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Parapsicología: la ciencia que no fue - segunda parte

Era una gran esperanza para muchos investigadores, pero fracasó estrepitosamente.

Veníamos de la época de la metapsíquica, donde levitaban mesas, aparecían fantasmas y se creía en la comunicación con los muertos.

Una vez que apareció el botánico Joseph Banks Rhine, de la Universidad de Duke, EE.UU., en el escenario de la parapsicología, las cosas comenzaron a cambiar, pero solo aparentemente. Y la razón fue que Rhine introdujo la estadística en la parapsicología, esto es, quiso medir los llamados "fenómenos psi" utilizando el método estadístico.


¿Cómo era el procedimiento? Utilizando un mazo de las denominadas cartas Zener podía "medir" la percepción extrasensorial (esto es, percibir sin utilizar los sentidos comunes) de una persona apelando a la estadística, observando la cantidad de aciertos. Ejemplo: una persona, llamada "agente", intentaba "transmitir" a otra, llamada "percipiente", las cartas de un mazo. Estas cartas contenían símbolos bien simples: círculo, cuadrado, estrella, cruz y ondas.

Cada mazo contenía 25 cartas, con 5 de cada símbolo. Así, lo que una persona podía acertar por mero azar era un promedio de 5 cartas por mazo. A veces acertaba más, pero otras veces menos, con lo cual el promedio quedaba compensado. Pero ¿qué pasaría con una persona que acertara constantemente más que 5 cartas? Estaría desafiando al azar como un jugador que va al casino y gana más que lo esperable por casualidad. ¿Sería esto posible? Primero veamos los diferentes tipos de fenómenos parapsicológicos que Rhine tuvo en cuenta.


Los fenómenos "psi"

"Psi" es la vigésimo tercera letra del alfabeto griego. Con ella se denominó a un conjunto de supuestos fenómenos que parecían violar las leyes naturales. Éstos eran:

Telepatía: captación del contenido mental de otra persona. Coloquialmente llamada "transimisión del pensamiento".

Clarividencia: captación de un objeto o de un suceso que no estuviera al alcance de los sentidos o de la inferencia lógica. Por ejemplo, indicar dónde se hallaba una persona u objeto perdidos, o adivinar qué carta estaba guardada en un cofre a 100 kilómetros de distancia.

Precognición: captación extrasensorial de hechos futuros. Esto no es otra cosa que lo que se conoce como "adivinación del futuro", cosa que practican varios autodenominados "videntes".

Psicoquinesis: la supuesta influencia de la mente sobre un sistema físico, esto es, mover objetos con el "poder de la mente" o causar otros efectos físicos sobre personas u objetos.

Así, Rhine efectuó cientos de pruebas con diferentes sujetos, algunos de los cuales parecían acertar más que lo esperado por el simple azar. Estos resultados se difundieron y rápidamente se expandieron por Estados Unidos y Europa, esperanzando a algunos investigadores con que había nacido una nueva "ciencia". Pero la realidad fue bastante distinta. Los "experimentos" de Rhine mostraban deficiencias en sus protocolos, es decir, no eran muy estrictos, para decirlo en lenguaje corriente. Había fallas en los controles y una persona que hacía de percipiente podía guiarse por señales inconscientes -o no verbales- de quien "enviaba" los datos mentalmente. Es decir, podía haber "fugas" sensoriales que no estaban controladas, como cuando uno está jugando al póquer y tiene a otro jugador enfrente que inconscientemente hace gestos que pueden delatar las cartas que posee.



La cuestión es que a medida que se ajustaban los controles, los grandes resultados desaparecían. Y ello sin tener en cuenta las posibilidades concretas de cometer fraude, tanto por parte de los sujetos como por parte de los investigadores. Pero Rhine cautivó al mundo con su libro "El alcance de la mente", donde abogaba a favor de los fenómenos parapsicológicos, como si ya estuvieran probados irrefutablemente.

Resultados repetibles: la imposibilidad parapsicológica

Sin duda, si los fenómenos parapsicológicos fueran realidad, estaríamos frente a una de las más grandes revoluciones científicas de todos los tiempos. Pero más de 100 años de investigación, con distintos procedimientos, no arrojaron resultados positivos. Y ello se debe principalmente a que los resultados que al principio eran alentadores, no pudieron repetirse. Es decir, un sujeto, en una prueba, acertaba mucho más que lo esperable por azar. Pero luego no podía repetir sus resultados. Esto es como si un día tomáramos un remedio y nos calmara un dolor y al otro día no lo hiciera. Evidentemente comenzaríamos a dudar de la eficacia del medicamento.

Lo que ocurrió con la parapsicología y su objeto de estudio fue que no se hallaron pruebas convincentes que demostraran que existían los fenómenos parapsicológicos. Todo ello, sumando a las deficiencias en los experimentos y al fraude, terminó por convencer al mundo científico de que los fenómenos "psi" no eran otra cosa que una quimera. Y hasta hoy, nadie pudo probar que exista algo como la telepatía, la clarividencia, la precognición ni la psicoquinesis, a pesar de que haya videntes, adivinos y ciertos "parapsicólogos profesionales" haciéndole creer a la gente que esto es cierto.

Por supuesto, hay mucho más para contar. Este ha sido un apretado resumen general de los resultados que arrojó la investigación sobre parapsicología. Seguiremos con otras notas donde se brinden detalles de casos particulares que han sido investigados por hombres de ciencia e ilusionistas, éstos últimos muy necesarios para controlar el fraude en los "experimentos" parapsicológicos.