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Para ahorristas: cómo aprovechar la fiebre del oro

*Por Luis Beldi. La volatilidad de las Bolsas del mundo y la quietud del dólar en la Argentina hicieron que los pequeños y medianos ahorristas adoptaran como inversión al oro, que el viernes alcanzó su nivel más alto de la historia al cerrar a u$s 1.471,40 por onza troy.

En 2011, la preferencia por el metal precioso hizo que en el mercado cambiario desplazara del segundo lugar al euro. Ahora, el 70% de las compras y ventas sigue siendo en dólares, pero después sigue el oro, que concentra un 20% de las órdenes, y por último el euro, con el 10%.

Para Fernando Pepe, gerente de Productos Cambiarios del Banco Supervielle, «no hay inversiones muy claras en la Argentina y ante la inflación y el desconocimiento del mercado de bonos y acciones, la gente busca refugiarse en el oro». Pepe estima que la venta de oro al público aumentó entre un 25% y un 30% en el primer trimestre del año y que en 2011 pueden superar las 800 kilos que vendieron el año pasado y los convirtió en el mayor vendedor minorista del metal precioso. Cree que este año pueden superar el techo de 1 tonelada.

En el Banco Ciudad, Mariano Flores Vidal, asesor principal de la presidencia, señala que en la entidad en los tres primeros meses del año se hizo un 61,2% más de operaciones que en 2010. De 888 pasaron a 1.430 operaciones. En cuanto a volumen, en el primer trimestre de 2010 se vendieron 63,30 kilos contra 82,20 del presente, es decir, las ventas crecieron un 30%.

Flores Vidal destaca que «este porcentaje podría haber sido mayor», pero por las leyes de lavado de dinero decidieron venderles sólo a clientes para no tener problemas. A pesar de este ajuste, la fiebre del oro sigue.

El metal precioso lleva un crecimiento de precios del 12% en lo que va del año y se ha transformado en el refugio favorito de los inversores más conservadores.

En el mercado de futuros que operan entre el Rofex y el Banco Ciudad se duplicaron las operaciones. Hasta febrero se venían operando 600 contratos diarios. Cada contrato es por 1 onza troy de oro. El viernes se hicieron 1.205 contratos.

El metal que vende el Banco Ciudad proviene de chafalonías, es decir de la fundición de joyas y adornos de oro que la gente deja en garantía de préstamos y no las retira. El lingote es de alta pureza, pero no se lo califica de «buena entrega» porque no está acuñado por algún banco internacional de primera línea que se especialice en oro. Por eso el lingote del Banco Ciudad cuesta 5% menos que el del que comercializan el resto de los colocadores. Esta diferencia no hace mella, porque el lingote del Banco Ciudad es fácilmente negociable e, incluso, el mismo banco lo recompra. Un lingote de 10 gramos del Ciudad cuesta $ 1.800 y el de 100 gramos, $ 1.780. Cuanto más pesa el lingote, más conveniente es el precio. Los bancos cobran 50 dólares por acuñar un lingote sea de 1 gramo o de 1 kilo, por lo tanto cuanto más pesado es, más se prorratea el costo. Según Carlos Lizer, director de Puente, lo que más se vende son los lingotes de 50 y 100 gramos y los de 10 y 20 gramos, en segundo lugar.

Los coleccionistas y los más conservadores compran monedas, como el Mejicano o el Krugerrand, pero el «spread» (diferencia entre el precio de compra y venta) es más amplio y puede llegar al 8%. En cambio, en los lingotes la diferencia es del 5%.

Lizer nota que se ha incrementado notablemente el movimiento alrededor del metal precioso. «La venta se había acelerado el año pasado y ahora tomó más impulso».

Algunos bancos, como el Supervielle, ofrecen un servicio de guarda de los lingotes a quienes posean más de 250 gramos, pero la mayoría prefiere llevarse el oro físico a su casa. El que compra oro no quiere correr riesgos de ninguna clase.

Fernando Pepe lamenta que la plata no se negocie en la Argentina. Este metal subió un 40% desde diciembre hasta hoy. Pero sólo los que operan con el exterior pueden acceder a este mercado.

El oro ha superado al petróleo. Desde 2006 hasta la fecha, el crudo subió un 40% y el oro más que triplicó ese aumento.

El año pasado, los analistas decían que el oro iba a terminar 2011 entre u$s 1.450 y u$s 1.500 por onza. Esas profecías parecen modestas. El oro en pocos días más puede tocar u$s 1.500 y le queda todo el año para crecer.