. "La paritaria en un 15% en junio es mucho más lograble que en enero", sostuvieron en la Casa Rosada por el cálculo hacia adelante, y estimaron que las ya firmadas tendrán que corregirse con la revisión en las fechas pautadas -entre septiembre y enero de 2019- o cuando la inflación supere el acuerdo. "Entre tres y cuatro puntos. Si la inflación va hacia un punto y pico promedio, ese va a ser el arrastre de los últimos meses", estimaron siempre en línea con una mirada optimista.

"Más del 70% de los acuerdos están cerrados. Creemos que en esos acuerdos se tuvo en cuenta la estimación de inflación hecha en diciembre y como queremos cuidar el poder adquisitivo del salario tienen cláusula de revisión", aseguró Jorge Triaca este jueves en Córdoba, y negó exigencias del FMI en el plano laboral: "No hay ningún planteo en ese sentido".

El Gobierno abrió a su vez otro frente de conflicto con los gremios con los proyectos de reforma laboral en el Senado, en especial con el cambio en el cálculo de la indemnización sin el aguinaldo, premios y otros beneficios, lo que generó el rechazo de referentes sindicales y del peronismo. "Queremos que se avance en lo que sea posible, que lo definan los legisladores. Para nosotros es importante que se debata ese punto para bajar la litigiosidad", dijeron cerca del ministro de Trabajo sobre el artículo de la principal controversia. El escenario de reordenamiento de la CGT no avanzó como pretendía la Casa Rosada, con un liderazgo "definido, razonable y pragmático" para facilitar las negociaciones. "Barrionuevo entró en el juego por su rol en el PJ y Moyano quiere arrimarse porque busca la forma de conseguir libertad. Sigue sin haber una interlocución", lamentó un funcionario que intenta operar sobre el nuevo esquema.

(Fuente: Clarín)