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"¿Por qué me tocaron estos jueces?"

La madre de Santiago Urbani habló tras la decisión del tribunal de posponer por un año la imposición de las penas que le corresponden a dos adolescentes por el crimen.

Fuentes judiciales informaron que los jueces Alberto Villante, Mirta Ravera Godoy y Silvia Chomiez anunciaron que el monto de las penas recién se establecerá cuando los condenados, que al momento del hecho tenían 16 años y ahora 17, cumplan la mayoría de edad.

"¿Por qué me tocaron estos jueces?", dijo, indignada, Julia Rapazzini, la madre de la víctima, tras conocer el fallo y calificar todo el proceso de "desastroso" y "payasada".

Por su parte, Jorge Casanovas, abogado de la querella, precisó que el tribunal, de manera "unánime", cambió la calificación penal de "homicidio criminis causa", castigado con la prisión perpetua, a "una más benigna" como la de "homicidio en ocasión de robo", que implica penas de entre 10 y 25 años.

Fuentes judiciales dijeron que el tribunal se basó, principalmente, en la Ley 22.278, que "es el marco legal de juzgamiento de personas menores de edad".

"Conforme a ella, resulta legalmente imposible imponerles a los sentenciados una pena, hasta tanto cumplan los 18 años de edad", señaló un vocero judicial sobre la sentencia que estableció que los adolescentes "serán mantenidos en calidad de culpables en sus respectivos lugares de detención".

Por su parte, Rapazzini adelantó que va a apelar el fallo y que también ya se comunicaron con el intendente de Tigre Sergio Massa.

"Más que en la apelación confío más en lo que me dijo Sergio (Massa) sobre el pedido de juicio político", señaló la mujer. "Se comprometió a que con un grupo de legisladores iba a pedir el juicio político para estos tres jueces", precisó Rapazzini, quien consideró que este fue "el primer juicio oral que hizo esta gente (del tribunal)".

"Yo, que soy bioquímica, me dio la sensación de que no sabían distinguir el Código Penal de la revista Billiken", añadió la mujer respecto del tribunal.

El martes pasado, estos mismos jueces habían adelantado un veredicto condenatorio y fijaron para hoy a las 15 la lectura de los fundamentos de la sentencia, que duró más de cinco horas.

En aquel momento, el fiscal del fuero Juvenil de San Isidro Andrés Zárate destacó el veredicto pero recordó que en su alegato había pedido una condena a prisión perpetua y que no se aplicara la Ley 22.278.

Zárate los consideró a los adolescentes como coautores de los delitos de "robo doblemente calificado, privación ilegal de la libertad agravada por el resultado muerte, homicidio criminis causa -cuando se mata para ocultar otro delito y lograr la impunidad-, en concurso real con portación ilegal de arma de guerra".

El fiscal dijo en su alegato que "no cabe duda de que el menor que disparó tuvo la intención de matar" y para ello explicó que el asesino le puso a Urbani la escopeta "apoyada a la cabeza" y que para efectuar el disparo "hizo el doble movimiento de tirar para atrás el martillo y apretar la cola del disparador".

Es que durante la instrucción, los cómplices del presunto autor material confesaron que el adolescente les dijo que se le había escapado el disparo, pero durante el juicio los peritos descartaron de plano esa posibilidad.

Por el caso, hay un tercer detenido, Emiliano Alejandro Herrera (21), que será juzgado en otro debate, y un prófugo identificado como Oscar Alberto Pérez Graham, quien, según la investigación, reclutaba jóvenes para salir a robar y, en últimos días, apareció para amenazar a un testigo, según se denunció en el juicio.

El hecho ocurrió en la madrugada del 10 de octubre de 2009, cuando Urbani llegaba a su casa de Liniers 1988 de Tigre, en su auto Chevrolet Corsa azul y fue interceptado por cuatro delincuentes.

Los asaltantes lo obligaron a entrar a la casa, donde dormían su madre y su hermana Florencia y tras robar algunos objetos lo asesinaron de un escopetazo.