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Pata Medina, ¡qué metida de pata! 

La Justicia Platense decidió revocar la libertad del JEFE del Clan Medina, el tristemente célebre Juan Pablo Medina, el “Pata”, para los amigos y los muchos enemigos, del controvertido y venido a menos dirigente gremial.


El pasado jueves, vía zoom, Medina y su hijo trataron de explicar a la Justicia que la organización del acto del Frente de Todos y su presencia allí estaba amparado por la garantía constitucional de la libertad de expresión, y dijo textualmente: “Tengo libertad para expresarme”. 

La Justicia al momento de liberarlos por razones de salud, expresamente les prohibió participar en tareas, reuniones y actividades gremiales. No obstante ello, el lunes Juan Pablo Medina y su hijo Christian “Puly” Medina, lanzaron mediante Facebook, la siguiente consigna: “Hoy lunes 23 de agosto a las 18 hs, desde la Agrupación Política 22 de enero y en unidad con el frente de Agrupaciones Unidas, vamos a hacer una asamblea donde sellaremos de una vez por todas, el destino de los miles de trabajadores y trabajadoras. Hoy no es un día más, es un día, es un día que va a quedar grabado en cada uno de nuestros corazones”, convocaron a trabajadores y desocupados, con la intención de anunciar la “unidad” sindical, entre el padre y su hijo, el anuncio fue saludado, por una enorme y ruidosa movilización.

Al acto mencionado, se le sumó un aviso poco amigable de la hinchada del campeón al juez de la causa: nueve malvivientes, pertrechados hasta los dientes, dijeron que, si tocaban al Pata y su hijo, habría balas por doquier. Los delincuentes, que no son boludos, se pusieron máscaras para no ser reconocidos. Se supone que es un grupo de integrantes de la hinchada de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Veremos si cumplen su promesa, o son puro pico. 

Lo concreto es que el viernes la Justicia revocó la libertad del Pata y su hijo, con lo cual estarán presos en su casa y con tobillera electrónica. Fin de la historia.

Medina sostiene que es una víctima de la justicia de María Eugenia Vidal. Mientras tanto, Heidi, reaparecida en una versión más voluminosa y con discurso endurecido para la política porteña, reivindica como iniciativa suya la detención de Medina que, demás está decirlo, no es ningún santo. Se le encontraron más de 100 autos, una lancha y hasta un helicóptero. 

Días pasados, me decía mi viejo amigo y compañero de colegio, el gordo Lucho Monta, (no lo menciono porque se enoja): “Tus compañeros peronistas, parecerían ser todos delincuentes”. Por lo visto, tiene algo de razón. Medina y su inseparable clan familiar, que tienen un largo historial judicial y muchas cuentas que pagar. Una vez más, subestimaron los gestos del Poder, o bien creyeron que esto pasaría, pero se equivocaron. Resultado: marchen presos… 

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